Celestia: Las Reliquias Del Poder

Capítulo XLIX: Liberación

Al volver de la misión en Isvind los soldados imperiales reanudaron sus labores, no sin antes esparcir la noticia de la captura de Uller y buscar novedades del hecho, pues solo se sabía que lo habían llevado a los calabozos.

Luka, por el contrario, fue a caminar sin rumbo por los pasillos. Necesitaba trazar un buen plan para liberar a Uller sin ser descubierto. Por su cabeza pasaban cientos de ideas a las que no conseguía ponerles orden. Cada vez que se le ocurría algo lo descartaba inmediatamente al considerarlo estúpido o inservible, o por sentir que su magia sería insuficiente para lograrlo. Además, el temor por lo que iba a hacer incrementaba con cada posible plan.

Así andaba, con tantas preocupaciones encima, cuando la inconfundible voz de Alain llegó a sus oídos.

—¡Luka! —Llamó el capitán aproximándose a su encuentro.

Los recuerdos de la ilusión vinieron de golpe a Luka haciéndolo sonrojar. El encuentro, junto a su problema actual, abrumaron completamente sus sentidos.

—¡A-Alain! ¿Qué haces aquí?

Apenas podía verlo a los ojos. Ya tenía tiempo de haber descubierto lo que sentía por él, pero la ilusión había sido demasiado.

—Estaba buscándote. En la mañana me enteré que habías ido a la misión en Isvind y también escuché que fue una misión muy ajetreada. Yo... Solo quería asegurarme de que regresaste con bien —dijo con ligera timidez.

—Oh... Sí, lo fue, pero no me pasó nada esta vez.

—Me alegra saberlo.

Alain respondió con una sonrisa pese a que su semblante dejaba en evidencia que estaba exhausto. Hubo un breve silencio en el que Luka, a pesar de sentirse apenado, buscó por instinto el consejo de Alain.

—Oye Alain... ¿Cómo puedo estar seguro de que realmente uso mi magia para el bien? ¿Sería lo bastante poderosa para lograr un verdadero cambio? —Cuestionó con cierta tristeza.

El joven pelirrojo intuyó que algo había sucedido, pero no le obligaría a contarle si no se sentía cómodo de hacerlo. Sin embargo, indudablemente le ayudaría a afrontarlo.

—Luka, la magia más poderosa es la que viene de la bondad del corazón y sus motivaciones. Siempre buscas lo mejor para todos, eres amable, inteligente y protector. Mientras sigas guiando tu magia por tan grandiosas cualidades, estoy seguro de que podrás lograr lo te propongas.

—¿De verdad piensas eso de mí? —preguntó sonriendo completamente encantado.

—Por supuesto —dijo Alain con dulzura.

Los ojos de Luka resplandecían como estrellas y sus mejillas ardían en rubor. Aquellas palabras le habían dado la valentía que necesitaba para seguir adelante con su plan. No obstante, la culpa pronto oprimió su pecho como una espina. Le había prometido no meterse en problemas e indagar en asuntos del Imperio y desde un inició falló a su palabra. Ya no quería ocultar la verdad.

Ambos chicos iban a decirse algo más cuando, de repente, Alain volteó sobresaltado hacia un pasillo contiguo.

—¿Qué sucede?

—No... —Alain observó fijamente el pasillo solitario—. No es nada. Disculpa, pero debo retirarme. Es mejor que te vayas a descansar.

—Ah, claro. Te veré después.

Alain asintió y usando uno de sus portales desapareció. Tras irse, Luka inhaló profundamente pensando en las palabras de Alain. Llenó de confianza y determinación, se dirigió a la biblioteca. Tenía un plan que necesitaba perfeccionar.

Sin embargo, Luka ignoraba que el peligro acechaba cerca suyo, y no precisamente por el asunto del prisionero Galanight. Al final del pasillo que Alain observó con tanto recelo se escondía Nuria Berenguer.

Su orden hacía Alain de ir a los calabozos no había sido cumplida. Por lo que, una vez que Uller fue aprisionado, se dispuso a buscarlo en cada rincón del Cuartel General e incluso del planeta si era necesario. Estaba harta de su desobediencia y de las fallas en el rastreador.

Al encontrarlo iba a precipitarse sobre él y llevarlo por la fuerza a los calabozos. Pero se detuvo al ver que no estaba solo, lo que la llevó a darse cuenta de un hecho aún más insólito: Alain no detectó su presencia, había bajado la guardia. Observó la escena anonadada y retorcido. Siendo ese el momento en que Alain volteó hacia el pasillo.

Con una mano sobre la quijada, la emperatriz procesaba lo que acababa de descubrir.

—Una mirada tonta y un estado tan vulnerable ante Luka Stellan... Una nueva forma de recuperar tu docilidad y obediencia —sonrió ampliamente—. Oh, Alain, me decepciona que algo tan banal como el amor sea tu debilidad, ¡Y por un chico!

Con nuevos planes en mente Nuria volvió a los calabozos. Tenía un interrogatorio por realizar.

*

Ante la puerta de un cuarto de la enfermería Luka inhaló profundamente, estaba por cometer una locura. El plan parecía sencillo en su mente, aunque en realidad implicaba un gran riesgo no solo para él sino también para Metztli y Elián, a quienes había involucrado. Preferiría no haber tenido que hacerlo, pero sin su ayuda no hubiera tenido los recursos para liberar a Uller. Después de su encuentro con Alain, fue a buscarlos para explicarles sus intenciones y, para su sorpresa, ellos ya imaginaban que intentaría hacer algo al respecto y estuvieron más que dispuestos a colaborar. El plan consistía en seis pasos:



#14415 en Fantasía
#20497 en Otros
#2686 en Aventura

En el texto hay: poderes magicos, fantasia magia, revolucion

Editado: 26.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.