Ceresa (en proceso)

Capítulo 14 : Bienvenida a mi hogar

Celine

Estaba emocionada, Papá me había dado permiso y me iba a ir de campamento con Teresa y su familia.

— ¿Y qué te gusta comer Celine? Podemos pararnos en el supermercado para que lo elijas tu misma—me preguntó la mamá de Teresa en el auto de camino a su casa. 

—No se preocupe, me como lo que me den.

—Tonterías, Tere, ¿qué le gusta comer a Celine? —le preguntó a Teresa.

—Le gustan muchos las frutas, en especial las manzanas—respondió.

Sonreí, sabe lo que me gusta.

—Que rico, cuando lleguemos, te haré un pie.

Su mamá es muy dulce, irradia una felicidad genuina y en menos de 10 minutos ya me había hecho sentir como una hija más.

—Bueno, bienvenida a mi hogar —Dijo Teresa al cruzar la puerta.     

 Estaba nerviosa, no sé porqué, su casa era bonita, era más grande que la mía  dos escaleras a ambos lado resaltaban la entrada, junto con un candelabro plateando colgando encima de una pequeña mesa de cristal con un lindo arreglo de lirios en el centro.

—De este lado está el comedor y la cocina, arriba las habitaciones, del aquel está el piano, la sala de estar, más muebles, ya sabes para sentarse a hablar un rato, hay baños a ambos lados, y puertas para salir al patio.

—Está muy bonita tu casa.

—Gracias.

—Oh llegaron, tú debes ser Celine, ¿no? —dijo un chico alto de cabello negro rizado y sonrisa perfecta.

—Sí.

—Un placer muñeca, soy Terrence, el tío de Teresa.

¿Qué clase de elixir de la belleza se toma esta familia?

—Hola.

—Tere, habla mucho de ti.

— ¿Qué?

Teresa se puso a su lado y le dio un piñizco no tan disimulado.

—No es cierto, bueno si hablo de ti, pero no mucho mucho.

—Habla muchísimo.

Otro chico entró a la sala.

—Hola chicos.

—Papá ella es Celine—dijo Teresa.

—Un placer Celine, me llamo Joshuad, papá de Teresa, encantado de tenerte aquí.

—Gracias.

La mamá de Celine se sumó a nosotros.

Que linda familia.

—Mami, ¿Mamargaret sigue aquí? —le preguntó Tere a su mamá.

—Sí, Eva se quedará aquí en la casa con ella.

—Ven, vamos a mi habitación—subimos las escaleras y Teresa me guió a su habitación—Bienvenida a mi cueva—entramos y Teresa cerró la puerta—Puedes poner tus cosas encima de la cama y ponerte cómoda, mi casa es tu casa. 

Su habitación era gigante, con tonos rosados y blancos, una televisión plasma en el centro, un tocador con luces y diversos accesorios y la otra mitad era su lugar de estudio, un librero, lámparas, una tabla periódica gigante, seguí observando su habitación y una pared me llamó la atención.

Sonreí, Tere se dio cuenta.

—Es mi pared de motivación, ahí pongo frases, imágenes que me gustan, fotos, cualquier cosa que me recuerde quien soy—me levanté para verla mejor.

Todo se veía tan colorido, y fotos con su familia y amigas, frases motivadoras, flores, sobres.

— ¿Hay algo en esos sobre? —pregunté.

—Sí, son cartas que escribo para mi yo del futuro, mientras pasan los años la voy abriendo para ver si estoy cumpliendo lo que prometí.

—Wow, que lindo, eres tan creativa Teresa.

—Ñe—dijo escogiéndose de hombros—Todo lo saco de pinterest—Nos sentamos en la cama— ¿Estás emocionada por el viaje?

—Sí, tu familia es muy dulce.

—Sí, somos un amor, bueno no toda la familia, pero ahí vamos.

— ¿Tienes más hermanos?

—No, soy hija única, quisiera, pero mami no puede tener hijos.

—Ay qué mal.

—Sí, ella dice que conmigo es más que suficiente, pero sé que a ambos le dolió cuando se enteraron y más a ella.    

—Me imagino.

—Pero todo bien, Papá y ella son como dos almas gemelas, nunca he visto a una pareja tan enamorada, se conquista día a día, quiero algo así—Sonreí—Tú también eres hija única, ¿no?

—Sí, papá se la pasa trabajando, saliendo y entrando de la casa, y mi mamá pues también se la pasa saliendo y entrando de la casa, tener otro hijo juntos sería un desastre.

—Nunca he visto a tu mamá, ¿Cómo es?

—Mi mamá es todo un personaje, para mi vive una doble vida y uno ni se da cuenta, es alta, pelo ondulado corto, flaquita, no sé como describírtela mejor.

— ¿Se parece a ti?

—Nos parecemos un poco, pero salí a mi familia paterna.

—Debe ser bonita entonces, tú eres bonita.

Sonreí— ¿Crees que soy bonita?

—Muy.

La puerta se abrió—Hola niñas, ¿la están pasando bien? —preguntó la mamá de Teresa. Asentimos—La cena está lista, pueden bajar.

—Está bien Mami, ahora vamos—respondió Teresa.

Teresa puso mis cosas junto a las suyas y bajamos a cenar.

Toda su familia ya estaba sentada en la mesa, había más personas.

—Celine, ella es mi tía Sofí, Nana Eva y mi abuela Margaret.

—Hola.

—Vengan siéntense—dijo el papá de Celine.

El ambiente en esa mesa era tan acogedor, todos reían, hablaban entre sí, la abuela de Tere me llamó la atención, estaba en una silla de ruedas y Eva le daba la comida, no se veía enferma, pero sí un poco perdida.

El teléfono de la casa empezó a sonar, Jessica se levantó para cogerlo.

—Buenas noches…Sí…para…bueno…Tere te quieren al teléfono.

— ¿A mí? —Teresa se puso de pie y tomó el teléfono—Hola—frunció el ceño—para qué…No puedo, no, que no, Fabián luego hablamos, buenas noches—colgó.

Todos nos quedamos viéndola disimuladamente, Tere respiró profundo y volvió a la mesa—Disculpen la interrupción.

— ¿Problemas con el ex? —dijo Terrence divertido.

—Cállate.

—Terry no empieces—dijo la chica llamada Sofía que estaba a su lado.

—Ya me callo.

Después de cenar Terry y Sofía se fueron a su habitación, Joshuad ayudaba a Jessica con los trastes y Teresa y yo ordenábamos la mesa.




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