Ep: 1

(Voz femenina)

"Todo empezó hace 7 años."

Yo tenía apenas dieciocho. Aquel día no era cualquier día: era el primero de mi nueva vida.

Se ataba el cabello largo y anaranjado en una coleta mientras la brisa de la mañana entraba por la ventana. la suave luz cubria su rostro, solo se notaban sus manos temblorosas y la respiración agitada.

"Había soñado con esto desde siempre"

Salió de casa con paso rápido, abriendo la puerta con decisión. Sus pasos resonaban en los pasillos modernos del edificio, como si cada eco marcara el comienzo de algo importante.

“Recuerdo que no sabía qué iba a pasar...” corría con el corazón acelerado “Pero solo tenía clara una cosa: yo sería la mejor.”

Se detuvo frente a una puerta de cristal, tomó aire, y tocó con delicadeza.

—Llega tarde, señorita— le dijo una mujer de voz firme, de unos cincuenta años, al abrir.

—Lo siento.— respondió Rouz con una sonrisa nerviosa. —Tuve un inconveniente.

Y mientras la puerta se cerraba tras ella, tomo un respiro y su mirada se llenó de determinación:

“Porque yo soy... la mejor.”

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(Voz masculina)

Recuerdo que tenía diecinueve años. Vivía en un pequeño apartamento lleno de notas musicales, guitarras, auriculares y sueños. Esa mañana, el sol me acariciaba el rostro.

Se revolvió entre las sábanas y suspiró.

“No recuerdo qué soñaba...” miró la venta ún con los ojos entrecerrados “Pero estoy seguro de que tenía algo que ver con un escenario.”

Se sentó en la cama, observó su celular y una notificación apareció:

'Reunión en el estudio 9 AM. No llegues tarde, King.'

Se estiró y dejó escapar una risa perezosa. Se levantó, se lavó la cara, y al mirar su reflejo sonrió

“Ese día parecía común. Lo que no sabía era que mi vida cambiaría apenas cruzara esa puerta.”

Nick tomó su mochila, su libreta con letras a medio escribir, y salió con una sudadera negra puesta. Caminó con paso tranquilo... hacia el mismo estudio donde Rouz acababa de entrar.

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Los pasillos del estudio eran de cristal, iluminados con una luz blanca que reflejaba cada movimiento. Rouz caminaba con prisa, con una carpeta llena de diálogos bajo el brazo y su bolso en la otra mano.

Desde otra entrada, Nick también llegaba. Audífonos al cuello, mirada distraída. Se detuvo frente a un mapa pegado a la pared, buscando el número de sala, antes de dsr la vuelta por una esquina.

Rouz respiró hondo, se acomodó la camisa y se giró justo en la misma esquina.

—¡Ay!— exclamó, tras chocar contra alguien.

Él se giró. Ella también.

—Lo siento, no te vi...— murmuró ella.

—No, fue culpa mía. ¿Estás bien?— preguntó él, con una media sonrisa.

Sus miradas se encontraron por un segundo eterno. Sus ojos celestes y los míos azul marino encontrandose. Ninguno dijo nada más.

(Voz femenina): “Y así fue. Sin saber su nombre, sin tener idea de quién era... supe que no sería solo alguien más.”

(Voz masculina): “Cuando la vi... supe que mis canciones serían distintas desde ese momento"

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Ahora en el presente presente.

(Cinco años en la actualidad)

Rouz estaba sentada con las piernas cruzadas. Miraba al suelo, jugando con sus dedos, la expresión perdida en pensamientos que no quería nombrar.

“Me pregunto si algún día sentiré algo por alguien...”

Sus labios se movieron sin sonido. En su regazo, una libreta. En una hoja había un dibujo: ella, en brazos de una figura oscura, sin rostro, tachada con tinta negra.

“Mis amigas dicen que es hermoso. Único...”

Acarició el dibujo con delicadeza.

“Pero no mencionan cuánto se sufre por amor. Por eso tengo miedo a enamorarme"

Miro el dibujo y su expresión se oscureció

"Y tengo miedo a que me rompan el corazón..."

Arrancó la hoja, la arrugó con fuerza y la lanzó al basurero.

—Pero es una estupidez pensar en eso, ¿no?

Se puso de pie, su energía cambió a una más animada.

—Solo los idiotas sufren por amor— dijo en voz alta —¡Yo no!

Sonrió con decisión, puso una mano en la cadera y levantó la otra como si le estuviera hablando a alguien.