Cazadores de Bestias

¡Cacería!


Un agujero del tamaño de una moneda se abrió y un risueño ojo gris surcado de arrugas asomó por el agujero, frente a él estaba Junio tranquilamente sentada en la plataforma y al verlo se puso el dedo índice en la boca y señaló hacia abajo.

El agujero se expandió un poco más y la cara de Andorak asomó, pronunciando en silencio, gesticulando con los labios y señalando hacia adentro la invitó a meterse a la habitación, pero ella negó y le mostró un índice y Andorak entendió que volviera a preguntar en una hora.

Al cabo de una hora el agujero se abrió frente a ella que se encontraba sentada al pie del árbol, cuando se dio cuenta les dijo.

-    Entren, ya se fueron todos

-    ¿Eran muchos?

-    No unos cinco, anduvieron por el bosque, bajaron al otro lado, regresaron y se fueron, no estuvieron ni cinco minutos.

-    Creo que no les importa, solo están haciéndolo por compromiso

-    ¿Dónde están ahora?

-    Ya pasaron por estos caminos y creo que llegarán únicamente hasta Poldorak la villa siguiente y quizá mañana sigan la búsqueda.

-    Miren, ya van de regreso

-    ¿Tan temprano?

-    La desidia y la pereza, en la milicia se expresa

-    Estamos a media tarde

-    Menos son apenas las dos y media

-    ¿Será que han desistido? Pensando que nos hemos ido

-    Es lo más probable, ningún idiota se quedaría

-    Pero el rey sabe que siempre cumplimos los encargos

-    Quizá por eso ha terminado temprano la búsqueda

-    Podría ser una trampa

-    Tanta inteligencia con la realeza no tiene congruencia

-    Definitivamente se van

-    Y yo que quería que Rimtok se quedara a dormir hoy en el árbol

-    Y en la mañana helada desquitarme la meada.

-    Allá van todos

-    Si hasta el teniente pervertido y su sargento se va

Efectivamente la totalidad de los soldados que los habían estado buscando se fueron cabalgando a pleno sol de regreso a Gortia.

-    Entonces creo que esta noche será el momento adecuado para terminar el encargo.

-    Yo ya estoy lista

-    Todos lo estamos, vamos a traer los caballos

-    Esperemos un momento más por si regresa.

Pero nadie regresó y el camino quedó solitario, cruzado únicamente por los vecinos del lugar que tranquilamente seguían en sus vidas cotidianas.

Bajaron a donde los caballos seguían tranquilamente pastando y Junio fue con Bilmah y Kulthar a donde tenía escondidas las monturas, ensillaron a los caballos y se reincorporaron nuevamente al camino real, rumbo al puerto de las brisas.

Como era temprano se detuvieron en una pequeña posada rural a repasar el plan y Kulthar aprovechó para exponerles sus temores y todos convinieron en que era lo mejor, pero eso tenía un pequeño inconveniente, el portal que abría Andorak solo podía llevar a la habitación y una vez dentro podía abrir otro portal frente al anillo, esto significaba que tendrían que entrar a la habitación lo más rápido posible y de ahí salir a enfrentarse a lo que fuera, con lo que perderían algunos segundos, pero era mucho mejor que intentar llegar corriendo donde Rimtok.

Afinaron bien el plan y se fueron con el tiempo suficiente para llegar al anochecer al bosque y llegaron con bastante anticipación, divisaron el bosque cuando todavía faltaba una media hora para el crepúsculo y tranquilamente buscaron un buen lugar para ocultar los caballos y se dirigieron caminando tranquilamente, dejando a Rimtok atrás esperando a que oscureciera.

-    No se ve tan tenebroso desde aquí

-    Esa es la idea para atraer a la gente, nadie entraría de noche a un bosque con pinta infernal

-    Me pregunto de qué lado estará la bestia, no creo que esté a la entrada.

-     Eso no se sabe en realidad, según parece le gusta estar cerca de cascadas y a la mitad del camino se encuentran las cascadas de perlas.

-    Ya casi oscurece, el Ruinbardo debería estar pasándonos ahora.

-    Está esperando que se haga de noche.

-    Quizá se durmió

-    Pero ya casi entramos al bosque

-    No importa, aminoremos el paso

-    No viene

-    ¿Es que nadie sigue los planes?

-    Yo si voy de acuerdo con el plan.

-    Bueno entremos ni modo, de todos modos, no creo que la bestia espere sus víctimas a la entrada.

-    Tampoco es de noche todavía

-    ¿Pueden dejar de quejarse? Ya me estoy enojando 

Todos guardaron silencio ante el susurro de Junio, su voz tenía la particularidad de acojonar hasta al más curtido, parecía algo mágico, aunque pasado el efecto inmediato todos reaccionaban y se rompía el efecto.

-    Ahí viene el señor guapo

-    Viene galopando, seguro que se quedó dormido

Rimtok los alcanzó y aminoró la marcha antes de ponerse al lado del grupo y con su caballo trotando alegremente los sobrepasó diciendo.

-    Salud caballeros y bellas damas, las espero en el puerto con mis dos camas.

-    No se te ocurra cantar que entonces asustarás a la bestia más valiente y ruda

-    La envidia a mi talento delata tu abolengo

Y pasó al lado de ellos trotando alegremente, silbando una tonada picaresca muy conocida en casi todo el mundo habitado.

-    Ya pasó, ¿Retomamos el paso normal o qué?

-    Si, aligeremos un poco el andar, no debemos quedar muy rezagados

Y caminaron primero a paso moderado, pasaron varios minutos y aligeraron el paso, pocos minutos más tarde iban casi corriendo por el camino.

-    ¡No se escucha nada!

-    Se debe haber adelantado mucho

-    ¿Puedes abrir el portal para espiarlo?

-    Si, pero solo abre hacia la habitación, tendría que entrar a ella y abrirlo frente al anillo, pero entonces ya no podría regresar aquí.




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