Cazadores de Bestias

Despertar, reunión y negociación 

Al día siguiente se levantaron temprano… las dos cazadoras pues llegaron a despertar a Nemo que estaba profundamente dormido y envuelto en sus sábanas.

-    ¡Vamos arriba chico!

-    ¡Tenemos mucho que hacer!

-    Mnñff! – dijo Nemo de mala gana, dándose vuelta y volviendo a dormirse

-    ¡Arriba dije!

Nemo se incorporó con los ojos bien abiertos, olvidando que estaba desnudo e inmediatamente se tapó torpemente con la sábana y se comenzó a vestir apresurado, cuando de pronto reaccionó y refunfuñó.

-    ¿Por qué tenemos que levantarnos tan temprano?

-    ¡Hay mucho que hacer!

-    ¿Se puede saber qué es lo que debemos hacer?

-    ¡Bueno levántate de una vez! – Le dijo Bilmah picándole las costillas con un bastón que tomó de una mesa.

-    ¡Ya! ¡Ya! No tienen que ponerse violentas

Lo dejaron vistiéndose y salieron a ver a sus compañeros que ya estaban con los ojos abiertos, pero aún inmóviles.

En eso llegó el teniente y les preguntó si ya habían despertado sus compañeros y le contestaron que seguían paralizados.

El teniente intrigado se acercó donde Kulthar quien estaba con los ojos abiertos y se asombró mucho al enterarse de que, aunque estaba consciente no se podía mover.

-    ¿Y eso dura mucho?

-    Así parece, unos dos o tres días en los que la víctima queda paralizada pero despierta. 

-    ¡Increíble! Les voy a pedir que me avisen cuando estén conscientes, para poder llevarlos ante el rey, que ya se está impacientando.

-    ¿Cómo les avisamos?

-    Solo salgan de esta vivienda, afuera están varios guardias y díganles para que inmediatamente los llevemos ante su Majestad.

-    Está bien, nosotras le avisaremos

-    Gracias estaré pendiente. ¡Renacuajo! – Le gritó a Nemo quien grito desde su habitación.

-    ¡Señor! 

-    ¡Ven conmigo!

-    ¿Ahora? No he desayunado

-    ¡Te vas a comer mi bota si no sales a las YA!

-    ¡Voy! – dijo saliendo atropelladamente terminando de acomodarse sus ropas y se marcharon dejándolas solas.

Las jóvenes dejaron que se marcharan y fueron a ver a los otros, Rimtok estaba con los ojos abiertos y lo pusieron también al tanto, luego corrieron donde Andorak que también tenía los ojos abiertos y ellas suspirando de alivio, le contaron a detalle todo lo que había pasado, incluyendo su enigmático y joven salvador, sus poderosa arma y detalles que no habían creído necesarios para sus otros amigos, pero sabían que eran importantes para el anciano líder.

Al poco rato unos sirvientes les llevaron un suculento desayuno que devoraron con hambre e intentaron crear un plan de acción, pero era inútil porque no podían incluirlos a todos, solo al inútil muchacho que para colmo parece que tenían su agenda propia, más cerca de sus captores, solo se pusieron de acuerdo en que enviarían todo al carajo ante la menor señal de peligro para sus amigos, especialmente Kulthar de quien sabían, su cabeza tenía precio ante el rey.

Más tarde se llevaron el desayuno y pasaron el resto de la mañana sin saber que hacer, tomaron un baño en la tina por separado, pues Junio prefirió agua muy fría, mientras Bilmah lo quería caliente y se relajaron un buen rato mientras esperaban que de un momento a otro sus amigos reaccionaran al fin, pero llegó el medio día y ellos seguían paralizados y ya comenzaban a desesperarse, cuando escucharon el sordo golpe de un cuerpo cayendo al piso de madera seguido del gemido de Kulthar quien al intentar incorporarse se había mareado cayendo de la cama y se estaba moviendo espasmódicamente de bruces.

-    ¡Kulthar!

-    Tranquilo viejito que el mareo es normal

-    ¡Mi cabeza!

-    También el dolor de cabeza es normal

-    Bebe un poco de agua

-    Gracias por el agua. Tengo un hambre atroz

-    Ya traerán el almuerzo, no te preocupes

-    ¿Qué pasó, no han venido los guardias? – Recordemos que estaban al tanto de todo.

-    Si, pero como estaban paralizados se fueron y nos pidieron avisarles cuando todos despierten

-    ¿Y Rimtok?

-    Sigue quieto, vamos a verlo, ven te ayudamos

Y le ofrecieron asistencia para que se levantara y una a cada lado, cual muletas le dieron soporte para que pudiera caminar a la habitación donde estaba Rimtok con los ojos abiertos.

-    Hola Rim, hubiera venido antes, pero estas dos niñas no dejaban de abusar de mis dotes

-    ¡El bruto miente miserablemente, solo tenemos cuerpo para ti!

-    Ya deberías moverte, inténtalo

Rimtok, concentrado, estaba intentando moverse desde que escucho que Kulthar estaba despierto, pero aún no podía y cerró los ojos desconsolado.

-    No te preocupes, que nosotras no despertamos al mismo tiempo tampoco, es diferente y no depende del tiempo.

-    Te dejaremos al gordo para que te haga compañía

-    ¿Gordo yo?

-    Pesas como una vaca y te ves igual 

-    ¿Gordo yo?

Dejaron a Kulthar sentado en una cómoda butaca junto a la cama de Rimtok y se fueron dónde Andorak, quien seguía paralizado.

-    ¡Hola Tío Andor! ¡Estamos de regreso!

-    Tienes que despertar pronto para largarnos de aquí

-    O por lo menos sacar a Kulthar porque siento que su cabeza está un poco floja y las hachas del rey afiladas.

-    ¿Tienes alguna idea?

-    ¿Eso es si o no?

-    ¡Sí! Cierra los ojos una vez y es sí, dos veces es no

-    ¿Tienes alguna idea?

-    ¡Si! Que bien

-    ¿Nos vamos a ir de aquí?

-    ¿No? ¿Por qué?

-    No te lo puede contestar, solo si y no

-    ¿Y si hacemos letras, tres parpadeos igual a la letra a, cuatro la letra b…?

-    Estás loca, eso no funcionará verdad Tío Andor

-    Bueno solo era una idea, necesitamos que te liberes




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