—¿No es bastante extraño?—sugirió Tessa volviendo la mirada a su amiga.
—¿Que salgan los osos del bosque en esta época del año?—expreso Magie en cierto tono sarcástico— ¡Para nada amiga!
—No seas tonta, estoy hablando en serio—le reprendió Tessa y entonces la madre de Magie se acercó a ellas para tomar asiento con su plato en la mano.
—En realidad, si es bastante extraño, por lo general en esta época del año, los osos buscan incrementar su masa muscular con animales del bosque debido a lo próximo que está el invierno, no deberían salir a menos de que algo más los asuste—indico la madre de Magie mientras cortaba una rebana de panqueque.
—¿Cómo que podría asustar a un oso?— cuestiono Magie un poco confundida, pues en realidad los animales más temibles en esa zona eran precisamente los osos. ¿Qué podría causarle tanto miedo a un animal tan enorme como ese para que tuviera que buscar alimento donde viven los humanos?
—Quizás cazadores—sugirió su madre, esta vez dirigiendo la mirada hacia Tessa, quien en realidad es quien tenía la duda de saber que hacían los osos fuera del bosque.
Mientras tanto, en la cabeza de Tessa comenzaba a maquilarse una nueva teoría, para poder tener varias líneas de investigación, es decir, era obvio que la herida que Tessa recordaba sobre el pecho de Avery no la había provocado un humano, sino más bien un animal y ese animal debia ser si o si un maldito oso, pero como demostrarlo cuando nadie quería creer en su declaración.
—Pero la temporada de caza ya paso, mamá—indico Magie con cierta ingenuidad, causando que su madre soltara una pequeña risa burlona.
—Ay, preciosa, en este mundo existen diferentes tipos de personas a las cuales no les importan las leyes—intento explicarle a su hija y Magie giro hacia Tessa, teniendo más o menos la misma idea que ella.
¿Y si la muerte de Avery había sido provocaba por un cazador?
Tessa y Magie terminaron sus almuerzos en silencio, ya que ambas estaban ocupadas pensando en las posibilidades.
—Tessa, quería decirte una cosa—de pronto dijo la madre de Magie para llamar su atención—tanto mi hermana como yo, sabemos que tu padre sería incapaz de cometer un acto tan atroz como el que sucedió anoche, así que tienes nuestro apoyo, si necesitas algo, por favor no dudes en pedirlo.
Tessa miro a la madre de Magie con cierto recelo, si bien esa familia le había abierto las puertas de su casa, en realidad no quería ser una molestia o una carga para ellas, así que simplemente asintió.
—Muchas gracias, señora Kennedy—expreso y enseguida enfoco su atención sobre los panqueque, los cuales o no tenían mucho sabor o simplemente estaba muy amargada para notarlo.
—Mamá, estaba pensando en la posibilidad de que Tessa pudiera venir a dormir hoy a la casa—sugirió Magie sin pedirle su opinión a su amiga, pero su madre, quien realmente deseaba ayudarla de algún modo, asintió.
—Por supuesto, es preferible a que esté sola en su casa—dijo la madre de Magie apreciando las buenas intenciones de su hija, pero Tessa frunció el ceño algo confundida mirando a su amiga de reojo.
—La verdad es que tengo cosas que hacer en la casa—impugno Tessa un tanto incomoda al tener que rechazarlas de esa manera cuando solo buscaban no abandonarla en un momento tan difícil, pero realmente pensaba volver a casa y buscar por cielo, mar y tierra, cuantos billetes pudiera encontrar para poder pagar la reparación de la conexión telefónica— la policía dejo un desastre y debo ir a limpiar, además debo intentar comunicarme con el abogado que va a defender a mi padre.
—¿Aún no lo llamas?—cuestiono la madre de Magie, algo angustiada por la chica, ya que sabía bien que ella no tenía a nadie más que a su hija por amiga. Sintió mucha tristeza por ella.
—La conexión de la casa se averió, mama—índico Magie introduciéndose el último bocado de panqueque.
—Si necesitas de un teléfono donde se pueda comunicar el abogado, dile que lo haga al número de la casa, así podrás contactarlo más rápido y si sucede algo en la comisaria, mi hermana te irá a buscar—indico la madre de Magie con mucho ánimo, con el cual su hija también se alegró, puesto que de esa forma estarían pendientes de Tessa.
Tessa lo medito un segundo, no quería pedirles un favor así, pero de no encontrar 300 dólares entre los cojines de su sofá, sería imposible reparar la línea, así que al final asintió con la cabeza.
—Si no es mucha molestia—acepto subiendo levemente los hombros, algo avergonzada por no poder resolver el asunto ella sola.
—Por supuesto que no, al contrario, querida—indico la madre de Magie muy gustosa de ser útil—si quieres habla de una vez y tomate el tiempo que necesites.
—Muchas gracias, señora Kennedy—agradeció mientras se levantaba de su lugar para hacer lo que ambas mujeres le habían insistido, llamar al abogado.
Se alejó de la mesa hacia el teléfono que descansaba en la sala de estar, una agradable habitación llena de colores grises y blancos que causaban que la luz del día que entraba por las cortinas, se percibiera aún más brillante de lo que era.
Tessa volvió a marcar el número que su padre había guardado en su agenda, el cual hasta ese momento había repetido varias veces en su mente para aprendérselo de memoria en caso de necesitarlo, marco el número y extrañamente la llamada entro.
—¿Diga?—escucho una voz masculina del otro lado del auricular.
—Ah... ¿Hola?...— por un momento Tessa se quedó congelada sobre su sitio, puesto que esperaba que nuevamente la llamada entrara al buzón de voz.
—¿Tessa, eres tú?—cuestiono el hombre del otro lado, entonces ella reaccionó y a pesar de que él no podía verla, asintió.
—Sí, soy yo. ¿Escuchaste el mensaje que te deje?
—Por supuesto— dijo el hombre de vos gruesa—lamento mucho lo que paso, supongo que tu padre debe estar muy asustado y confundido.
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Editado: 06.04.2024