Caught in the web

UNO

Arya hizo una mueca. Una vez más, Peter Parker le había arrebatado el primer puesto. El chico se levantó y avanzó hacia el escenario con pasos torpes. Los aplausos llenaron el auditorio, pero Arya se hundió en su asiento, entretenida con la idea de que Parker tropezara al subir las escaleras y terminara de bruces en el suelo. La imagen mental le arrancó una risa ahogada, lo suficientemente audible como para que Peter se volviera a mirarla. Fue entonces cuando, como si su imaginación se hiciera realidad, él tropezó en el primer escalón. Arya volvió a reír, pero esta vez a carcajadas y acompañada del resto de estudiantes.

En unos asientos más atrás, Flash Thompson se levantó y gritó:

—¡Parker, el único premio que mereces es por el mejor aterrizaje de cara!

Las risas estallaron como una ola en el auditorio, y Peter, con la cara tan roja como su sudadera, subió el resto de las escaleras con pasos rápidos y la cabeza gacha. Arya, todavía riendo, intentó calmarse cubriéndose la boca, pero no pudo evitar notar la mirada fugaz que Peter le dirigió antes de girarse hacia el micrófono. La odiaba, lo había visto claro en sus ojos. Y por alguna razón, eso solo hizo que le resultara aún más gracioso.

Luego, sin pensarlo demasiado, Peter devolvió la mirada a Flash.

—Bueno, Flash, al menos yo hago el ridículo por accidente. Tú lo haces por deporte.

Después de que Flash se sentara de nuevo, con los puños apretados y sin decir una palabra más, Parker dio su discurso. Fue rápido, unos cinco minutos, pero Arya no se molestó en escuchar; se dedicó a juguetear con su móvil, deslizando distraída en TikTok, sin realmente prestar atención a nada. Cuando vio que todo el mundo se levantaba, lo hizo también, y se echó la mochila al hombro.

Mientras caminaba hacia la salida del auditorio, una figura familiar apareció a su lado.

—¿Qué se siente ser la segundona, Quill? Otra vez.

—Parker —saludó con evidente desagrado, sin molestarse en mirarlo—. No te lo creas tanto.

—¿No? ¿Qué fue eso de "te voy a machacar, Parker"?

Arya puso los ojos en blanco. Sí, eso le había dicho antes de empezar el concurso de ciencias.

—Hiciste trampas.

Peter frunció el ceño, fingiendo indignación.

—¿Trampas?

—Mi padre lee el Daily Bugle todos los días. Sé que tú haces las fotos de Spiderman, sale tu nombre en el pie de foto. —Arya lo miró de reojo—. Es obvio que no hiciste la réplica de las telarañas de Spiderman. Te las dio tu amiguito.

Peter parpadeó, sorprendido, antes de esbozar una sonrisa.

—Si eso te hace sentir mejor.

—Porque es cierto. —Arya se giró para encararlo con una ceja arqueada—. Y si no te importa, tengo cosas más importantes que hacer que hablar con un friki como tú.

Con determinación, dio media vuelta y empezó a caminar por el pasillo hacia las taquillas. Sacó sus libros, ignorando la presencia de Peter que, para su desgracia, parecía estar más cerca de lo que le gustaría. Claro, las taquillas eran vecinas, porque la vida no podía ser más injusta.

Cuando subió las escaleras al piso de arriba, Peter seguía detrás de ella. Arya se detuvo de golpe en el rellano y giró sobre sus talones para mirarlo.

—¿Qué haces? —preguntó, deteniéndose en el rellano y girándose hacia él.

Peter se encogió de hombros, como si fuera lo más obvio del mundo.

—Voy a clase, ¿tú no?

Arya lo miró con los ojos entrecerrados.

—Tu clase no está en este piso.

Peter sonrió. Esa sonrisa. La que hacía que Arya considerara seriamente lanzarle uno de sus libros directamente a la cara.

—¿Y cómo lo sabes? ¿Estás espiándome, Quill?

Arya apretó los dientes, conteniendo una respuesta mordaz.

—No te emociones, que no te estoy siguiendo —dijo él detrás de ella—. Mis notas de francés han bajado, así que me han puesto más horas de refuerzo.

—¿El inteligentísimo Peter Parker necesita ayuda para aprobar? —preguntó Arya con sarcasmo, girándose para seguir caminando—. Ya no soy tan segundona, ¿no?

—Pues, teniendo en cuenta que yo estoy en el nivel avanzado y tú no, diría que sí. Lo eres. Pero mira el lado bueno —Peter avanzó rápidamente hasta ella y pasó el brazo por sus hombros—: más tiempo juntos.

🕸️🕷️🕸️

La clase parecía no acabar nunca. Cada vez que levantaba la mirada, Arya se encontraba con la odiosa cara de Parker. En un momento dado, incluso le lanzó un par de bolas de papel a la cabeza para molestara, como si fuera un niño insoportable de preescolar. Era el tipo de cosa que la hacía querer levantarse y gritarle algo, pero no podía. Las normas del instituto no lo permitían, y Arya no quería quedarse castigada al final del día.

Por suerte, a mitad de la hora, Parker dejó de incordiarla y comenzó a hablar con Gwen Stacy, que se sentaba justo delante de él. Arya no entendió por qué eso la molestó tanto, pero lo hizo. Y fue peor cuando empezaron a reír juntos por algún comentario de Peter. ¿De qué podía estar hablando que fuese tan gracioso? Peter Parker era molesto, grosero e irritante, pero no gracioso. En absoluto.

Y, como si un instinto le avisara de que alguien lo observaba, Peter se giró hacia ella. Arya apartó la vista de inmediato, fingiendo estar concentrada en copiar lo que la señorita Roth había escrito en la pizarra.

—Me estabas mirando —le soltó Peter al acercarse al terminar la clase.

—Tú deliras —respondió Arya con sorna, ajustándose la mochila.

—No te hagas la tonta, te vi clarito.

—Bueno, vale, ¿y qué? —Arya alzó una ceja, desafiante—. Gwen y tú no parábais de chismorrear. Era un poco difícil concentrarse con tanto parloteo y risitas.

Peter esbozó una sonrisa ancha.

—Oh, ya veo... Estás celosa.

Arya soltó una carcajada seca.

—¿Celosa? Claro, Parker. ¿Quién no querría tu atención? —Arya rodó los ojos y cruzó los brazos—. Lo que me faltaba.

Peter se inclinó hacia ella, apoyando los codos en el pupitre de Arya y sosteniendo su cara entre las manos con una sonrisa burlona.




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