Ch 01 - Solo un poco Retorcido [yewook]

Capítulo Veintidós

Ryeowook se despertó en medio de la noche, temblando.

Se acurrucó más profundo debajo de las sábanas. La habitación estaba fría y húmeda, como de costumbre, pero era más difícil de ignorar después de semanas de compartir el calor corporal con otra persona. Echaba de menos estar cálido.

Ryeowook suspiró, giró sobre su estómago y abrazó la almohada, enfadado consigo mismo. Esto se le estaba yendo de las manos. Suficiente. Al carajo con Yesung y al carajo con su estúpido cuerpo cálido. Al carajo con él.

Pero no importaba lo que se dijera, el dolor en el estómago todavía estaba allí. El hambre. La necesidad que iba más allá del sexo. Quería el cuerpo de Yesung junto a él, grande y caliente. Incluso quería oír sus comentarios mordaces, sentir su aliento contra su piel.

Ryeowook se tensó y levantó la cabeza. Podría haber jurado que oyó voces procedentes del living. Pero las chicas no podían estar despiertas, ¿verdad?

Con el ceño fruncido, Ryeowook salió de la cama, temblando violentamente mientras el aire frío golpeó su piel, y encaró hacia la puerta. Había luz en la sala, pero no significaba nada: él había dejado la lámpara, ya que las gemelas tenían miedo a la oscuridad.

Ryeowook abrió la puerta sin hacer ruido y se congeló.

Yesung estaba sentado en el suelo junto a la cama de las niñas, una de las gemelas en su regazo.

El corazón de Ryeowook comenzó a latir en su pecho.

Él estaba de vuelta.

Él estaba de vuelta.

“¿Dónde estabas?“, dijo su hermana, frotándose los ojos adormilados con una mano mientras con la otra jugaba con la corbata de Yesung. Era Bee, Ryeowook decidió. Yesung parecía tener alguna debilidad por Bee, aunque era extraño que Yesung estuviera tolerando esto incluso de Bee.

Eso fue hasta que Ryeowook estudió la cara de Yesung. Incluso en la tenue luz de la lámpara, su rostro se veía, extrañamente, con la guardia baja y cansado.

“Yo estaba visitando a mi familia”, murmuró Yesung.

Bee se chupó el pulgar. “Me acuerdo de tu familia. A tu papá no le gustamos mucho nosotros.”

Una extraña expresión cruzó el rostro de Yesung. Él no dijo nada.

“Ryeowook dijo que estabas haciendo una nueva familia.”

Yesung se tensó visiblemente. “¿lo hizo?”

Bee asintió. “Él estaba muy triste.”

Ryeowook se sintió ruborizarse. ¿Ella tenía que decirle eso?

Yesung tenía una extraña expresión en su rostro. “¿Lo estaba?” murmuró.

“Yo estaba triste, también”, dijo Bee. “No entiendo. ¿Por qué quieres una nueva familia? Nos tienes a nosotros”.

Niños, pensó Ryeowook, mordiéndose el labio. No tenían miedo. En cierto modo, los niños eran más valientes que los adultos.

Yesung abrió la boca y volvió a cerrarla. Era la primera vez que Ryeowook le había visto quedarse sin palabras. La garganta de Yesung convulsionó antes de que él le dijera a Bee, “No te preocupes, no voy a estar haciendo una nueva familia.”

Ryeowook exhaló.

“¿No se supone que deberías estar durmiendo, enana?”

Bee estudió a Yesung seriamente con sus grandes ojos azules. “Estás triste, también. ¿Algo malo pasó?”

Una sonrisa sin sentido del humor retorció los labios de Yesung. “Podrías decir eso.”

“Cuando yo estoy triste, Ryeowook me abraza y ya no me siento tan triste. ¿Quieres un abrazo?”

Ryeowook esperaba que Yesung rechazara la oferta con una sonrisa burlona.

Él no lo hizo. Él no dijo nada.

Tomando su silencio como un sí, Bee se puso de pie y puso sus cortos brazos alrededor del cuello de Yesung. Yesung tuvo que sostenerla.

Ryeowook miró las grandes manos de Yesung en la espalda de su hermanita, y luego a su rostro en blanco, estoico.

Silenciosamente, cerró la puerta y se dirigió de nuevo a la cama.

Unos veinte minutos pasaron antes de oír la puerta abrirse de nuevo. Hubo un susurro de ropas antes de que el colchón se hundiera con el peso de Yesung, y que él se deslizara bajo las sábanas junto a Ryeowook.

La velocidad con la que Ryeowook se pegó a él habría sido embarazosa si Ryeowook pudiera obligarse a que le importara; no lo hizo. Sólo necesitaba que lo besara. Necesitaba que lo tocara. Así que él lo beso y Yesung le devolvió el beso igualmente hambriento, sus labios con urgencia, casi desesperados.

Ryeowook no estaba seguro cuántos minutos pasaron besándose -se sintieron como horas y segundos al mismo tiempo.

Cuando finalmente dejaron de besarse para respirar, Ryeowook se sentía cálido de pies a cabeza. Enganchando su pierna sobre la cadera de Yesung, puso su cabeza en su pecho. El corazón de Yesung latiendo bajo su oído, fuerte y rápido.

Durante mucho tiempo, no había más que agradable silencio.

“Él murió, ¿no?” Ryeowook susurró al fin.



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En el texto hay: amor confusion gay retorcido

Editado: 03.09.2023

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