Cazadores Nocturnos

Obsesión

«Nunca te pedí que me remendaras; sólo que no me rompieras más».

~Elena Gilbert.

Narrador Desconocido

Mientras la detective Sarah se dormía plácidamente, aquel ser que la vigilaba desde la ventana. Un ser bastante oscuro y malicioso, rondaba el sueño de su dama y que esperaba con ansías que su dama se dirigiera a su hogar para pretenderla.

Lo curioso de aquel caso es que, ese ser era un tanto peculiar en su vida nocturna. No se debía de fiar de criaturas inestables, sin control alguno, bajo dominios de hambre por sus presas. Esa criatura desconocida, nunca había querido atacar a la detective por circunstancias que eran incógnitas.

"Mientras tanto en el sueño de la detective"

—Amor mío, ya pronto nos conoceremos. –murmuraba aquel hombre sin identidad.

—¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? –Preguntaba con miedo la detective.

—Pronto lo sabrás bella dama.

—Pero... ¿De qué me conoces?

—Todavía no es tiempo para revelarte mi identidad.

—¿Me eres conocido de algún lugar?

—No, no me conoces.

—Entonces, a qué viene todo este misterio.

—Todavía no. Debes descansar.

Decidí irme, tenía que viajar al pueblo para el encuentro con mi amada, durante décadas busque a mi hermosa dama, aquella que es mi alma gemela en todo. Nunca pensé que iba a encontrarla siendo una simple humana, alguien débil que no debe vivir en mis aposentos. Pero como soy un ser egoísta eso no me importa, debo de enamorarla lo antes posible ya que muchas criaturas rondan a mi presa y no tienen buenas intenciones.

Todos los días la observaba caminar y viajar hacia su trabajo, un día como todas las mañanas la seguí a su trabajo y escuché que debía de rescatar a una persona importante y si sucedía algún inconveniente les iban a imponer un castigo. Una idea malévola surgió desde lo más hondo de mi ser, manipular al baboso amigo. Claro yo fui el que manipulo para que sancionaran a mi hermosa dama.

También al jefe para que no le creyera lo que ella decía, necesitaba una vía libre para llevarla a mi hogar, llámenme egoísta, tóxico o manipulador. Pero necesito a mi dama lejos de sanguijuelas hambrientas de afecto de mi delicada chica, ella es mía, nació para ser mi mujer. Para vivir como una princesa en su mansión con muchos sirvientes y dándome crías para forjar el imperio.

Tengo dotes de animal, soy demasiado posesivo, aquel que se le acerque con segundas intenciones no sobreviven para contarla, así que aquel humano o sanguijuela que se acerque a ella no vivirá y deberá de suplicar por su vida. Lo único que alegra mi humor es saber que se acerca la hora de que mi amada llegue al pueblo.

 

 

 

 

Hola queridos lectores, espero se encuentren bien.

Les dejo el capítulo 4 de Cazadores Nocturnos.

¿Qué tan obsesivo puede llegar a ser ese sujeto?

Opinen por ustedes mismos.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.