Capítulo XX: “El Planeta De La Arena Infinita” Nile

Al descender de la cosmonave lo primero que vieron fue arena, cientos de kilómetros de brillante arena, a su vez, un agobiante calor invadió sus cuerpos, no obstante, al mirar más allá del círculo de piedra en el que habían aterrizado, contemplaron diversas construcciones que no alcanzaban a visualizar claramente debido a la lejanía y a las ondas de calor. Al bajar los acomodaron en filas junto a otros soldados que viajaron en diferentes cosmonaves, Selene también había arribado al lugar por lo que la situación estaba perfectamente controlada. Cerca de ellos estaba levantada la base provisional del Imperio la cual consistía de una gran carpa morada con detalles azules y dorados, a las afueras de la misma el personal de operaciones, los encargados de supervisar la misión y mantener el contacto con los soldados, preparaban sus equipos bajo el manto de una colorida y larga alfombra sostenida por postes. Pasaban los minutos y ningún superior les dirigía palabra alguna.

—Elián ¿cómo soportan este calor? —Interrogó Metztli casi asfixiada.

—Te acostumbras y también al frío que congela en las noches, sabes una vez...

Su conversación fue interrumpida cuando la entrada de la carpa se abrió y de ella salió Nuria ,los soldados al instante recobraron su postura. La emperatriz iba acompañada por su equipo, entre sus acompañantes se encontraban Alain y Marth, el primero caminaba al lado de la emperatriz y por su semblante Luka dedujo que no se había recuperado del día anterior, mientras que el príncipe avanzaba detrás de la agrupación sin que nadie realmente prestará atención a su persona.

—Lamento haberlos hecho esperar —pronunció Nuria— necesitaba arreglar unos asuntos antes de proseguir con la misión, así que vayamos directo al punto. Han sido convocados para formar parte de una importante misión… gracias a la extraordinaria habilidad del capitán Farren creemos haber encontrado la localización de una de las reliquias del poder en alguna parte de Nile. —Señaló colocando una mano sobre el chico pelirrojo, quien ante el repentino reconocimiento y los susurros de admiración se mostró incómodo. El príncipe realizó una mueca de disgusto por dicha afirmación.—. Para encontrar la reliquia cada equipo explorará una zona de Nile, y debido a que es un planeta grande y desértico serán guiados por gente local hacía la zona que deberán explorar. En estos momentos sus comunicadores se están sincronizando con la señal de las operadoras para establecer contacto y enviarles el nombre de las personas que los guiarán.

Los chicos revisaron sus comunicadores al momento en que sonaron, al ver los nombres que aparecieron en la pantalla Elián quedó frío. —. Ay Celestia...—Susurró con risas nerviosas.

—En caso de emergencia la base es el punto de reunión. —Prosiguió la emperatriz—. No hay tiempo que perder, mi equipo y yo nos retiramos a nuestra área designada, los habitantes de Nile ya deben estar esperándolos a los pies de nuestra base… Les deseo la mayor de las suertes y que Celestia los acompañe en su camino.

Finalizada sus instrucciones la emperatriz regresó junto a su grupo a la carpa y los soldados se movilizaron a las afueras del círculo de piedra, sin embargo, Luka necesitaba hacer algo antes de partir a la misión. —. Espérenme un momento, ya regresó —dijo a sus amigos. Atravesó a la multitud hasta llegar a la carpa, quería hablar con Alain y Marth pero únicamente encontró al príncipe sentado afuera de la carpa.

—Hola Luka —saludó su majestad al verlo— me alegró saber que venías a la misión, dime ¿Sucede algo?

—Ah… yo venía a desearte suerte en la misión pero … ¿Qué haces afuera?

—Bueno, mi madre sigue deliberando si es buena idea que vaya a la misión o no — informó mientras se levantaba y sacudía la arena de su uniforme.

—Oh… no quise incomodar.

—Tranquilo, pasa en cada misión, realmente no si quiere protegerme o cree que arruinare todo, yo…

—¡Marth, vámonos! — Gritó la emperatriz desde dentro de la carpa.

El joven príncipe miró la carpa sorprendido de lo que escuchó. —. Vaya, realmente va a llevarme… eso es inesperado.

—Ves, estoy seguro de que ella confía en ti —comentó Luka felizmente— lo harás bien.

—Gracias Luka, éxito en la misión de hoy.

—Igualmente, nos veremos después.

—Así será.

Marth hizo una pequeña reverencia y entró a la carpa emocionado a la par en que Elián y Metztli se acercaban a Luka.

—¿Listo amigo? —Preguntó Elián.

—Si … —Respondió mirando la carpa, no despedirse de Alain le produjo una sensación de angustia— ¿Y tú? —Preguntó encaminándose junto a ellos a la salida de la base.