Cataleya

Capítulo 12 Dylan.

Cataleya

El desconocido sonríe levemente al ver mi seriedad.

-Bien, bien, ya dejaré de molestarla- Dicho eso siguio tomando.

Paso la noche y el hombre sigue tomando en silencio como si no le doliera la garganta de tanto tomar, a los minutos llegó su amigo que me pidió que lo cuidará.

-Gracias linda por cuidarlo. Dylan vamos, te dejare en tu coche para que te vayas, yo me iré a otro lado con aquélla morena- dice señalando hacia la bella bailarina.

-Déjame, yo puedo irme sólo, no necesito que me lleves quiero estar aquí todavía, además no soy un niño.

-Okey está bien, quédate. Adiós, me echas una llamada-él tipo me sonríe y guiña el ojo derecho se va dejando al molesto hombre.

-Oye preciosa ¿Puedo quedarme contigo?

-Haga lo que quiera-digo sin darle importancia.

Ya son las doce de la madrugada y el tal Dylan creo que se llama siguió bebiendo sin parar, se notaba triste como si algo traía.

-Cataleya, ya puedes irte, es mi turno.

-Gracias Juan te dejo el cliente aquel ya ha pagado.

-Buenas noches.

Recojo mi bolso, dejo todo arqueado y antes de irme volví mi rostro al hombre que seguía tomando, al parecer ya se ha ido.

-Se canso de tomar tanto, de seguro.

-¿Sucede algo Cataleya?

-No, no es nada Buenas noche-salgo del Antro colocando mi bolso sobre mi hombro, sentí la brisa golpear mi rostro, siento un tremendo frío el cual se hace presente, me puse la chamara que me ha acompañado siempre, me detengo en la acera a coger un taxi pero un auto se detiene frente a mí, me asusté mucho, sin embargo veo de quien se trata.

-Claro que esto es el colmo.

-Chica vamos, te daré un aventón.

-No gracias, puedo esperar un taxi, además estas ebrio- maldición, acaso este sujeto es un acosador.

-Tienes miedo que yo te haga algún daño, no estoy ebrio puedo tomar mucho y sigo igual.

Será cierto que no está borracho, tomaba como un loco hace unas horas.

-Se lo repetiré nuevamente ¡No lo conozco! acaso no entiende el lenguaje.

-Si tienes razón no la conozco, pero no te haré daño, anda vamos sólo me estoy ofreciendo a llevarte sabes que esta hora es muy peligrosa para que una chica tan linda este esperando un taxi, es muy tarde vamos sube te juro que no te hare nada solo deseo llevarte.

Tiene algo de razón, ya es muy tarde otras veces salgo temprano pero hoy me tocó trabajar el doble.

-Está bien, pero si tratas de hacerme algún daño te golpeó y créeme que lo haré muy fuerte-esboza una sonrisa de satisfacción.

-No te preocupes- sin decir nada me subo en la parte del copiloto, el auto es lujoso. Le doy mi dirección, note que no se veía muy ebrio se encontraba bien. En el transcurso de viaje ninguno articula palabra alguna.

A la media hora llegamos a mi casa. Bajo del auto agradezco el aventón. Antes de lograr entrar en mi pequeña casa el me llama.

-¿Chica, cómo te llamas?- me pregunta.

-¿Por qué?-Inquiero mirándolo fulminante.

-Lo que te dije en el Antro, es verdad, esta es mi tarjeta-extiende su mano hacia mí. -Llámame si aceptas, sólo es un propuesta, claro si eres soltera.

-No lo entiendo, a qué se debe tu proposición de que me Case con usted, no me conoce, yo no lo conozco además ¿Usted creé que aceptaré?

-Sabes, no entiendo por qué te lo pedí, algo me impulso, debe ser que ambos necesitamos ayuda del uno al otro, no lo crees.

-No será que escapaste de un manicomio- ríe burlesco-Ahora si Buenas noche.

-Oye, toma mi número, no es una broma, soy sincero- Uy pero que fastidio sí que está loco, pero si no tomo ese pedazo de tarjeta no se irá.

-Démelo y váyase por favor.

-Hasta pronto linda.

Suspiro adentrándome a la casa. Deje las llaves y la tarjeta, entro a la cocina tomo un vaso de leche. Subo a la habitación de Francela y miro a mi princesa que duerme a lado de mi madre, entre a mi habitación me desnude, lave mi rostro, me puse mi pijama, luego me recuesto cerrando los ojos y dejándome vencer por el cansancio.

****

Dylan

No me equivoqué, es la misma chica que vi en el hospital donde trabaja Felipe, al llegar lo primero era darle la mala noticia de la muerte de nuestro amigo de la infancia, lo vi platicando con una chica de ojos verde como la Esmeralda, la note muy preocupada a su lado estaba una pequeña niña frotándose los ojitos, él le indicaba un numero de habitación, luego ella se fue, me le acerque le di un apretón de mano pero antes le pregunte por su mirada triste y aún no sabe la noticia que hará que se sienta más triste. Le pregunté el motivo de su seriedad y me contó de la madre de la chica que al parecer son de escasos recursos, la señora debe de recibir un tratamiento muy costoso, lo que el no sabe es si tienen el dinero suficiente. Al lo que una idea loca se me vino a la cabeza. Dspués de charlar le conté la muerte de Francisco amigo muy querido la cual murió en España en un accidente de Auto, fue muy triste, lo deje y decidí irme cuando percate una voz angelical hablando.

-Hoy no podre ir a trabajar, por favor discúlpeme le prometo que mañana trabajaré horas extra, gracias.

La chica se encontraba hablando con Felipe es tan linda, su cuerpo firme y su rostro angelical llama la atención. Y fue de esa manera que me sorprendió mucho al verla ahí en ese Antro estaba en la barra y le dije a Mauricio que me sentí un poco ebrio que quería tomar en la barra, llegamos y Mauricio empezó a bromear con ella note como su penetrante ojos verdad lo miraba con enojo.

Sin más que decir pasa la noche no lo podía creer que yo le propusiera matrimonio, pero algo me dicia que por la necesidad llegará aceptar, mi padre desea tanto que yo me case que cumpla su último deseo y eso haré.

 




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