Casi Ángeles|| Saga Casi Ángeles

Capítulo dos:

Ya llevaba viendo a la chica llamada Alba un rato largo. Estaban en la cafetería de la universidad junto a Sebastián. Sería más fácil si fuese a charlar con ella, pero alguna voz en su cabeza le decía que no lo hiciera, que sólo la observara.

—Alaska, ¿me estás oyendo? —dijo el pelirrojo al notar que su nueva amiga no le prestó atención  a su charla sobre la clase de mitología—Oye, ¿estás bien?

Alaska parpadeó y volvió a mirar a Sebastián— Lo siento, yo… estaba distraída, pensando cosas, no es que tu charla no fuese interesante sólo que estaba distraída. Bueno, habrás notado que suelo distraerme, digo a quién no le ha…—El pelirrojo ya había levantado la ceja— Lo siento, hablo mucho cuando me siento nerviosa.

—Descuida, suele ocurrir. ¿En qué pensabas tanto, Als?

Se quedó helada, no por la pregunta, si no por el apodo.

—Mis padres me llamaban así— dijo nostálgica.

Él se percató de algo, ella habló en pasado. —¿Llamaban? — preguntó, y al ver la cara triste de Alaska se arrepintió de hacer la pregunta.

—Ellos, murieron en un accidente hace unos meses —sus ojos verdes mostraban tristeza. No, vamos, recupérate —.  Bueno, sólo pensaba en lo genial que es el profesor Withman, creo que es animado, ¿tú no?

Sebastián asintió.

—Sí, es el mejor profesor que hay.

Y así siguieron, hablando, comiendo y (por parte de Alaska) observando a “la chica misteriosa”.

[***]

—Mamá, sólo estoy cansada, ¿por qué papá actuó así? Me asustó mucho. —dijo la voz dulce y asustada de una niña pequeña por lo que tuvo que ver.

Alaska estaba sentada en su cama, aferrada a la sábana de Hello Kitty. Su madre estaba sentada con ella; intentando calmarla y abrazando a su pequeña hija.

—Cielo, tu padre sólo ha hecho lo que cree mejor para ti, ¿sí? —La acarició— No te enfades con él, en unos años te explicará todo, ¿está bien? Así podrás entender todo cielo.

—¿Qué debo entender, Mami? Porque me siento un poco sola cuando pasan estas cosas…

—Sólo descansa mi amor, y recuerda que jamás, estarás sola en este mundo, siempre habrá más personas como tu —la madre besó su frente y dijo—.Mi pequeña niña valiente.

[***]

Alaska:

Ser valiente, sí. Eso debo ser en este momento. Después de todo, no ha de ser tan malo seguir a una personas desde que sale de la universidad hasta, bueno, donde sea que vayamos. Es por una buena causa.

Pero, ¿pensaste qué pasará si no es de los nuestros? 

No, eso no lo pensé. Pero vamos, nunca planeé nada de esto. Qué otra cosa puedo hacer si no.

La chica se detuvo frente a un café y entró, minutos después entré yo. Ella se sentó en una mesa en la esquina y yo en la barra. Creo que no se dio cuenta que la estaba siguiendo, ni mirando, porque en ningún momento se volteó a verme.

Terminé por pedirme un café y fijarme si hay alguna oferta de trabajo mientras miraba cada tanto el espejo sobre el estante. Bueno, básicamente no hace nada “extraño", bebe café, ve algo en su teléfono, saca unos libros y cada tanto mira por el ventanal.

Ahora podía detallarla un poco más. El cabello grisáceo hecho trenzas le caía hasta los hombros y un poco más, una nariz pequeña pero podría decirse que perfecta.

—En otras noticias, encontraron un cuerpo cerca de Braithwaite Park…

¿Un cuerpo? Hmm. ¿Podrías subir el volumen, por favor?pedí. El chico asintió y subió un poco el volumen.

—Las autoridades investigan qué pudo provocar esa muerte, pero, según informan, el cuerpo pertenece al doctor Martin Gómez—La imagen mostraba un cuerpo ensangrentado y a los forenses cubriéndolo —. Tenemos al oficial Jones en la línea. ¿Oficial qué puede decirnos sobre lo ocurrido?

“Pues… hasta ahora los forenses han logrado descifrar el arma homicida, al parecer fue un arma de fuego, no es algo que hayamos visto antes, pero no sabemos mucho más” —un hombre de quizás unos veinte o treinta años apareció, cabello castaño, contextura ancha, etc. No se podía ver mucho más.

—Muchas gracias, Oficial Jones. Seguiremos informando.

Nada me llamaba la atención de esa noticia. Pobre persona. Pero, él dijo no es algo que hayamos visto antes, significa que eso no pasa aquí… Resoplé.

Qué extraño que pasen esas cosas, ¿no? Preguntó una voz femenina a mi izquierda que hizo que saltara en mi sitio, ¡Y sorpresa! La voz era de “la chica misteriosa”Un gusto, soy Alba. ¿Te molesta si me siento?

Significa que sí me vio. Carajo.

Moví la boca varias veces pero no salió nada de ella. Alba me miraba esperando una respuesta, llevaba una gran sonrisa en el rostro. Encantadora…

—Soy Alaska, el gusto es mío dije—, no, no, siéntate.

—¿Vienes conmigo a clase, no? Te me haces familiar, por eso— sonrió mostrándome su dentadura perfecta, no me dio tiempo a responder, sólo siguió preguntando —Eres nueva, ya que nunca te vi por aquí, ¿de dónde vienes?

—Soy de Terranova y Labrador— Alba levantó la ceja y pensó, quizá intenta recordar dónde queda —, está al Oeste, ¿No la conoces, no?

—No, no la recuerdo, pero ya que iré a acordar— se encogió de hombros—. En fin, cuéntame de ti. ¿Cómo fue que llegaste desde la otra punta y porqué? —Creo que se le iluminaron los ojos al preguntar por mi pasado.

Oh, vamos. Tampoco es tan malo, Als. Sólo dile lo que ensayamos, que vienes de… ¿No hace falta que lo diga otra vez, no?

Calla, conciencia, calla.

—Pues… mis tíos decidieron enviarme aquí ya que no podían cuidarme como se debía —copié su acto.

—¿Por qué lo hicieron?

—Pues… mis padres murieron en un accidente y bueno, mis tíos no han tenido hijos por lo que decidieron dedicarse a ellos y su trabajo… yo no les ayudaría mucho. Pero si se preocupan por mí.

—Lamento la muerte de tus padres— dijo—. Y me alegro de que hayas llegado aquí.



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En el texto hay: angel caido, magia, sobrenatural

Editado: 25.03.2021

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