Vania
Terminó de vestirme colocando mi cinturón en el vestido , todavía me sentia extraña porque no estaba ocupando la ropa de la Academia tampoco entendía porque susana me relegó de los casos
— Señorita vania ¿ sabe dónde está el otro chico?
— No — El debería estar en la otra habitación
— Pero no está señorita debemos encontrar a su familia sus análisis no salieron muy bien
Noto la preocupación de la enfermera pero si ella supiera que ese chico es un demonio estaría aterrada así que prefiero negar y decir que no lo había visto
— Vania debemos irnos el habitación partirá en treinta minutos — ¿ donde estabas?
— Tienes algo en el cabello — me acerco a phillipe sacando una hoja de árbol de sus rizos
— fui a comprar comida a un restaurante para que no tuvieras hambre me tope con unos árboles tal vez por eso tenía la hoja
— No debes ponerte nervioso — acarició su rostro con mi mano notando que se ruboriza
No era ingenua sabia perfectamente que phillipe tenía sentimientos por mi y aunque me negaba incluso hubo un tiempo que también estaba confundida pero después me pude dar cuenta que solo sentía agradecimiento
— El taxi nos espera vamos — me toma de la mano y no puedo soltarla para no hacerlo sentir mal
— Se puede ir señorita sus análisis los enviaremos a su correo electrónico para que no se preocupe
— Se me había olvidado decirte que tu psiquiatra está de vacaciones y no podrá verte esta semana lo lamento — Aprieta los botones del ascensor rápido notando cada vez más una extraña tensión entre nosotros sin saber el porque
— ¿ Como lo sabes? — digo antes de entrar junto a él fijandome en sus ojos
— Como tu no contestabas me llamó susana para decirmelo ¿ pasa algo? te noto un poco extraña
El ascensor abre sus puertas dejándonos pasar y sólo somos nosotros dos y este es el momento para saber que carajos esta pasando
— ¿ Acaso eres un espía o algo? — pregunto con sarcasmo pero en lugar de negar solo sonríe nervioso
— Estamos llegando al primer piso debemos irnos vania
— ¿ Porque no respondes? — lo tomó de la mano arrinconandolo antes que que bajemos al primer piso
— No intentes engañarme phillipe somos amigos durante años y se perfectamente cuando me estás mintiendo
— El accidente afecto tu cerebro y por eso te dejaré pasar esta desconfianza yo jamás sería un espía sabes lo que esos demonios le hicieron a mi familia
— Yo lo siento phillipe — se safa de mi agarre molesto bajando del ascensor y no se como hacer para que me perdone tal vez el tiene razón
— Por favor espera tengo que disculparme no puedo viajar contigo si estamos enojados
— El taxista esta esperando vania anda sube sabes que lo olvidaré cuando llevemos a pensilvania
Me abre la puerta del auto subiendo las maletas junto con el conductor y todavía me sentía culpable por lo que dije
— Vaya lo más rápido que pueda si no tendremos que pasar una noche más en este país
Abro la ventana sintiendo la sensación del viento rozando mi rostro cierro mis ojos y por primera vez no veo a ese demonio
— ¿ Sigues enojado? — debería haber echo una broma de su sueter de navidad pero en lugar de eso lo llame un espía inconcientemente
— Pareces un mapache con ese parche en la nariz ¿ y crees que sigo molesto?
— Sabes que te adoro phillipe y lamentó haber desconfiado de ti tenias razón el accidente nubló mi cerebro
— Yo también te adoro vania — toma mi mano con delicadeza sintiendo una de las mejores sensaciones porque sabía que el siempre estaría a mi lado
— Tu teléfono esta sonando phillipe debe ser Susana
— Es una llamada para ti de un número desconocido ¿ solo corto?
— Yo contestaré — se lo quito de las manos fijandome en los números antes de apretar el botón
— No me esperes en tus sueños bonita no podremos vernos en ese lugar
— ¿ Nathaniel? — una risa se escucha del otro lado sabiendo que es ese lunático
— Me reconociste vania debo verte en Pensilvania nadie debe seguirte te enviaré la ubicación mañana
— ¿ Porque te vería? — cuelga la llamada dejándome con un mal sabor de boca
— ¿ Que quieria ese imbécil otra vez? — Ahora que está suelto no deja de molestar
— Su madre pago el viaje chicos pueden bajar
En medio de la discusión no me había percatado que ya estábamos en el aeropuerto
— Debe haber sido Susana vamos antes de que se vaya nuestro vuelo
Tenia unas ganas inmensas de estornudar lo que me causaban cosquillas que luego se transformaban en una risa sin sentido pero el lo entendía
— Que tengan un buen viaje le avisare a su madre que ya los deje en el aeropuerto
Phillipe toma las maletas y yo uno de los bolsos evitando que este quiera irse con todo el peso
— ¿ Puedes prometerme algo más ? — fijo la vista en la pantalla viendo que nuestro vuelo saldrá en cinco segundos
— Nos quedaremos abajo si no te apresuras phillipe
El me cierra el paso con la maleta evitando que me vaya con expresión de tristeza
— Esta bien te prometo lo que quieras pero ahora vámonos ¿ si?
Me hace caso dejando todo el equipaje donde los guardias rápidamente antes de subir las escaleras
— Tendrás que darme la mano las escaleras son inestables
Le hago caso sin pensar dos veces queriendo llegar a mi hogar en donde tendré que luchar para obtener mi puesto otra vez