Alexander
La profecía se había cumplido , había hecho hasta lo imposible para que ella me odiara y sepultara sus sentimientos viéndola alejarse de mi dejando un río de mi sangre
Mi medio hermano tenía la razón ella nunca fue sophia, quería dejar que fuera feliz y no el recipiente de esa mujer si el demonio es libre vania dejaría de existir para siempre no me importaba que me odiara no importaba que me maldiciera el verla viva y siendo ella misma me bastaría
- ¡ Majestad debemos detener a esa mujer! - es unos días sera la última Luna llena debemos dejar que sophia vuelva a renacer, y así acabar con su maldito linaje
Amaranta hace presión en la herida dándome una píldora de sanación deteniendo a rowan para que no la persiga
- ¿ Aun tendrás misericordia con ella? - No seas imbécil hermano - responde entre risas
- Rowan tiene la razón Majestad, ella tiene la espada de Rubí podrá acabar con todos los clanes si quiere no podemos permitirlo - mi deber como su futura esposa es proteger a los demonios
- Debemos ir a Transilvania tienes que tomar el trono antes de comandar a los ejércitos
- No quiero el trono - insisto - puedes tomarlo tu Rowan el ser una mujer no te hace menos que yo, si quieres ser la reina convence al Consejo
Siento los efectos de la píldora en mi sistema, viendo como la herida que ella dejó se cura por completo apartando la mano de Amaranta, lo único que deseo es tener a vania a mi lado, es la única mujer que imagino siendo mi esposa y lo será si mi plan rinde frutos
- El consejo jamás le rendirá pleitesía a una mujer, no es necesario humillarme ya no eres un niño Alexander llegaremos a Transilvania y tomaras el trono, es lo que padre habría querido
Con la Luna como aliada camino rápido intentando dejarlas atrás pero ellas me siguen el ritmo, esperando hacerme cambiar de idea
Amaranta, estaba equivocada si pensaba que la tomaría como esposa mi corazón pertenecía solo a una mujer y con ella mi lealtad
- ¡ Majestad partiremos de inmediato! - James abre la puerta del copiloto dándome la carpeta con fotos que necesitaba
Vania tenía la espada, solo faltaba que se enterará de la verdadera identidad de eiden y lo apuñale solo así el alma de sophia tracendera
- Ustedes pueden descansar - ordenó - insistiendo hasta que rowan cierra los ojos , y la vista de amaranta no se apartaba de la ventana
- ¡ Cuidado Majestad! - amaranta grita tan fuerte que James pierde el control del manurio estrellándose en contra de un poste de luz
El cinturón amortigua el golpe , los demás están inconciente y salgo del auto fijando mi atención en la interesante presencia que tenemos, eiden estaba aquí, con las manos manchadas de sangre
- ¿ Donde esta? - pregunta impaciente - asesine a padre y no me temblará el pulso para hacer lo mismo contigo Alexander
- No tienes el poder para acabar conmigo hermano nunca lo tuviste - Padre fue débil el afecto que tenía por ti cegó por completo su juicio
- ¡ Maldita sea! - me toma por el cuello con fuerza estampandome con fuerza en el capot del automóvil haciendo que rowan se despierte con el bullicio
- Ella no estará feliz de verte - contesto con sarcasmo - no deberías haber venido hasta acá
- ! Te mataré maldito imbécil¡ - la sujeto de la cintura evitando que se haga más daño
Tiene la nariz fracturada y la cien abierta con un corte profundo intenta safarse pero sólo termina debilitando sus últimas fuerzas antes de desmayarse en mis brazos
- Lo que sientes por Sophia nunca fue amor eiden, solo tenias celos de mi amor por ella lo mismo esta pasando con vania, pero tu tenias razón ellas no son la misma persona
- Asesinaste a nuestro padre el único hombre que llegó a sentir lastima por ti, ese fue tu error eiden
Camina dándome la espalda sin decir nada más sabiendo que no necesito amenazarlo con palabras eiden había firmado su sentencia de muerte cuando asesino a padre y no se salvará