Ceresa (en proceso)

Capítulo 18 : y ahora qué

— ¿Se besaron? —le pregunté a Teté.

—Eso no es de tu incumbencia—respondió.

—Sí, se besaron—respondió mamá.

—Uys, por fin.

—Tú que sabes—le reclamó Teté a Mamá.

—Los conozco, a los dos, ya era hora de que pasara.

—No nos besamos.

— ¿Le pregunto a él? —dijo Mamá.

—No.

—Ves se besaron.

—Que lindos.

—Ustedes son malvados.

—Fue un bien a la patria—siguió Mamá.

—Ay, cállate. 

—Que lindo, estás rojito. 

—No es cierto.

—Sí lo estás. 

Dejé a mamá vacilando con Terry y subí a mi habitación  en busca de mi celular, lo puse a cargar después de llegar de casa de Celine y quería ver si tenía una notificación.

Tú eres ella…♥

Me gustas…

Celine.

Todo se detuvo, me senté y entré al chat.

Me gustas, o sea yo le gusto, ¿yo soy ella?

Duré varios minutos para responder.

¿Te gusto? ¿Yo soy la chica que te gusta?

Sí, respondió Celine.

Mi corazón amenazaba con salir volando de mi pecho, ¿sí?, sí, ¡Sí!, grité internamente de emoción y recuperé la compostura.

¿Qué le digo?

 

Celine

Mis manos temblaban, después de responderle el sí me dejó en visto, pero seguía en línea, ¿habré arruinado todo? ¿Le digo que es una broma? Estaba a punto de retractarme de lo que le dije cuando vi su escribiendo.

Yo también siento cosas por ti.

Mi alma salió de mi cuerpo, ¡Qué!, me quedé viendo fijo el celular ¡QUÉ!

¡YO TAMBIÉN SOY LA CHICA!

 

Teresa

Estaba esperando la respuesta de Celine, ¿debería explicarle mejor? ¿Fui muy seca? ¿Me retracto?

Celine me envió un emoji sonrojado y luego un corazón.

Sonreí, ¿acaso estoy soñando? Respiré.

¿Soy la chica que te gusta?, pregunté.

Sí, Teresa, me gustas mucho, no sé cómo pasó, pero me gustas.

Volví a sonreír, necesito verla ya.

Llego en 5.

Envié el mensaje, me puse los primeros zapatos que encontré, el abrigo de lana que mamá me regaló  y tomé las llaves del auto al bajar las escaleras entusiasmada.

—Teresa, ¿A dónde vas? —preguntó Papá,  mientras todos miraban en mi dirección.

— ¡She said yes! —dije muy emocionada saliendo disparada por la puerta.

Subí a mi auto, me puse el cinturón de seguridad y subí la radio a todo volumen.

En ese momento estaba sonando la canción Marlboro Nigths de Loney God.

Mi felicidad iba al tope mientras cantaba la letra de la canción a todo pulmón.

🎶 I don’t wanna go to school tomorrow, i can’t study thinking about you. 🎶

♪ Marboro Nigths.

¿Qué estoy haciendo? Son más de la 10 noche y ni siquiera sé que decirle cuando la veo, ¡Estoy loca!

Ya casi estoy llegando no hay vuelta atrás.

Una segunda canción empezó a sonar Electry Love de Borns.

Solo me faltaba doblar una esquina para llegar, al hacerlo vi a Celine esperándome afuera de su casa con el celular en la mano y una bata rosa de flores, que adorable.

Dejé la radio encendida y me bajé del auto caminando deprisa hacia ella, ella hizo lo mismo.

—Hola—dije al tenerla en frente.

—Hola—dijo ella sonriendo.

—No sé ni que decir, ni por qué estoy aquí.

—Me alegra que estés aquí…otra vez—dijo Celine sonriendo nerviosa.

—Y ahora qué—pregunté aún más nerviosa.

—No lo sé, pero deberíamos besarnos antes de que terminé la canción.

Sonreí aún más y unimos nuestros labios.

¡Estoy besando a la chica que me gusta!

Me relajé disfrutando de la humedad sus labios por un momento más y nos separamos.

Mis mejillas se ruborizaron y desvié la mirada.

— ¿y ahora qué? —preguntó Celine.

—Ahora deberíamos hablar bien de esto.

— ¿Quieres caminar? Hay un parque cerca.

— ¿Le pediste permiso a tu papá?

—Está dormido, además estaré contigo, no creo que se enoje.

—Bueno, pero vamos en el auto.

—Está aquí cerca, no es necesario, caminar nos hará bien.

—Está bien—fui a mi auto, lo apagué y cerré debidamente todo tomando mi celular—listo, vamos.

Comenzamos a caminar lado a lado, solo se oían nuestros pasos y los sonidos característicos de la noche, nuestras manos se rozaban y yo no sabía sin tomarla o no.

— ¿Desde cuándo sientes algo por mí? —me preguntó.

Me quedé helada, pero seguimos caminando.

—Pues no sabría decirte el momento exacto, pero lo confirmé en la montaña, cuando estábamos ahí viendo el atardecer y cuando hablas es como si el mundo se detuviera un instante, algo mágico.

—A mi me pasa exactamente igual, cuando volví del paseo no podía sacarte de mi cabeza y noté que tenerte en ella no era malo, me gustaba que estuviera dentro de mis pensamiento, me gusta.

—Wow, esto es muy…no sé ni cómo describirlo.  

—Raro, descabellado, irreal. Si no quieres salir conmigo lo entiendo o sea sé…

—Sí quiero—dije al instante—solo…no sé, esto es muy lindo.

Llegamos a la entrada del parque, estaba muy iluminado.

— ¿Es aquí? —pregunté.

—Sí, vamos.

Subimos a la parte de arriba de un tobogán y nos sentamos.

— ¿Qué se supone que se hace después de una declaración de amor? —me preguntó Celine mientras miraba al cielo.

—Seguirse conociendo—respondí mirándola a ella. Celine volvió a bajar la mirada hacia a mí.

—Me gusta la idea—sonreí y tomé tímidamente su mano.

—A mi también.

Celine se acercó más a mí y recostó su cabeza en mi hombro, yo solté su mano un momento y la rodeé con el brazo para no perder el equilibrio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.