"El amor no es ciego, solo es un poco torpe y se tropieza constantemente." — Desconocido
Ser adolescente ya es complicado. Hormonas descontroladas, un sistema educativo que conspira contra tu felicidad y un talento natural para hacer el ridículo en público. Pero enamorarte del mejor amigo de tu hermano... eso es como agregarle dinamita a un incendio forestal.
Para mí, el amor no es algo dulce y perfecto. Es más bien una mezcla de comedia barata y drama adolescente mal actuado. A cada paso, tropiezo (literalmente). Pero, ¿qué hago cuando Dayron, el susodicho, aparece con esa sonrisa capaz de derretir incluso al helado más frío? Fácil: me convierto en un manojo de sarcasmo y torpeza. Porque claro, si no puedes ser elegante, al menos que te recuerden como un desastre entretenido.
Lo mejor (o peor) de todo esto es que él no sospecha ni un poquito de mis sentimientos. Así que aquí estoy, atrapada en mi propia telenovela, protagonizada por una chica que nunca pidió ser el centro de atención pero que el universo insiste en poner en situaciones que harían reír hasta a una piedra.
¿Listos para esta montaña rusa emocional? Agárrense fuerte, porque el desastre está garantizado.
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Editado: 03.12.2024