Vania
Un torbellino de emociones me inundaba con cada paso que doy tomando todas las municiones posibles que podría necesitar, sabiendo que entraremos en la boca del lobo y sería difícil salir con vida de ese lugar
— Tengo un mal presentimiento desde que tomamos ese puto avión vania al menos dime que te irás si las cosas se ponen peores de lo que ya están
— Nos iremos — contesto corrigiendo sus palabras
Aprieto su mano tomando mi maleta mientras rebusco en mi celular el hotel más cercano antes queriendo bañarme antes de ir a ese jodido baile de máscaras
— El hotel más cercano esta a tan sólo unos metros no tenemos tiempo para reservar pero le puedo rogar para que nos entreguen una habitación
— ¿ Solo una? — Exclama con nerviosismo
— Si pedimos dos susana nos encontrará más rápido y si lo hace vendrá por nosotros
— Joder las malditas tarjetas se me había olvidado
— ¿ No te duelen los pies con esos tacones?
La Academia estaba vuelta un lío cuando salimos teniendo que tomar lo primero que encontré y eso fueron los tacones negros que solo dios sabe quién los dejó debajo de mi cama
— Solo un poco pero eso no es importante debemos seguir avanzando hasta llegar al Hotel
Se detiene por unos momentos sacando unas zapatillas de su maleta dandomelas mientras sonrió por el lindo gesto que tiene conmigo
— Deberías estar descansando no en la cueva de los demonios vania y lamento no poder hacer más por ti
— La chica que consiga tu corazón será muy afortunada amigo pero por mientras es agradable tenerte solo para mi
— Una parte de mi siempre será tuya vania lo sabes bien aunque estemos en diferentes lugares — me toma entre sus brazos sintiendo su calor en este horrible frío
— Sigamos caminando nos faltan solo unas cuadras más y llegaremos a tierra firme
Me saco los tacones colocando sus zapatillas las cuales me quedan grandes pero no me importa
Es más cómodo que correr con tacones si nos perseguían los demonios por el lugar
— ¿Ese es el hotel? —apunta dejándome helada mientras me muerdo la comisura del labio viendo el espantoso hotel que tengo en frente de mi al cual solo le faltan murciélagos
— ¿ Que necesitan? — pregunta una pelirroja colocando sus ojos en Phillipe de una manera muy extraña
— Somos viajeros y necesitamos una habitación antes de que nos pille la lluvia no importa lo que cuesta podemos pagarle
— Tenemos dos disponibles — su mirada no se aparta de Phillipe sintiendo que estoy sobrando en la escena pareciendo una película romántica y yo la tercera rueda
— ¿ Son novios? — pregunta con mala cara y niego tragando saliva
Toca la campana haciendo que un hombre de unos sesenta años baje tomando las maletas con una fuerza descomunal que me deja boquiabierta
— Tendrán la habitación 562 la calefacción esta dañada pero cerca tienen un río en donde se pueden echar un chapuzón si lo necesitan
— Pero hace mucho frío — contesto confundida
— La temperatura suele cambiar de forma muy abrupta pero tendrás que preguntarle a tu amigo el sabe más que Transilvania que yo
— ¿Me pasas la llave? — la tomó de sus manos antes de que comience a babear pero nisiquiera se inmuta a decir gracias
Phillipe esta totalmente mudó sin contestar nada y yo aún no entiendo quien carajos es esta mujer y como lo conoce tanto pero al menos teníamos una máquina expendedora y podríamos sacar algo para comer antes de subir
— ¿ Quieres subir? — pregunta Phillipe
— ¿ la conoces? — Susurro bajito para que no escuche
— Nunca viaje a Transilvania no podría conocerla a penas que te conozco a ti
— Pero ella pareciera que si te conociera
¿ me estás mintiendo? — si fue alguna novia no tendrías porque avergonzarte
— ¡Ella no fue mi novia! — espeta furiosos como si de un pecado se tratase
— Saca dos barras de chocolates subiré primero a la habitación — dejó las monedas para que se ponga al día con la mujer y no me arranque los ojos con tantas miradas que lanza
Las escaleras se me hacen eternas sintiendo pasos detrás de mi pensando que alguien me sigue pero al voltear no veo a nadie
¿Acaso me estaba volviendo loca?
— Puedes subir en el ascensor esta aquí a la vuelta — contesta una niña con vestido blanco
— ¿ Ese ? — apuntó el que veo a la distancia pero al voltear la niña no está por ningún lado
— No subas por el ascensor — gritan en mi oído casi dejándome sorda reconociendo la voz
— ¿ otra vez tu? — ¿ Yo que? — Dice Phillipe dejando un trozo de chocolate en mi boca
— Sigamos subiendo por las escaleras vania ese ascensor no tiene buena pinta
— ¿ Acaso tienes miedo? — se encoge de hombros mientras niega con la cabeza
— El baile esta a punto de comenzar tengo que subir rápido y darme una ducha
¿ vendrás conmigo? No estoy segura de dejarte con esa mujer podría tomarte de rehen
— Por supuesto que no te dejaría ir sola menos con ese patán
Toma mi mano para correr escaleras arriba buscando nuestra habitación antes de que el reloj marque las once de la noche
— Esta es nuestra habitación podemos ducharnos juntos de todos modos ya te vi desnuda
— ¿ Quieres hacerlo? — Mi sonrisa se transforma en el codazo que le propinó en el estómago dejándolo sin aire por unos minutos
— ¿Me veras solo como un amigo? — su expresión cambia a una melancólica sentándose en la cama
— Intentamos hacer esto una vez y no salió bien
— Tienes razón ahora vete a duchar se nos hará tarde