Cataleya

Capítulo 17 Actuación

Dylan:

Estaba meditando sobre todo lo que le diría a mi padre acerca de mi supuesta novia. No había traído una chica a casa en años, y podía imaginar la reacción de papá: "Ya era hora, hijo". Sin embargo, otra preocupación rondaba mi mente. ¿Quién en su sano juicio no había consumado su matrimonio? Cataleya realmente era ingenua si pensaba que no habría noche de bodas. Necesitaba que ella quedara embarazada para cumplirle ese deseo a mi padre. Además, su comportamiento sugería que no tenía experiencia en relaciones amorosas, a pesar de tener una hija de 8 años. Decidí dejar de lado esos pensamientos y dirigirme a ver a mi padre.

Entré en la habitación y lo vi recostado, leyendo uno de sus libros. Al notar mi presencia, sonrió. Me senté junto a la cama. Mi padre era un buen hombre; a sus 60 años, seguía siendo fuerte y dedicado. Era una pena que su corazón fuera tan frágil y necesitara tanto cuidado.

-¿Cómo te sientes, papá? -le pregunté.

-Muy bien, hijo. Y tú, ¿cómo te fue en la empresa?

-Todo va bien, no te preocupes. Recuerda que debes mantener la calma para cuidar tu corazón.

-Tienes razón, hijo. Cambiando de tema ¿cuándo traerás a tu novia a casa? Me gustaría conocerla -preguntó mi padre.

-La traeré mañana, no te preocupes.

-Debe ser muy guapa, ¿verdad?

-Definitivamente. Es una chica de 23 años, rubia, con unos ojos verdes que hipnotizan a cualquiera -expresó con seguridad.

-Veo que te gusta mucho. Qué bien que hayas encontrado a una chica linda después de lo que esa mujer te hizo al dejarte. Ya era hora de que la olvidaras y retomaras tu vida. Los años que pasaste en esa silla de ruedas te dejaron marcado, pero hijo mío, ya es hora de superarlo. Ahora vive la vida feliz y trae a casa a esa futura madre de tus hijos- Habla alegre mi padre, pero con seriedad. Si supiera que estoy fingiendo tener una novia y comprando una esposa, nunca me lo perdonaría. Mi padre sufrió un paro cardíaco hace seis meses en una reunión al descubrir los fraudes de Jaime, su ex socio. Su médico le exigió absoluto reposo; un golpe más y su corazón no lo soportará. Desde que me hice cargo de mi empresa y de la de mi padre, todo ha mejorado.

-Hijo, ¿todo bien?- mi padre me saca de mis pensamientos.

-Sí, todo bien-le respondo, fingiendo una sonrisa.

Después de hablar con mi padre, decido ir a ver a Cataleya para informarle detalladamente cómo debemos actuar desde ahora. Al llegar a su casa, estaciono el auto y bajo, encaminándome hacia la puerta. Me siento nervioso; ni yo entiendo cómo actuar frente a la madre de Cataleya.

***

Toqué la puerta varias veces hasta que finalmente se abrió. Cataleya apareció, reluciente. Vestía una falta corta negros y una remera floja en blanco. La noté diferente; sus ojos verdes parecían más brillantes y su cabello largo estaba trenzado a un lado... eran tan dorado como el oro.

—Hola—Salude cortez.

—Hola —respondió, frunciendo el ceño. —¿Qué te trae por aquí, Dylan? —preguntó, apretando los dientes.

—Hija, déjalo pasar.

Creo que si la señora Francela no le hubiera dicho que me dejara entrar, ella no lo habría hecho. Esta chica será difícil de manejar, pero no importa, me las arreglaré.

—Señora, buenas noches. Espero que me disculpe por la hora —dije, intentando ser amable. Me acerqué y la saludé con un apretón de manos—Cataleya, amor, ¿y la pequeña Aleyna? —Pregunté por la niña.

La expresión de Cataleya cambió cuando le dije "amor". Me acerqué y le di un beso en la comisura de los labios. Sé que me golpeará cuando estemos solos, pero debemos fingir para que su madre no sospeche nada.

—Ella está jugando con sus muñecas —informa Cataleya de mala ganan y nerviosa.

—Bien, me alegra que esté entretenida —respondo.

—¿Por qué lo mencionas? —pregunta, confundida.

—Quería llevarte a dar un paseo —frunzo el ceño.

—Señora Francela, me gustaría salir un rato con su hija. Espero que no le moleste; entiendo lo tarde que es, pero solo daremos un corto paseo —digo, dirigiéndome a la madre de Cataleya.

—Dylan, ¿verdad? —me pregunta la señora.

—Sí —confirmo.

—Cataleya es lo suficientemente mayor para tomar sus propias decisiones, pero debo advertirte que no juegues con ella. Es la primera vez que la veo con un novio —añade la madre con seriedad.

—¿En serio? Jamás Cataleya ha traído a un novio—digo sorprendido.

Debe tener sus cositas a escondidas. Oh, seguro que es picante, esta mujercita.

—Entendido, joven Dylan —replica la madre de mi novia.

—Entendido—respondo algo molesto, si supiera. Giro mi rostro y noto a Cataleya algo molesta y distraída. Se acerca a su madre.

—Madre, volveré temprano — La señora asiente con un movimiento de cabeza y se adentra en la cocina, supongo. Cataleya se me acerca y me susurra: —Te la verás conmigo cuando salgamos de aquí. Lo dice en voz baja.

Salimos de ahí y llego hasta mi auto. Abro la puerta del copiloto, entro yo y hago lo mismo. Al entrar, siento un fuerte golpe en el rostro.

—¡Pero qué demonios te sucede a ti!—gruño muy enojado.

—¿Por qué me besaste enfrente de mi madre, y encima me dices "amor"?

—Ah. Veremos si vuelves a golpearme.

—¿Qué harás? —Pregunta incrédula.

La sujeto de quijada con fuerza, atrapo sus labios y la beso. No se dejaba, pero sigo insistiendo hasta que se deja llevar. Sus labios realmente se sienten inexpertos, su sabor es exquisito y suave. Se siente increíble hasta que siento un pequeño dolor en mi labio inferior. Me separo de ella sin decir nada.

—¿Qué demonios te pasa? —pregunto.

—Pasa que me diste una golpiza y me la estoy cobrando, y mira, me mordiste el labio —digo señalando mi labio y relamiéndolo por su sabor.

La noto algo nerviosa y tiene sus manos en su labio. Ella solo me mira enojada.

Estamos a mano. Si me vuelves a dar otra cachetada, te volveré a besar.

—Idiota— fue lo único que me dijo. Salimos de ahí rumbo a un lugar tranquilo. Minutos después, llegamos a un restaurante cerca de la playa. Ninguno dijo nada, y fue mejor así. Entramos; el lugar era bohemio y tranquilo, con vista a la playa. Pedí una cerveza y ella pidió un cóctel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.