Cayendo por Ella

Prólogo.

Nunca creí llegar a estar en una situación así. Lo que parecía ser una buena oportunidad para alejarme del drama familiar, ignorar las constantes llamadas de una ex resentida y desprenderme de las avaricias de un ex amigo, se convirtió en una especie de oasis que no creí necesitar en ese instante.

Ella era algo más, tan cautivante, elegante y fuerte. Su manera de hablar, caminar e incluso su mirada, todo en ella te gritaba lo poderosa, imponente y segura que era en cada aspecto de su vida.

La primera vez que la conocí hubo chispas, que más allá de un malentendido, se convirtió en un convenio lleno de placer y lujuria que no beneficio en tantos modos, que fui ingenuo en creer que se mantendría sólo de un modo físico, que no sería tan estúpido para comenzar a sentir algo más.

Lo que empezó como una aventura, se convirtió en algo más profundo. Quería que me conociera tal como soy, que me consolara en mis malos momentos y celebrara los buenos. Quería que su rostro fuera lo primero en ver al despertar y o ultimo al ir a dormir. Quería perderme en su cuerpo, en sus caricias y besos, pero también en sus suspiros, pensamientos y sueños.

¿Cómo llegue a enamorarme tan profundamente de ella? ¿Cómo llegué a interesarme tanto, que acabé siendo su apoyo cuando más lo necesitaba?

Esa es una historia que se cuenta sola, porque ya no era sólo sexo y pasión, era algo más, algo que me estaba enloqueciendo de tal modo, que algunas veces llegué a asustarme de lo que sentía, tanto, que en ocasiones cometí algunos errores que casi hacen que todo se terminará antes de empezar.

Caí, caí de manera rápida, fuerte e intensa.

Fui cayendo por ella.




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