Mi pequeña mujer

Cuando la vida nos brinda la maravillosa oportunidad de conocer a alguien a quien amar y proteger, deberíamos sentirnos las personas más dichosas del mundo. Durante mucho tiempo, anhelaba encontrar a alguien a quien amar y proteger de cualquier posible peligro, pero nunca imaginé que esa persona sería una mujer joven que lograría cautivarme cada vez más, sin que pudiera evitarlo.

Madison Elizabeth Foster, una mujer joven de apenas diecisiete años, logró atraparme de una manera que nunca esperé. Dulce, atenta, detallista y sencilla, tenía una personalidad tan cautivadora que me tenía rendido a sus pies como ninguna otra mujer lo había conseguido antes.

En mi mente, no podía dejar de cuestionarme una y otra vez: ¿Por qué la vida me había dado a una mujer cuatro años menor que yo? ¿Por qué no me había dado a alguien de mi edad? Pero la verdadera pregunta era: ¿por qué no?

Madison Foster podía dar la apariencia de ser la persona más feliz del mundo, pero la realidad era que ocultaba sus temores para no preocupar a los demás. Nunca compartía sus preocupaciones o inseguridades, simplemente se concentraba en mí, y eso era algo que me encantaba. Madison lograba sacarme sonrisas como ninguna otra mujer lo había logrado antes.

Sí, yo, Ashton Butler, me había dejado cautivar por una mujer joven. Y nunca me arrepentiré de ello. Ella es la mujer joven que logró atraparme, y me encanta haberme dejado llevar por ella.