Ep: 3

TARDE DE LLUVIA SUAVE – CAFETERIA

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El cielo lloraba en murmullos cuando Rouz y Nick entraron en aquella cafetería escondida entre calles secundarias, donde los baristas servían pastel de fresas como si fuera arte, y la luz cálida de las lámparas envolvía a los visitantes como un suspiro acogedor. Se sentaron junto a la ventana, refugiados del mundo, compartiendo bocados de dulzura y carcajadas que solo ellos comprendían.

—Y me caí en pleno set… con el vestuario completo —contó Rouz entre risas—. ¡Se me voló un zapato! El director pensó que era improvisación.

Nick casi se atraganta con el café, riendo a carcajadas.

—Tú y tus escenas dramáticas. Hasta tus accidentes tienen estilo.

Ella lo miró divertida. Él la miró como si el mundo se encogiera solo para caber en ese instante. No había otra cosa. Solo ellos dos y una paz que parecía infinita.

Hasta que una voz suave, conocida… rompió la armonía.

—Vaya… No pensé que aún fueras fan del pastel de fresas, Nick.

Él se congeló. El calor se fue de sus hombros. No necesitaba girar para reconocer esa voz. Era... Sofía.

Rouz sí lo hizo. Curiosa. Inocente. Hasta que la vio: impecable, elegante, con una sonrisa demasiado exacta para ser sincera. El aire se volvió más denso. Nick bajó la mirada. La taza tembló apenas en su mano.

—¿No interrumpo, cierto?

Nick dudó.

—No… claro que no.

Rouz la observó con cautela. No le gustó esa energía. No le gustó la forma en que Nick parecía incómodo. No le gustó el aroma caro que Sofía traía consigo, ni la forma en que la miraba con cortesía afilada.

Sofía se sentó sin ser invitada. Sonrió con calma fingida, como quien sabe exactamente lo que está haciendo.

—Qué coincidencia encontrarlos aquí. Este lugar me trae recuerdos… Tú y yo solíamos venir mucho ¿no es así, Nick?

Nick asintió, forzado. Su voz era apenas un eco.

—Sí… lo recuerdo.

Rouz no lo conocía todo, pero esa mirada, ese gesto… le dijeron mucho.
Y cuando Sofía volvió a hablar, ya no había duda.

—Rouz Bella Komajiro... —repitió con falsa admiración—. La actriz que hace dudar al público si está actuando… o sintiendo.

—Gracias. También es un gusto conocerte —respondió Rouz con una sonrisa y expresión dulce… pero se mantenía con la guardia alta

Sofía lanzó más dardos, envueltos en palabras educadas. Insinuaciones, recuerdos, comparaciones. Todo con una elegancia venenosa.
Y Rouz, aunque firme, sentía la tormenta crecer dentro.
¿Quién era esa mujer? ¿Por qué Nick no podía mirarla a los ojos?

Entonces, Sofía bajó la guardia, pero solo para clavar la estocada.

—Nick… ¿aún compones esas canciones que decías que solo eran para mí?

El silencio los ahogó.

Rouz bajó la taza. Su expresión cambió. No rabia. No celos. Solo… algo se sorprendió. Algo sutil, pero hondo.

Sofía se levantó. Murmuró un "gusto en verte" y se fue, dejando tras de sí un eco amargo.

Nick intentó hablar.

—Rouz, yo…

—¿Quién es ella?

Su voz no era hiriente. Era calma templada con filo.

—Una persona… del pasado.

Ella lo miró. Y con una sola frase lo dejó sin aliento.

—¿Entonces por qué sentí que no era yo quien estaba sentada contigo en esta mesa… sino ella?

—Si no me lo quieres decir, lo entenderé... Pero sabes que no me gusta que me mientan — Dijo ella severamente

Y se levantó. Sin escándalo. Sin lágrimas. Con dignidad.

Nick no pudo detenerla. Y mientras la lluvia seguía cayendo, pensó en todo lo que Sofía no había dicho… y en todo lo que había hecho con solo una visita.

"Sé que lo entiendes, Rouz... pero no quiero que mi pasado arruine nuestro futuro."

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FLASHBACK – HACE 7 AÑOS

(9 MESES ANTES DE CONOCER A ROUZ)

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La noche tenía el sabor de lo exclusivo: una galería de arte escondida en el corazón de la ciudad, luces tenues, copas brillando bajo lámparas de cristal y fotografías colgadas en las paredes como secretos susurrados. Las figuras del espectáculo se movían entre ellas con elegancia, sonriendo entre murmullos y brindis discretos. Nick, invitado por un amigo cercano, se mantenía al margen, observando más que participando. No era su tipo de lugar. Y aun así, allí estaba.