Caza de Reyes

12. ALGO DE ORGE

(Logan)

Sabía que lo sucedido en Borrering no tardaría en resonar por gran parte de Aslagia, hasta llegar al mismo infierno entre los vivos, y ahora tenía una carta negra sobre mi escritorio, sellada con la misma tinta en sangre de siempre. No debería estar haciendo estos "favores" si no fuera porque desgracidamente somos familia, pero es la única forma de saber como murió mi madre. He estado pensando demasiado, tengo una gran carga ahora encima, todo el cartel esta en mis manos después de todo lo sucedido con mi padre, es tan ironico como se le hace llamar infierno entre los vivos a un pedazo del mapa, cuando en realidad la misma mierda esta exparcida en el resto del mundo.

Me recuesto un rato en el gran sillón de mi padre, morado en vino con hilos dorados, era la primera vez que podía sentarme en aquel dichoso sillón que como un trono de sangre no solo podía sentarse unicamente el líder de los Orge, sino que inponía el gran poder que se poseía en todo sentido de la palabra, no existiría misericordia para absolutamente nadie a partir de ese momento.

—Me recuerdas a papá.—Comenta Vidia recostada en el marco de la puerta, ni me había dado cuenta de su llegada —Él siempre estaba sentado en aquel sillón morado y mira, ahora estás tú, ¿Que se siente ser la nueva cabeza de los Orge Superbia?

—Solo debemos hacer lo que sabemos hacer Vidia.—Respondo mientras me retiro los guantes que traía puestos.

—Fuimos críados para decapitar, estrangular, degollar y acabar con las personas que se interpusieran en nuestro camino, lo sé, pero...vi que recibiste una carta, ¿De quien era?¿De que trataba?—Pregunta mientras las busca con la mirada en mi escritorio.

—Nada que sea de tu incunvencia como tal, yo soy el mal paladín ahora, yo puedo encargarme solo de todo esto, y respecto a la carta... no tiene nada de importante.—Respondo algo indiferente diciendo lo último.

—Siempre quieres hacerlo todo solo, pero tu y yo vinimos juntos a este mundo podrido asi que puedes contar conmigo, no lo olvides. No eres él único que quiere descubrir la verdad de mamá.

Me quede callado por unos minutos, la ayuda de Vidia me serviría mucho pero no quería ponerla en riesgo, como ella mismo dijo, llegamos juntos a este mundo podrido y aprendimos a cuidar del otro solos, mi padre nunca se preocupo tanto por ella, por el simple hecho de haber nacido mujer, pero yo daría mi vida por Vidia, no permitiría jamás que se atrevan a ponerle un asqueroso dedo encima, si eso sucediera terminaría por hacer arder el mundo, hacer realidad un infierno entre los vivos, que realmente terminen llorando sangre...

—¿Logan? ¿Estás allí?.—Comienza a tratar de llamar mi atención chasqueando los dedos.

—Sí, no te preocupes, ya te dije que puedo solo, te avisare si algo realmente importante sucede, ¿De acuerdo?

—Espero que si lo hagas.—Dice esto ultimo y se va.

Cerró la puerta y me dirigí rapidamente al primer cajón de mi escritorio, saque unos lentes y me puse a leer detenidamente la carta, traía el mismo bendito escudo de siempre en el sello, de los Curiel.

"Querido Logan.

Ya me llegó lo que sucedió en Borrering, veo que el ingenio de los Orge Superbia murió junto con tu padre, es una calamidad que no sepas manejar bien a tu gente, son cosas sencillas pero no pudiste cumplir con la primera tarea que te di, mueres por saber la verdad de Camille pero solo dejas notar tu nulidad, espero puedas cumplir con exito tu segunda tarea porque seria una total pena y solo dejarias notar tu imcopetencia, quiero confiar en que puedes llegar a ser mucho mejor que tú padre pero a la vez sabes que odio la ignorancia junto a la imcopetencia, espero puedas demostrarme al real líder de los Orge Superbia.

E.S.C.C"

Termine arrugando aquella carta, ¿Quien se creía para atreverse a hablarme de esa manera? Lo sucedido en Borrering no estaba a mi mando, de haber sido así no hubiera dejado a Gonzalo vivo por tremenda estupidez, mi padre se atrevio a jugar al ser misericordioso por primera vez con un insignificante pero con su familia, viva sangre solía hasta ser cafre, y así decía nunca tener compasión con nadie, en el momento en que torció por primera vez ese mandato termino muerto, sus palabras lo arrastraron hacia el mismo infierno.

Si él hubiera sabido todo lo que yo sabía, estoy seguro que se habría tragado un infarto al corazón a la fuerza, no permitiria jamás que lo vean tan expuesto, no hubiera podido soportar que alguien inferior a él pudiera haber descubierto sus sórdidos secretos. Si hubiera podido estar allí, en el momento en que todo acabó, en que su cuerpo comenzó a arder por dentro, ¿tal vez lo hubiera disfrutado? no lo sé, pero crecer todo este tiempo aqui me enseño a que la misericordia solo existe en debiles, o terminas aprendiendo de alguna manera o la misma vida se encarga de darte lo que mereces pues ella realmente no cuenta con compasión, las lecciones de mi padre solo dejaron a relucir una cosa... no tener piedad ni con tu propia familia, pues todos pueden ser unos traidores.




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