Cenizas de amor

2. HOLDEN

ABBY

El gran día había llegado. Me había levantado más temprano de lo normal, me di una ducha de esas en que te quitas la mugre que has acumulado desde el año pasado y me vestí, según yo, con mi mejor outfit el cual consiste en unos pantalones cargo azules, un crop negro y obviamente mis vans. Me recojo el cabello en una media cola, me maquillo un poco los ojos-solo me hago un delineado básico- y estoy lista,

Me doy una última mirada en el espejo y bajo en busca de algo para comer.

-Buenos días-dice mi padre animado-Te ves... bien.

No le respondo, porque eso último lo ha dicho como si le sorprendiera que me hubiera esforzado un poco en no verme tan desastrosa. Encuentro pancakes y creo que soy la mujer más feliz del mundo, me sirvo dos y una taza de café.

-Podrías no decir tu apellido en la Universidad-Menciona mi padre.

Le dedico una mirada que podría matarlo y él suelta una carcajada.

-Tengo una reputación que cuidar-dice y se marcha.

Yo debería ser la que le prohíba a mi padre hablarme en la universidad, no al revés, pero bueno mi vida nunca ha sido muy coherente.

-Allyson-grito-Baja ya o me iré sin ti.

-Eres una viejita amargada-chilla acercándose a la cocina, agarra una manzana porque según esta a dieta.

Se quiere matar de hambre para verse bien, no lo entiendo.

Llegamos hasta la universidad y siento un nudo en la garganta.

-¿Estas lista?-pregunta tras de mí.

-No-digo con sinceridad.

-¡Genial!.

Allyson me jala del brazo hacia el campus de la universidad, ella está muy emocionada puedo notarlo debido a su sonrisa exagerada, ella observa todo como si hubiera descubierto un universo distinto.

Suelta uno que otro "ah" de asombro, y yo termino haciendo mala cara cada que exagera de esa manera.

-¡Dios mío!-suelta un grito-Voy a llegar tarde.

-Bueno, lárgate.

-Nos vemos en casa-dice, antes de irse da media vuelta-¡Suerte!

Allyson desaparece de mi vista y yo miro cómo llegar hasta mi facultad. Ella está estudiando Biología, por ende, está en la facultad de Ciencias, lo que por suerte para mi, está bastante lejos de mi facultad.

Mientras caminaba por el campus tratando de encontrar mi facultad, observaba todo con mucho detenimiento, no lo iba a negar el lugar era mejor de lo que imaginaba. Estaba tan en mi mundo que lo único que sentí es cuando alguien chocó conmigo.

-Lo siento mucho-mencione sin siquiera mirar a la persona que había frente a mi.

-Perdóname tú a mi, iba mirando este mapa para poder encontrar mi facultad así que no te vi-menciona la castaña frente a mi.

-¿Vas a la facultad de Derecho?-preguntó tras notar el gran círculo rojo que tiene el mapa.

-Si, voy súper tarde a mi primera clase, este día no puede ser peor-se queja.

-Si quieres puedo ayudar a buscar tu facultad, según tengo entendido queda cerca de la facultad a la que voy yo-me ofrezco.

-Déjame adivinar-ella me mira con cara de concentración y fija su mirada en el mapa como tratando de leer hacia dónde me dirijo- Facultad de Literatura.

-¿Lo supiste solo mirándome?

-Tienes cara de nerd-dijo en broma.

-¿Me estás insultando?

Ella sonríe ampliamente y yo me arrepiento de haberle ofrecido mi ayuda, porque ahí supe que la chica frente a mí iba a ser peor de intensa que mi hermana Allyson.

-Mucho gusto, mi nombre es Megan-dice extendiéndome su mano en señal de formalidad.

-Abby-acepto su mano con cierto fastidio.

Megan y yo caminamos hasta la facultad de Derecho, ella no dejo de parlotear en todo el rato, literal me dio una autobiografía, me dijo que tenía 19 años, vivía con su madre, tiene un gato color negro llamado "White", es fan de la música rock, y ama meterse en problemas. Si, eso me contó en solo 5 minutos que fue lo que duró el trayecto.

-Bueno, aquí me quedo, me encanto conocerte, Abby-Cuando iba a dar media vuelta para irse se giró para verme de nuevo, me ofreció el marcador rojo con el que había marcado el mapa, me extendió su mano y lo entendí, escribí mi número y ella solo desapareció corriendo.

Llegué a mi facultad, pero estaba un poco perdida para encontrar el aula, mientras caminaba mirando la guía y las puertas para encontrar la que me correspondía, volví a chocar con alguien.

-¡Joder!-suelto-¿Por que todas las personas han decido chocar conmigo hoy?.

Evidentemente estoy de mal humor.

-En mi defensa, eres tú quien no se fijó por donde iba-menciona el chico frente a mi.

Lo miro fijamente y al ver de quién se trata me muerdo la lengua para no soltar algún comentario despectivo hacia él. Me mira con fastidio.

Algún día lo voy a insultar, lo juro.

-Lo siento-digo con sarcasmo, y continuó buscando el aula.

Tras unos minutos, por fin la encuentro, me siento en medio y me permito respirar profundamente.

Unos minutos después el aula empezó a llenarse, y puntualmente vi que entró el que supuse era el maestro, su cabello negro, y ojos del mismo color lo hacen ver con un toque misterioso.

-Mi nombre es Henry, pero para ustedes voy a ser el Maestro Cooper-fue lo primero que dijo-Bienvenidos todos a su primer año de Literatura. Les diré las reglas básicas, no pueden hablar hasta que se les pida que hablen, no deben utilizar dispositivos tecnológicos en este clase, así que les aconsejo que los apaguen antes de entrar y por último, es indispensable la puntual...-se abrió la puerta, y vimos a un rubio, de ojos azules, alto, con unos músculos bien definidos, sonrisa perfecta.

El típico chico que se lleva la atención del mundo.

-Lamento mucho llegar tarde, me perdí-dice con timidez. El chico busca rápidamente con su mirada una silla vacía y se fija en la que hay junto a mi.

-Hola, mi nombre es Liam-menciona una vez se sienta, de cerquita es mucho más guapo, pero seguro es de esos hombres mujeriegos que creen que por ser guapos pueden tener todo lo que quieren.




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