Capítulo 30

Vania

Los latidos son cada vez más rápidos con cada paso que soy, sintiendo el peso de la espada en mi mano no me reconozco no soy la misma de antes tengo sentimientos que desconozco, todavía puedo ver a ese imbécil destrozando todo lo que tanto me había costado construir

— Lo que tanto temia acaba de suceder, debemos irnos rápido vania

Susana y David están en la entrada del edificio, y por el otro lado del auto phillipe y James ambos con las armas en mano

— Los demonios se están reagrupando, la sucesión de su nuevo rey será pronto y nosotros fuimos marcados como asesinos, así que entra al auto ¡ de una maldita vez vania!

— No puedo irme — musito débil — mi amiga elena esta muerta, ellos lo hicieron
¿ acaso no lo entienden? no me importa a que rey asesinaron o quien viene detrás de nosotros elena debe ser despedida

Las piernas me flaquean y es phillipe el que toma la delantera sujetandome en sus brazos antes de levantarme

— Tu y phillipe se Irán primero, nosotros los seguiremos de cerca , es la primer y ultima vez que te ayudó — advierte Susana —

Phillipe me acomoda en el asiento de copiloto, acomodando mi cinturón y le dejó la espada viendo como la coloca en el auto de atrás, ellos vendrán por nosotros y nadie nos podrá salvar

— Saca el libro de la guantera, y no te exaltes es lo único que te pediré vania espero que me puedas perdonar algún día y si eso no pasa seguiré protegiendo tu vida

— ¿ De que hablas? — enmarcó una ceja — tu eres mi amigo más leal no podría desconfiar de tu lealtad hacia mi eso no está en discusión

Saco el libro de la guantera tal como el lo pidió echándole un ojo a la primera página a simple vista no noto nada extravagante pero algo llama mi atención

Alexander vasile príncipe heredero de Transilvania comprometido con Sophia Székely

El retrato de los dos juntos me deja anonadada y más la imagen de ella la cual es idéntica a mi
Me limpio los ojos una y otra vez deseando que sea solo una pesadilla pero al abrirlos me doy cuenta que no estoy soñando

— Se que es mucho para procesar, pero debes darle la vuelta a la siguiente página solo así me entenderás de una vez

Siento la calidez de sus dedos rozando los míos mientras que conduce con la vista al frente

Príncipe Eiden vasile heredero del Castillo de Rumania comandante del ejército de los demonios y general de Transilvania

— No soy una amenaza para ti Vania, pero quería que supieras la verdad por mi y no por el

— ¿ Eres su hermano? — medio hermano — corrige

— Esto debe ser un juego para ti príncipe Eiden

Me saco el cinturón rápido abriendo de un lado la puerta sabiendo que el auto sigue andando pero este frustra mis planes aprisionandome

— Si intentas escapar tendré que amarrarte, la ciudad está llena de demonios debemos llegar a Pensilvania antes de que ellos te encuentren

— ¿ Acaso no lo entiendes? tu ya no eres vania, estas convirtiendote en ella y mientras el tiempo pasa tu alma seguirá luchando con la de ella

Eiden detiene el auto en medio de la carretera volteando su rostro hacia el mio y solo puedo escuchar la historia que tiene para contar antes de desaparecer en el aire

— No quiero eso — confieso — debes ayudarme
no puedo desaparecer aún no estoy lista ella no puede salir si lo hace será mi fin

No estaba dispuesta a dejar que otra tomara mi cuerpo, solo podía pensar en Melisa y como Rowan acabo con ella pero en mi caso tenía la delantera y la utilizaría a mi favor