—Vamos—expreso Tessa sintiéndose incómoda por aquella situación con el policía, era obvio que tendría que estar vigilando la zona, después de todo aún no encontraban al verdadero culpable, además cabía la posibilidad de que algún fisgón anduviera por ahí y Tessa odiaba las miradas imprudentes de completos desconocidos, más si la conectaban con un asesinato, pero en el razonamiento de Tessa, su padre era completamente inocente, solo debia encontrar pruebas que lo demostraran.
Magie asintió con una extraña sensación en la garganta al ver que la cinta amarilla también había sido colocada sobre la puerta de la casa de Tessa. Se suponía que el crimen no había ocurrido ahí, pero en cuanto al cómo había encontrado el cuerpo, esa era otra historia.
—¿De verdad podemos pasar?—insistió Magie un poco nerviosa, era la primera vez que veía algo semejante, aunque no exactamente la cinta amarilla, ya que su tía era policía, sino el sitio donde había sido encontrado un cuerpo.
—Por favor— se detuvo Tessa sobre la puerta y se giró hacia su amiga—ya me siento demasiado estresada con esto, el policía no nos detuvo, así que no debe haber ningún problema.
Magie trago, saliva, había visto a Tessa enojada muchas veces, pero ninguna como en esa ocasión, así que solo asintió y observo como Tessa volvía la mirada hacia la puerta y retiraba la cinta amarilla para después buscar la copia de la llave encima del marco de la puerta.
Cuando Tessa la introdujo y esta cedió, se sintió un ambiente extraño del interior, quizás era la soledad o la inquietud de saber que el cuerpo de Avery estuvo ahí. Tessa trató de ignorar esa sensación y se apresuró a entrar para buscar la agenda de su padre, la cual debia estar en algún lado menos en el sitio en que suponía debia estar.
—Ayúdame a buscar la agenda—le indico Tessa a Magie, pero esta no le presto mucha atención, ya que se encontraba absorta en sus pensamientos y en el ambiente tétrico que emanaba la casa. Magie se quedó en el pequeño pasillo que servía de vestíbulo y observo las huellas de lodo sobre la alfombra, así como la basura de hojas y pequeñas ramas de árboles que la policía había introducido con sus botas al entrar en el lugar.
Observo el sitio con cautela, como si el fantasma de Avery fuese a aparecer en algún rincón oscuro, hasta que vio en la mesa de la cocina algunos indicios que la policía había dejado para indicar que el cadáver había sido colocado en ese lugar, la mesa.
Mientras tanto, Tessa seguía buscando sin descanso en los cajones de los muebles de la casa y es que debido a la condición de su padre, era difícil encontrar cosas en ese sitio, ya que había desarrollado con el paso del tiempo un trastorno de déficit de atención, con el que había aprendido a convivir los últimos años, pero a veces era frustrante cuando su padre no recordaba donde dejaba las cosas.
—¿La encontraste?— cuestiono Tessa en voz alta mientras buscaba en el sótano, uno de los lugares donde su padre pasaba el tiempo en sus días de descanso, y es que en ese sitio almacenaban algunas carnes y pieles que su padre cazaba durante la temporada.
Ahi había muchas cosas de su padre, pero la mayoría de las cosas eran herramientas, no vio nada parecido a la agenda de su padre, así que se vio obligada a volver esperando que Magie hubiese tenido más suerte que ella, pero al volver a se encontró a Magie observando el sitio donde la policía había encontrado a Avery.
—Maldita sea, Magie si no vas a ayudarme será mejor que te vayas —le reclamó Tessa volviendo a la sala de estar para seguir buscando ahí, en las cajas que su padre tenía de revistas viejas de los 80´s y los 90´s. Ella las odiaba porque no eran más que basura que ya no servía, pero aparentemente su padre las disfrutaba bastante, sobre todo porque le recordaba la época en que había conocido a la madre de Tessa, cuando la vida no era tan difícil y él solo era un chico más en el pueblo.
Magie se sintió culpable, después de todo se suponía que estaba ahí para ayudar a su amiga, así que caminó hacia la sala de estar en la que había estado quizás un millón de veces, se recargó contra el marco de la estancia y miro a su alrededor, el lugar era todo un desastre, había miles de cosas por aquí y por alla, ese lugar efectivamente necesitaba una remodelación, aunque quizás una buena limpieza bastaría. Desvío la mirada hacia una mesita que estaba al lado del sofá y ahí, justo al lado del teléfono, estaba la dichosa agenda.
—Quieres calmarte un poco—la regaño Magie, sabía que su amiga necesitaba de mucho apoyo en ese momento, pero no conseguiría hacer nada si actuaba tan impulsivamente— todo va a estar bien.
Tessa giro hacia su amiga para reclamarle el poco apoyo que le estaba brindando en ese momento, pero enseguida la recibió un golpe en la cabeza, la agenda de su padre que Magie no dudo en darle de mala manera para tratarla de hacer entrar en razón.
Miro la agenda, tenía muchos nombres, la mayoría pertenecían a antiguos compañeros de su padre, veteranos de guerra, aunque la mayoría estaban muertos; sin embargo, Tessa no se detuvo a revisar esas páginas llenas de los recuerdos de su padre, sino que fue hasta el final de la agenda, donde sabía que encontraría el número de Stan Miller.
—Gracias—se vio obligada a decir mientras se acercaba al teléfono de esa estancia, aunque Magie solo le dedico una mala cara rodando los ojos y torciendo los labios como reclamo de su mala actitud.
Tessa marco el número y coloco el auricular, pero enseguida colgó.
—¿Qué?— le pregunto Magie un tanto sorprendida— ¿No estabas ansiosa por encontrar esa bendita agenda?
—No hay señal telefónica—dijo de mala gana azotando la bocina contra el aparato del teléfono— ¿Y ahora?
—Tal vez podamos repararla—sugirió Magie, ya que muchas veces lo habían hecho, pero Tessa negó con la cabeza, no se podía reparar como su padre le había enseñado— el poste de la conexión está roto y no sé hasta cuando lo van a reparar o si es que lo harán.
—Entonces vayamos a mi casa— propuso Magie, ya que después de todo no se sentía del todo cómoda en ese sitio, no hasta que Tessa hiciera algo con ese par de papeles que tenían un número y que se suponían eran marcas que la policía colocaba donde encontraban una pista.
—No lo sé—expuso Tessa no muy convencida, después de todo la casa de Magie quedaba muy lejos de ahí.
—Bueno, no te culpo—dedujo Magie— todo el pueblo debe estar hablando de lo mismo, así que si no quieres ir alla, no te voy a obligar, si quieres dame el número y yo marcare cuando llegue a casa.
Tessa no lo había pensado de esa forma, de hecho, había olvidado que el nombre de su padre y quizás también el de ella estaría rondando de boca en boca, pero eso no era precisamente lo que le preocupaba en ese momentos, sino el hecho de estar incomunicada, ya que podían llamarla de la oficina de Sheriff.
—No me importa que piensen o hable las personas de este pueblo, no me afectan ni me benefician—afirmó cruzándose de brazos, dejándose caer sobre el sofá— debo reportar lo del poste a la oficina de papá, a ver si pueden hacer algo o de plano piensan dejarme incomunicada.
—De acuerdo, vamos si es lo que quieres—indico Magie animándola, aunque sentándose a su lado, para acompañarla en su frustración— aunque crei que también buscaríamos pistas.
Magie se arrellanó sobre su lugar, creyendo que por lo desanimada que se encontraba su amiga, eso de pretender ser detectives había quedado atrás y que por el momento solo intentaría resolver un problema a la vez y hasta ese instante tenía dos: Llamar a Stan Miller y resolver lo de su línea telefónica.
Tessa lo pensó un momento. Si ese era el principal motivo por el que se habían atrevido a volver a casa, pero ¿Y si no encontraban pruebas? ¿Cómo demostraría la inocencia de su padre?
Las respuestas a esas preguntas la abrumaban, pero sabía que no obtendría nada, quedándose a pensar o lamentándose por lo ocurrido, debia ser valiente y enfrentar el problema, ya sea que encontraran algo o no.
—Vamos—dijo golpeando ligeramente la pierna de Magie para animarla a seguirla, luego se levantó de su asiento y se le ocurrió ir a la cocina por unas bolsas de estilo Ziploc para guardar en ellas algo que representara para ella un indicio.
—¿Estás segura?—cuestiono Magie algo indecisa de salir, ya que en realidad tenía miedo a lo que fueran a encontrar, pero aunque tuviera dudas no pensaba abandonar a Tessa.
—Sí, vamos antes de que ese policía decida bajarse a indagar que estamos haciendo aquí.—expuso Tessa mientras buscaba las bolsa, las cuales por cierto encontró rápidamente, ya que ella se hacía cargo de la cocina, por suerte.
Luego de reunir algunas cosas además de las bolsas, Tessa las guardó en una pequeña bolsa que usaba para guardar arándanos cuando era temporada y una vez lista le hizo un gesto con la mano a Magie para indicarle que la siguiera y ella, no pudo más que negar con la cabeza, algo renuente a ir.
Ambas salieron de la casa con cierto temor de ser descubiertas por el policía, quien estaba estacionado desde una perspectiva donde podía observar la casa y también parte del camino del bosque; sin embargo, Tessa insistió en ir por ese camino, ya que quería seguir los pasos que había hecho la noche anterior, así que anduvo con mucho cuidado para no ser vista y Magie hizo lo mismo.
Si había alguien en ese jodido pueblo a quien podía considerar un experto en cuanto al bosque, esa seguramente era Tessa y es que, siendo niñas, ambas habían llevado una clase de supervivencia a la intemperie, algo así como los niños exploradores, aunque esa clase era técnicamente obligatoria debido a la alta probabilidad que los niños del pueblo tenían a perderse en el bosque. Tessa no solo había aprendido muchas cosas de su padre, que era un veterano de guerra, sino que también había sido la mejor de la clase, tanto así que había recibido una placa conmemorativa por cazar una liebre, ella sola.
Quizas cazar una liebre no era nada comparado con lo que se suponia que estarian buscando en ese momento, pero sabia que de existir un peligro inminente Tesaa se lo diria y no se atreveria a exponerla ante algo que ella no podia controlar, asi que se dijo a si misma que mientras no se separara de ella, todo estaria bien.
Tessa caminaba tratando de seguir las huellas que habia bajo sus pies, aunque muchas de ellas tecnicamente ya habian contamienado la escena ya que, eran huellas que habian dejado las botas de los policias que habian pasado por ahi y claro que no encontro nada mientras observaba el camino.
Ambas continuaron caminando hasta la zona donde se encontraba la conexion derribada de la linea telefonica. Magie se asombro de ver lo destrozado del lugar, era mas que obvio que ninguna persona podia hacer algo como eso por muy veterano de guerra que fuese.
—¿Que diablos paso aqui?—cuestiono Magie sorprendida e impactada— ¿Aqui fue donde...?
—No—Tessa se digno a responder— o bueno al menos eso es lo que creo, yo hubiese escuchado algo desde la casa si ella hubiese gritado para pedir ayuda.
Magie confio en las palabras de su amiga, trago saliva y se dispuso s buscar por el lugar algun indicio que indicara que algo extraño habia pasado por ahi, pero al menos a plena vista solo se podian distinguir pedazos de madera que habian salido disparadas del poste al ser destruido.
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Editado: 06.04.2024