Capítulo 18: La gran fiesta

Cuando Amy llego, Cream y Rouge ya se habían ido. Sally fue la única que se quedó, esperaba a que su amiga llegara.

—Amy, ¿está todo bien? —pregunta al verla tan decaída.

—Yo, no lose —duda.

—¿Peleaste con Sonic? —Amy asiente—. Él y yo peleábamos mucho cuando fuimos novios, pero él siempre se disculpaba, tuviera o no razón —trata de alentarle.

Amy sonríe.

—Gracias.

—No es nada, para eso están las amigas —le sonríe—. Bueno, me tengo que ir. Será mejor que descanses, mañana será un día muy pesado.

—Sí, lo haré. Hasta mañana —Amy se despide con el ánimo aun por los suelos.

Sally sale de la casa y Amy se dirige a su habitación.

Todos en ese momento, se encontraban en sus respectivas camas, pensando que el día de mañana sería un gran día y teniendo cada quien sus problemas en mente, esperando que al día siguiente, mejorara o simplemente desaparecieran.

Al día siguiente, Amy despierta, con el ánimo más elevado y este mejora al ver que tiene un mensaje de parte de Sonic.

“Lamento lo de ayer, sé que te preocupa Cream y solo quieres evitar que salga lastimada. Debí ser más compresible”

Amy sonríe ante respuesta tan más sincera. Así que no tarda en contestarle.

“Al contrario, fue mi culpa. Cream me dirá las cosas conforme las cosas avancen, quizás solo estoy exagerando y Charmy no sea tan malo como pienso. Tienes razón, debo dejarla sola, o al menos un poco”

Finalmente, hacen las paces y se despiden para prepararse para el día de hoy. Amy se encontraba algo nerviosa, ya que últimamente sus peleas eran más constantes y más fuertes. Le preocupaba que debido a eso su relación terminara.

Sin embargo, ella misma se anima, pues sabe que es algo normal en las relaciones y se dispone a preparar todo. Primero elige la ropa que se pondrá ese día y la coloca en el baño.

Se pone el mandil y comienza a cocinar los guisos que tardarían más. Cuando fuese más tarde haría los que tardan menos para que cuando quede poco tiempo, irse a arreglar.

La joven eriza estaba muy emocionada por ese día, creía que sería bueno algo de alegría después de tanta tensión.

Tras unas cuantas horas, al medio día, llega Sally.

—Buenas tardes, Amy —saluda al entrar.

—¡Hola, Sally! —responde entusiasmada mientras preparaba una masa.

—Me alegra saber que estás mejor —sonríe y coloca su bolsa cerca de la consola—. ¿Las cosas se arreglaron? —pregunto curiosa.

—Por supuesto, tenías razón —le sonríe.

—Sonic siempre fue alguien muy amable, no es capaz de tenerle rencor a alguien —asegura.

En ese momento entra Tails.

—Te corrijo, Sonic puede odiar a alguien que le quite sus chilidogs —comento.

Ambas chicas ríen.

—Sí, creo que esa es una gran excepción —dijo Sally.

Tras esa breve charla, todos volvieron a sus respectivas tareas. Amy ya tenía preparando dos comidas y un postre. Mientras que Sally estaba acomodando los discos, verificando el audio de la consola y asegurando la conexión a internet.

Tails estaba por su lado arreglando las luces y la atmosfera.

—Oye, Sally, estos discos ¿Son nuevos? —pregunto curioso.

—Algo así, son una música que ha estado haciendo mi amiga como solista, quería que conocieran un poco de su trabajo ¿Crees que a los demás les agrade? —pregunta insegura.

—Si es buena música, es bienvenida —le guiña el ojo.

Pasan las horas, y Knuckles junto a Sonic llegan con las bebidas y cajas que Tails y Sally necesitaban.

—Gracias amor, Gracias Knuckles —agradece Amy.

—De nada, cariño —Sonic le da un beso.

—Uy, esto se ve delicioso —dice Knuckles y se dispone a tomar un poco, pero Amy le golpea la mano.

—Ah—Ah. No hasta que la fiesta allá comenzado.

—Uy, bueno. Lo siento —se disculpa mientras soba su mano.

—¿Dónde está Rouge? —pregunto Amy.

—Salió con Shadow a no sé dónde —responde vagamente.

—¿No te da miedo dejar a Shadow con alguien como Rouge? —pregunta Sally bromeando.

—Nah, confió en que Shadow se sabe cuidar, o al menos eso espero —pensativo.

—Márcale a Rouge —dice Tails a Amy.

Obedece y comienza a marcarle.

—¿Amy? ¿Qué pasa querida? —pregunta algo desinteresada.

—¿Dónde estás? —pregunta Amy.

—Salí con Shady. Quiero que me acompañe a elegir algo para esta noche.

—En realidad solo te apareciste en mi casa y mi obligaste a venir —se oyó a Shadow quejarse.

—¡Rouge! Ya tienes mucha ropa en casa —exclamo Knuckles.