Febrero 23 - Día 38
Me desperté con un sobresalto, con el pecho agitado y mi cuerpo lleno de sudor. Mi corazón latía frenéticamente en mi pecho, demasiado rápido. Nunca había latido tan rápido.
Estaba sentado con las sábanas enredadas en mi cuerpo, era como una pesadilla que no podía quitarme de encima, un mal sueño que comenzó en el momento que me desperté. Me llevé mis dedos a mi cuello, sintiendo mi garganta hinchada e hice una mueca de dolor.
Dios no, por favor, no otra vez.
No puedo hacerlo de nuevo.
Estaba oscuro en mi habitación. Había sombras que pasaban y desaparecían al pie de mi cama. Pensé en llamar a Leonard para que me abrazara hasta que estuviera bien, pero no quería preocuparlo, me miraría con esa cara tonta que sólo él sabía poner. La expresión que hacía era peor que todos los "lo siento" del mundo.
Pasé mis dedos por mi cabeza, tirando desesperadamente de las hebras de mi cabello, con ganas de gritar y gritar y nunca más volver a hacer un sonido de nuevo. Me estaba desgarrando, olvidando cómo respirar por un momento.
No, otra vez no.
Busqué mi celular y lo sostuve con mis dedos temblorosos. Sólo había una persona a quien podía llamarle.
Por favor, contesta.
Te necesito.
Por favor.
Su voz cortó el tercer timbre. Su voz suave y adormilada calmaron el pánico que tenía en mis huesos.
- Howard.
- Háblame, por favor. - Susurré.
Escuché las sábanas moverse y su respiración a través de la línea del celular. Rajesh no me preguntó qué me pasaba o si estaba bien, me contestó con una voz lenta y segura:
- ¿Qué quieres que te diga?
- Lo que sea.
Hizo una pausa aclarando su garganta para seguir hablando con su suave voz.
- Te puedo cantar, ¿está bien?
- Perfecto. - Me acosté de lado, aprisionando mi almohada contra mi estómago mientras miraba la noche a través de mi ventana; se podía ver la claridad de la luna.
- Settle down with me, cover me up, cuddle me in... - Comenzó lentamente. Cuando cantaba, el tono de su voz era casi igual como cuando hablaba: era grave, baja y un poco rasposa. - Lie down with me, hold me in your arms...
Hubo un tono rosa en mis mejillas mientras seguía escuchando el tono de su voz. Quería verlo, acostarme a su lado y esconder mi cabeza en su cuello sin tener que pensar en nada más. Escucharlo a través del celular que tenía en mi mano fue suficiente para calmar los latidos acelerados de mi corazón.
Era como una canción de cuna. Su respiración y la mía podían escucharse cada vez que él continuaba los versos y los coros con su dulce voz que juntaba todas las palabras. Continuó cantando poco a poco bajando el tono de su voz y las últimas líneas de la canción fueron desapareciendo mientras mis ojos se cerraban poco a poco.
***
Me desperté con mi alarma a las 8 de la mañana, tenía dos mensajes de Rajesh. Me quité mis sábanas de encima, sentí mis manos temblorosas, mi cabello revuelto y dejé escapar un pequeño suspiro mientras me levantaba. Caminé hacia la ventana, echando un vistazo hacia la calle y luego miré el teléfono que tenía en mis manos.
3:21 - Rajesh
Espero que estés bien.
3:23 - Rajesh
Que duermas bien.
Pasé mis dedos por la pequeña pantalla, delineando los mensajes con ellos una y otra vez, hasta que estuvieron marcados en mi mente. Yo no estaba bien y tampoco había estado durmiendo bien. Miré hacia mis sábanas, estaban algo mojadas por mi piel sudorosa de hace unos minutos.
Acomodé un poco la cama y me recosté de nuevo, deseando poder permanecer entre los suaves pliegues de las sábanas y nunca moverme de nuevo. No estaba seguro de si podría dormir, quería colocar una almohada en mi cabeza y no tener que pensar nada.
Pensé en llamar y decir que estaba enfermo, pero sería hipócrita de mi parte: todos mis pacientes estaban enfermos permanentemente con cáncer. Entonces pensé que tal vez estaría pronto en su misma situación, en la misma situación de aquellos que tenían su camino cerca con la muerte.
Me levanté de nuevo y me dirigí al baño, dejando escapar un largo bostezo. Alcancé a ver mi reflejo.
- Caray, no estoy de humor para esto. - Dije levemente; al parecer hablarme a mí mismo era algo que hacía ahora.
Me froté mis ojos mientras deseaba poder borrar las bolsas y el color púrpura que tenía debajo de mis ojos.
Por el momento me di por vencido, fui a la cocina sólo con mis pans grises. Leonard ya se había ido a la universidad, me dejó solo en el silencioso apartamento, tenía que prepararme yo mismo mi café mientras tenía la urgencia de acurrucarme en mí mismo y no tener que moverme nunca más.
Tomé mi teléfono mientras pequeños destellos de Rajesh pasaban por mi mente. Su cabello castaño, aquel glaseado en la punta de su nariz, sus dedos, sus manos. Quería verlo de nuevo, estar a su lado hacía todo un poco mejor.
08:06 - Howard
Gracias por preocuparte por mí.
Dejé mi teléfono en la mesa de la cocina mientras caminaba sin coordinación, quitándome mis pans y dejándolos sobre una pila de ropa. Me dirigí nuevamente al baño, dejé mi bóxer en una esquina caminé hacia la ducha, abriendo la llave de agua caliente y dejando que esta se deslizara por mi piel.
Mis pensamientos venían como remolinos en mi mente mientras colocaba el jabón sobre mi piel y el vapor de la ducha había nublado el espejo. No quería ir a trabajar, quería sentarme en la mesa de la cocina de Penny, mirarla hacer muffins y escucharla cantar al ritmo de la música. Quería hacerle bromas a Leonard sobre cuántas veces había visto Toy Story. Quería estar con Rajesh.
Pensé en él, pensé en poder comprarle más tiempo, pensé en cómo comía el glaseado de los muffins, la forma en que me sonrió mientras comía su pedazo de pastel de chocolate, ese momento fue especial. Pensé en aquellos seis meses que ahora sólo eran cinco.