Cero Amoríos #1

Uno

HEATHER DISNEY.
 

 


El hombre frente a mi, me muestra el fajo de billetes para que me acueste con él.

 

Solo soy Stripper pero un poco de dinero no viene nada mal.

 

Lo agarro de la corbata y lo guió hasta un cuarto.

 

Al pasar veo a Drake un compañero de acá, muy diferente a mi.

 

Le guiño un ojo.

 

El odia que haga esto.

 

Lo de acostarme con los clientes.

 

Porque yo sé que ama que le guiñe el ojo.

 

A lo que yo no le veo lo malo a querer ahorrar para mi futuro.

 

La verdad es que el condenado está como quiere.

 

Cómo desearía llevármelo a la cama.

 

Pero siempre se resiste a mis encantos, algo que no le va a durar por mucho tiempo.

 

Ya van a ver.

 

Yo lo que quiero lo tengo.

 

Y ahora lo que más quiero es a Drake Bullock.

 

A mí Lancelott.



















 

(…)
 




















 

Salgo del cuarto con el mismo hombre detrás mío.

 

Me entrega el dinero y se va hacia la mesa en la que estaba.

 

Ahora es mi hora de descanso, así que me coloco una bata y me dirijo hacia la barra.

 

— Una sangría. —Le pido al Barman.

 

Al voltear la cabeza veo a Drake venir hacia mi.

 

Otro sermón se aproxima.

 

— Dale, Drake ¿Que vas a decir ahora? —Hablo una vez que lo tengo en frente mío.

 

— Aun no logro entender como das tu cuerpo solo por un poco de dinero.

 

Les dije o no.

 

Siempre es lo mismo.

 

— Te lo dije antes y te lo vuelvo a decir, es mi cuerpo y yo hago lo que quiera con él.

 

— Como querés que te respeten si no te respetas a vos misma.

 

— A vos eso no te tiene que importar. Déjame en paz, Drake.

 

Vuelvo mi vista al Barman para agarrar mi Sangría.

 

Me levanto de la silla dispuesta a irme a los vestidores.

 

Pero la mano de Drake sobre mi muñeca que impide mi ida.

 

— Me importas y odio ver lo que te haces.

 

— Pues más te vale que te deje de importar cuánto antes.

 

— ¿Por que me tratas así? ¿Que fue lo que te hice?

 

Me quedé callada un segundo pensando en que decirle para luego responderle.

 

— Por que no mereces que te lastimen y eso es justo lo que voy a terminar haciendo con vos.

 

— Pues yo no pienso lo mismo y te lo voy a demostrar.

 

— ¿De que…? —No pude terminar de hablar por culpa de la presión que ejercieron sus labios contra los mío.

 

No puedo creerlo.

 

Drake me está besando.

 

Al fin estoy besando a mi lindo Lancelot.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.