Cataleya

Capítulo 5 Escapar

—¿Faddei dices?

—Sí, él es mi esposo— dicho eso el hombre las hace pasar pero antes se fija que nadie las haya visto.

—Pasen, no se queden ahí afuera.

—Él me dijo que kadir nos ayudaría ¿Quién es Kadir?

—Ese soy yo. ¿dónde está Faddei?

—No lo sé, él se quedó en lugar, nos atacaron y escapamos.

—Y ellas son tus hijas gemelas.

—Sí, ellas son mi vida, por favor ayúdanos a salir de la aquí. Faddei confía en usted, me imagino que nos mandó con usted ya que nos podrá resolver este asunto.

—Lo hare señora, pero una de ellas está embarazada, puede ser peligroso.

—Sácanos del país por favor, luego mi esposo nos encontrará, él nos dijo que te buscará para que lo ayudes para salir del país, no creo que una embarazada sea problemas— el sujeto suspiro cansado.

—Está bien, veré que hare para sacarlas de aquí, de por si él me había dado datos de ustedes, creo que él solo estaba esperando en este ataque.

Frania se sorprendió al escuchar eso, Faddei ya tenía planes de sacarlas de Rusia, ella lloro por que no se imaginó que él quería salvaguardar a sus hijas junto a ella.

—Madre que pasara con Nosotras y papá.—pregunto Cataleya.

— Pequeña, nos iremos a los Estados unidos para una vida mejor. Tu hermana y tú ya no sufrirán más y esperaremos a tu padre, Él llegará para estar a nuestro lado.

Francela abrazo a sus dos pequeñas hijas, se echo a llorar   mientras pensaba en sí Faddei escapó de los rusos mafioso el cual buscaban el polvo blanco, una vez terminada todo esta pesadilla le dirá a su esposo que se deshaga de ese polvo blanco que ha traído muchas maldición a sus vidas, ella no entendía el tatuaje que su esposo le había hecho a su hija, si ella supiera hubiese ido en busca de esa porquería, de esa manera se lo entregaría a la mafia, aunque hubiera sido peligroso sobre todo encentra la ley, pero no sabía qué tipo de mapa más raro estaba marcada en la espalda de su hija Catalina.

—Mamá, que tanto piensas, tengo mucha hambre y este bebé no deja de moverse, me duelen las costillas— réplica Cataleya, ya cansada.

—Le diré a ese señor que nos de algo de comer, espero que no se enoje con nosotras— Francela sale de la habitación que kadir les había prestado. Cataleya se recuesta al lado de su hermana,  ambas empiezan a hablar bajito.

—Cati, tú crees que salgamos de esta situación tan peligrosa.

—Ojala que si, sólo deseo que todo salga bien, creo que debemos confiar en ese tal kadir—Catalina se le acerco a Cataleya para pedirle que le ponga la mano en su vientre. Ese gesto le gusto mucho a Cataleya, ella sujeto la mano de su hermana para así acercarla a su vientre.

—Hola bebé, se que saldremos de esta, sé que tú no tienes la culpa de lo que sucedió con tu mami, eres un inocente por eso no permitiré que sufrirás lo que tu mami sufrió, esta  vez no lo permitiré— lágrimas rodaban por los ojos de Cataleya.

— Oh, se ha movido, debe ser que le gusto lo que le dijiste.

—Qué bien—ambas reían contenta, al menos el ambientes cambia un poco. Mientras tanto Frania preparaba la cena junto a Kadir, el cual le decía que es lo que deberían de hacer al llegar a los EEUU, al parecer era una persona de confianza.

Pasaron una semana y Faddei no aparecía, Frania estaba preocupada, triste pero no se rendiría por nada, sus hijas eran la prioridad máxima.

—Señora ya todo está listo, hoy mismo viajarán en la noche a Moscú y luego rumbo a los EEUU.

Francela sentía una felicidad inmensa al saber que sus pequeñas saldrían del país que empezó el sufrimiento. Ya no habrá que sufrir más, de ahora en adelante. Pensó con lagrimas en los ojos.

—Kadir, Muchas gracias— expreso sincera, luego le dio un fuerte abrazo, el buen hombre se sorprendió al sentir tal gesto.

—No hay de que, la verdad yo tengo una deuda grande con su esposo, al menos se la quiero pagar ayudando a su familia— réplica recordando todos las veces que Faddei lo ayudo. Francela tomó su manos y le agradecía con lágrimas en los ojos por haberla ayudado y pidiéndole que si su esposo apareciera le dijera que lo esperaría con los brazos abierto, sin más que hacer, ella se adentra a la habitación donde se encontraban sus pequeñas y esbozando una sonrisa exclama.

—Hijas mías, nos vamos mis amores, una nueva vida empieza para todos— las niñas ríen feliz pero luego Cataleya pregunta por su padre.

—¿Madre y mi padre?

—Él llegará, nosotras sólo debemos esperas mientras el cumple su misión.

Catalina y Cataleya tomaron un refrescante baño, se alistaron y tomaron lo poco que tenían incluso la cámara que su padre les había regalado. Al Llegar a al aeropuerto se despidieron del buen hombre, amigo de su padre

-Bueno, aquí nos despedimos doña Frania, cuida mucho a tus hijas y a tu futuro nieto, no te preocupes por tu esposo trataré de dar con él, y no dudes en llamarme, toma —Kadir  le deposita un sobre blanco en la mano de Francela, ella sorprendida pregunta.

—¿Qué es?

—Es un dinero que me dio Faddei ya hace meses para guardar por si algo pasaba.

Francela llora triste al recordar a su amado a pesar de todas las cosas él siempre estaba pendiente de ellas.

—Gracias, mil gracias— sin decir más las niñas se despidieron de Kadir y se marcharon.

—Mami ¿Tú crees que nuestra vida cambiara?— Pregunta Cataleya.

—Si mi niña, toda cambiará, de esa no tengas la menor duda.

Subieron al avión, las dos se tomaron de la manos, abrazaron a su mamá de cada lado, luego se rindieron al sueño.

<<Un mes después>>

Cataleya ya tenía sus 8 meses de embarazo, ella se sentía cansada, fatigada y deprimida, por otro lado Catalina se sentía inútil al no poder hacer nada, realmente se sentía culpable por su discapacidad, su madre trabajaba en un restaurante sólo pudo encontrar ese trabajo, el mes que llevaban en el extranjero, era complicado pero le echaba ganas por sus hijas y su futuro nieto.




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