Ryeowook pasó unas horas jugando con Yerin y Bee después de la cena.
Cuando las gemelas finalmente se agotaron y se durmieron, Ryeowook volvió al dormitorio de ellos.
Estaba vacío.
Sin saber si estaba aliviado o decepcionado, Ryeowook cogió ropa limpia y tomó una larga ducha. Se quedó por un rato con el agua cayendo sobre su cuerpo desnudo y pensó en el hecho de que iba a compartir la cama con Yesung. Toda la noche.
Ryeowook se miró el pene medio duro y suspiró. Esto era todo tan confuso. Yesung era un hombre. Era también un jodido chupapenes. Él no podría estar emocionado por compartir la cama con él.
Molesto con su cuerpo, Ryeowook se secó, se vistió, y caminó de regreso al dormitorio.
Al principio, pensó que Yesung estaba todavía en otro sitio.
Entonces vio una figura alta en el balcón.
Despacio, Ryeowook hizo su camino hacia la puerta, la abrió y salió a la noche. Cuando el aire frío le golpeó, se estremeció un poco y envolvió sus brazos alrededor de sí mismo para mantener el calor. Estaba bastante cálido para noviembre, pero no era lo suficientemente caliente para una capa delgada de ropa.
Yesung tenía un cigarrillo en la mano. No volvió la cabeza.
Ryeowook se apoyó en las barandillas del balcón, reflejando la postura de Yesung. “Él realmente está enfermo, sabes.”
Se dio cuenta de la rigidez sutil de los hombros de Yesung sólo porque él lo estaba observando de cerca.
“Sí“, dijo Yesung con la voz apagada. “Se está muriendo.”
Ryeowook no podía decir que estaba sorprendido.
“Lo siento.”
Se encogió de hombros y Yesung dio una larga calada a su cigarrillo. “No hay amor perdido entre nosotros.”
Ryeowook miró a la luna que se asomaba entre las nubes. “Cuando mis padres murieron, dejaron deudas enormes. La casa tuvo que ser vendida para pagar a los acreedores, por lo que terminé sin hogar, apenas legal, y con dos niñas pequeñas que cuidar. A veces los odio. Por morir, por ser tan irresponsables y ponerme en esta posición.” Sentía la garganta cerrarse y tuvo que tragar el nudo. Respirando el limpio aire nocturno, inclinó su rostro hacia arriba para sentir la brisa rozar su piel. “Pero los echo de menos. Jodidamente mucho”.
Yesung no dijo nada.
En algún lugar en la distancia, una lechuza ululó.
“Él es tu papá“, dijo Ryeowook.
Yesung apagó el cigarrillo. “Yo no te traje aquí para que me puedas dar una conferencia sobre la importancia de la familia.” Su voz entrecortada. Irritado.
“No. Tú me trajiste aquí para molestar a tu padre y demostrar tu punto. ¿No crees que es lamentable y desagradable?”
“Él no es ninguna víctima. Morir no le hace ser menos mierda”.
“No lo hace”, Ryeowook estuvo de acuerdo.
“Y tú no sabes nada sobre nuestra relación.”
“Tienes razón: no sé nada. Ya hemos establecido que sólo soy un tonto chico lindo”.
Yesung se volvió hacia él. Ryeowook podía sentir el calor de su mirada, incluso en la oscuridad.
“Eres increíblemente molesto”, dijo Yesung antes de tirar de Ryeowook hacia él y aplastar sus labios juntos.
Varios minutos después, Ryeowook abrió los ojos y dijo: “Esto es molesto, también. Estás usando esa cosa de mi fijación oral contra mí.”
Yesung lo besó otra vez, y todo se volvió mareado, caliente, y abrumador.
Algún, no identificable, tiempo más tarde Ryeowook abrió los ojos de nuevo y se encontró tirado en la cama. Desnudo. Y Yesung estaba lamiendo su pezón.
“No vamos a tener sexo”, dijo Ryeowook.
“Por supuesto que no lo haremos,” Yesung estuvo de acuerdo. Él estaba desnudo, también.
La mirada aturdida de Ryeowook recorriendo sobre los anchos hombros, el densamente musculoso pecho y tenso estómago, antes de quedarse en su duro pene rojo. Sintió su boca hacérsele agua.
“No, en serio,” Ryeowook lo intentó de nuevo, pero se mordió el labio cuando Yesung envolvió una mano alrededor de su erección. Dios. “No vamos a tener relaciones sexuales.”
Yesung acarició el pene de Ryeowook un par de veces antes de soltarlo y abrir los muslos de Ryeowook.
Ryeowook se tensó.
Yesung acarició sus muslos, sus manos fuertes y grandes, y tan buenas -
“Ni siquiera lo pienses,” Ryeowook consiguió decir.
“Sólo descansa y disfruta, Kim.”
Ryeowook rió. “Correcto. Como si yo no supiera lo que realmente quieres. Tú quieres clavar tu pene en mí.”
Los ojos de Yesung parecían negros, cuando encontraron los suyos. “Si, quiero ‘clavar mi pene’ en ti. Antes de que la noche haya terminado, tú querrás que clave mi pene en ti también”.
Ryeowook resopló, mirando al grueso pene de Yesung. “No hay modo en el infierno de que yo vaya a dejar a esa cosa en cualquier sitio cerca de mi culo”.