Cautivado por una pequeña mujer (en EdiciÓn)

Capítulo tres

— Preguntaré por última vez, así que espero que ambas señoritas me digan la verdad de lo que sucedió en el laboratorio de química ahora mismo o serán sancionadas durante un mes —dice el director Jones, visiblemente enojado por el alboroto que hemos causado en nuestro primer día de clases—. Así que, ¿quién me dirá qué sucedió durante la clase de química con la profesora Stone? Y no pienso pasar esto por alto en esta ocasión, señorita Lee —. La chica de ojos cafés y cabello caramelo lo observa impasible.

Así es, en estos momentos me encuentro en la oficina del director, acompañada por la irritante Amber Lee, todo gracias a la profesora Stone y su eterna amargura. Y tal vez, solo tal vez, hayamos causado un pequeño incidente en su clase que nos ha llevado hasta aquí.

— Fácil, la única culpable de todo lo sucedido fue Madison, señor Jones —. Amber me señala con su dedo, su sonrisa rebosante de cinismo. — Es a ella a quien debe sancionar por aquel desastre que provocó, no a mí. ¿Puedo ya retirarme? Tengo asuntos más importantes que atender que estar perdiendo mi tiempo aquí —abro mi boca, sintiendo indignación por esa falsa acusación.

— Discúlpame, estúpida hueca sin neuronas. ¿Fue mi culpa? — La miro completamente enojada, ella sonríe con satisfacción mientras me mira. — Es tu culpa por ser incapaz de recibir indicaciones de los demás, porque la señorita se cree doña perfecta y que nadie puede decirle lo contrario.

— ¿Acabas de tener el descaro de decir que es culpa mía? — Amber se ríe sin humor mientras su mirada refleja maldad. — Aceptaría la responsabilidad si yo hubiera ocasionado aquel desastre, pero no es así, estúpida — Amber alza la voz intentando victimizarse para engañar al director mientras me mira con desdén.

Me levanté con la firme intención de enfrentarla y borrar la cínica sonrisa que adornaba su rostro mientras me señalaba con su dedo acusador. Era evidente que estaba disfrutando de meterme en problemas. Nunca antes había sentido tanto enojo y deseos de golpear a alguien, excepto quizás mi hermano o, en ocasiones, Alex. Cada paso que daba hacia ella estaba cargado de una determinación feroz, dispuesta a hacerle entender que no podía jugar conmigo de esa manera.

No soporto ni un segundo más cerca de esa chica que solo parece disfrutar molestándome, como si fuera su pasatiempo favorito. Amber Lee es la única persona que ha logrado ganarse mi completa aversión, y no puedo tolerar tenerla cerca por un segundo más. Si continúo cerca de ella, temo que no pueda contener mi impulso de golpear su rostro y borrar esa sonrisa que no hace más que esconder su odio hacia mí, sin tener una razón válida para sentirlo, ya que nunca he hecho nada para merecerlo. Mi corazón late con furia mientras me esfuerzo por mantener la calma, pero cada fibra de mi ser anhela alejarme de ella lo más rápido posible.

— Señorita Foster, tenga la amabilidad de sentarse nuevamente porque no pienso tolerar otra pelea en este día — pide el director, observándome con el ceño fruncido, lo que resalta aún más sus arrugas —. ¿O prefiere recibir una sanción doble? La elección es suya.

Suelto un resoplido exasperado y vuelvo a sentarme, sintiendo una mezcla de enojo y frustración hacia ambos. Esta situación es verdaderamente absurda; estamos perdiendo el tiempo en un asunto que podría resolverse fácilmente si Amber tuviera la decencia de admitir que todo fue culpa suya. Me cuesta creer cómo algo tan simple se ha convertido en un drama innecesario que nos afecta a todos. Mis manos están apretadas en puños mientras intento contener la ira que me consume, deseando que esta pesadilla termine de una vez por todas.

Me dan ganas de que ambos tengan una sobredosis de helado de chocolate. Aunque es claramente imposible que alguien sufra por comer helado, podría causarles un subidón de azúcar, y no estoy dispuesta a permitirlo. El helado de chocolate es solo para mí y no lo comparto con absolutamente nadie.

— Yo explicaré todo lo que sucedió en el laboratorio, señor Jones — murmuró en voz baja, tomando una respiración suave para intentar controlar mi irritación ante esta situación.

— Al fin nos estamos entendiendo, señorita Foster. Estoy listo para escuchar todo lo que tiene para decirme en su defensa. — Amber iba a replicar, pero el director decide interrumpirla, sin querer escucharla. — No, señorita Lee, tuvo su oportunidad de hablar con sinceridad, pero usted optó por rehusarse a contar lo sucedido culpando a su compañera para salir ilesa de esta situación. Así que escucharé lo que ella tiene para contar lo sucedido, porque a diferencia de usted, su compañera no se mete en problemas. —me miró con una expresión que transmitía seriedad. — Empiece, señorita Foster, y quiero la verdad para acabar con este asunto de una vez por todas.

— Lo que sucedió fue...

 

 

 

 

 

No soporto esta clase; quiero irme a mi casa. Tengo muchísimo sueño. Anoche no dormí mucho porque estuve leyendo una historia desde el principio hasta altas horas de la madrugada.

¿Por qué tenían que terminar separados? La protagonista es muy estúpida. Prefirió al chico malo antes que al chico dulce y tierno que la amaba de verdad. Es triste porque él sacrificó todo lo que tenía para arriesgarse y ser feliz a su lado, brindándole un amor sincero y verdadero. Pero ella decidió hacerle caso a sus hormonas y quedarse con el chico que no la valoraba en lo absoluto, solo por tener una apariencia de un dios griego.

Esta juventud no sabe diferenciar el amor verdadero del placer momentáneo. Perdí valiosas horas de sueño leyendo una historia realmente cliché y adictiva, con un final convencional.

¿Qué sentido tendría estar con una persona que no te merece? Es estúpido e insensato. Si tuviera la oportunidad de tomar una decisión similar, sin duda querría quedarme con aquel hombre que dio todo por mí para hacerme feliz y me demuestra que me ama incondicionalmente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.