Capítulo Trece

“No lo entiendo”, dijo Sungmin, una semana después, mirándolo desde el otro lado de la mesa de la cafetería del campus. “¿Por qué está siendo tan pendejo contigo? Quiero decir, él siempre es un pendejo, pero últimamente ha sido un súper pendejo cuando se trata de ti”.

Ryeowook reprimió un suspiro. Sungmin tenía razón, por supuesto. Yesung le había estado tratando como una mierda toda la semana. No es que eso fuese una completa sorpresa.

“En serio, ¿mataste a su gato? ¿O -O dejaste un pollo ensangrentado en su puerta o algo?” Sungmin negó con la cabeza. “Tiene que haber alguna explicación. Se está poniendo ridículo. La gente está comenzando a hablar”.

La taza de café de Ryeowook se detuvo a medio camino a su boca. “¿A hablar?”

“No importa.” Sungmin hizo una mueca, viéndose un poco incómodo. “Sólo algunos rumores estúpidos”.

“¿Qué rumores, Min?”

Sungmin tomó un sorbo de su café. “Algunos piensan que es sospechoso que Yesung no te diera una nota reprobatoria a mitad de período”.

Ryeowook dejó de respirar. “¿Qué?”

“Algunos dicen que lo has chantajeado para que te dé una calificación aprobatoria. Te dije que era estúpido”.

Ryeowook se relajó, recostándose en su silla. “Sí. Estúpido.”

“En realidad, es un poco extraño, ¿no crees? Pensé que te haría fallar de seguro. Pero no lo hizo, y ahora él es un idiota total contigo. Todo esto es raro.” Sungmin le dirigió una mirada sondeándolo. “¿Estás seguro de que no estás ocultando algo de mí?”

Ryeowook sintió una punzada de culpabilidad. Tomó un sorbo de su café y miró a su taza. “Puede ser.”

“Muy bien, suéltalo”, dijo Sungmin, fijando sus ojos en él.

Ryeowook comenzó trazando el borde de la taza con el dedo, siguiendo su forma. “Yo... ¿Recuerdas el consejo que me diste? ¿Sobre Yesung?”

Sungmin se rió entre dientes. “¿Te refieres a coquetear?”

“Yesung no me dio una calificación aprobatoria porque él se apiadó de mí, Min.”

Las cejas de Sungmin fruncidas; luego su boca abierta. “De ninguna manera. ¿En realidad seguiste mi consejo?”

Ryeowook hizo una mueca. “No exactamente.” Él miró el sándwich en el plato y tiró del queso que salía por los bordes. “Hice más que coquetear.”

Un sonido metálico le hizo mirar hacia arriba. Sungmin había dejado caer su tenedor y ahora estaba mirándolo con los ojos muy abiertos. “Estás bromeando.”

“Ojalá.”

Sungmin miró a su alrededor y luego acercó su silla. “Entonces, ¿qué te hizo hacer?”

“¿Qué crees? No un trabajo de mano de seguro”.

“Santa mierda. ¿Le hiciste una mamada?”

Ryeowook asintió secamente.

Sungmin dejó escapar una breve carcajada. “Wow, nunca pensé que realmente coquetearías con él, mucho menos... Entonces, ¿cómo fue? Quiero decir, ¿te dio asco?” Tomó un sorbo de café.

Ryeowook estaba tentado a decir que sí. Habría hecho todo más sencillo. Pero no podía obligarse a sí mismo a mentir. “No,” dijo Ryeowook. “Estuvo bien. Incluso la primera vez”.

Sungmin se atragantó con el café y empezó a toser.

“¿La primera vez?“, dijo cuándo la tos, finalmente cedió. “¿Quieres decir que lo hiciste más de una vez? ¿Todavía te obliga a hacerlo por una calificación?”

Ryeowook se preguntó si prostituirse a sí mismo por una nota era mejor que prostituirse a sí mismo por dinero. No estaba seguro.

“Mira...” Ryeowook se pasó una mano por los ojos. “Yo realmente no quiero hablar de ello. Sí, ha estado sucediendo por unas semanas, pero lo importante es que ya pasó. Yo terminé el acuerdo”.

“¿Pero tú?, tú sabes... ¿te lo follaste?”

“Sí“, dijo Ryeowook, luchando por mantener su voz normal. “Yo me lo follé. Bueno, él me folló“.

Sungmin sonrió, ojos marrones bailando con picardía. “¿Cómo estuvo él? ¿Estuvo bien?”

Sonriendo torcido, Ryeowook negó con la cabeza. “Vamos, ¿tenemos que hablar de ello?”

“¡Por supuesto que tenemos que hablar de ello! ¡Tuviste sexo con Yesung! ¡Yesung!”

“Callate,” Ryeowook dijo entre dientes, mirando a su alrededor. “No quiero hablar de ello. No hay nada que hablar. No -No apestó, pero obviamente me alegro de que todo el asunto haya terminado.”

Sintió los ojos de Sungmin en él, inusualmente serios e inquisidores.

Ryeowook se removió bajo su escrutinio. “¿Qué?”

“Entonces, ¿por qué está tan enojado contigo si se ha acabado?“, dijo Sungmin, tamborileando con los dedos sobre la mesa.

Ryeowook tenía una idea del por qué, pero no era algo sobre lo que quisiera pensar. “Ni idea.”

Sungmin le dio una mirada escéptica, pero no insistió más y miró su taza. Él se quedó en silencio, con una expresión distante, pensativa en su rostro.

Ryeowook miró a su amigo. Pensando en ello, Sungmin había estado un poco distraído todo el día. “¿Ocurre algo malo?”