Charlie Y Los Espejos Malditos

Capítulo 5:

—Jack… nos volveremos a ver, lo prometo —le hablaba Charlie a su propio reflejo y Jack del otro lado susurró “claro que nos volveremos a ver” y se acomodó en su oscuridad para dormir.

—¿A quién le hablas? —Charlie se sobresaltó cuando escuchó la repentina voz de su amigo y es que, su corazón estaba vuelto loco desde que entró y salió del espejo que hasta se le olvidó que su amigo estaba esperándolo afuera.

Le contó todo lo que vio, también le contó sobre Jack y la parte más importante; que posiblemente su padre esté vivo, dentro del espejo de Jack y que él lo iba a rescatar.

—Espera… esto es de locos —le respondió rápidamente su amigo, abrumado. Desde que José vio que el espejo no era solo eso, ya no sabía en qué creer, pero…— ¿Charlie, estás seguro que encontrarás a tu papá y lograrás salir a tiempo? Jack te dijo que el tiempo dentro de los espejos pasa más rápido y para sumar, el espejo intentará engañarte si tiene oportunidad para que te quedes atrapado para siempre.

—Lo sé, pero no me puedo quedar así nada más después de saber que ¡mi padre puede estar vivo!. Necesito un plan, aunque soy pésimo para eso —¿cómo podré buscar a mi padre sin pasarme de las tres horas? ¿podré entrar con un reloj? Esto es tan complejo...

José lo evalúo y luego miró hacia el espejo. Y pensó que si Jack compró el espejo de las repeticiones y ahora está condenado a repetir las acciones de los demás, y que de no hacerlo, todos los fragmentos lo atravesarían como castigo...

—Charlie, no me puedo imaginar la ansiedad que debes tener en este momento. O sea, saber que tu padre puede estar vivo y no poder hacer nada, debe sentirse frustrante. Sin embargo, si hacemos un plan y sale mal, tú castigo podría ser peor que el de Jack.

—¿Sabes?, me puedo imaginar algo peor, pero tampoco quiero pensar en ello —respondió, Charlie.

José no dejaba de pensar en que su amigo podría ser condenado por toda la eternidad y que jamás lo volvería ver. No obstante, Charlie era obstinado y sabía que no lograría convencerlo de no llevar a cabo el rescate, así que, tendría que ayudarlo. No sin antes, decirle bien lo que le podría pasar.

—Tu espejo, “El espejo de los condenados” puede que te condene. Pese a eso, ni siquiera hay una pista de qué tipo de condena. Ahora bien, a Jack los espejos se le pusieron en su contra. Por el contrario, al menos se podía deducir alguna pista de su castigo. El Espejo de las “repeticiones” es igual a repetir acciones (durante toda la eternidad), pero en tu caso, tu espejo tiene escrito “condenados” que es igual a “condena”. Eso hace que sea incierta tu situación, si es que llegas a condenarte. No es como si tú espejo se llamará “El espejo de los duendes”  con eso podríamos acertar en que tú castigo consistiría en ser atacado por duendes, que sé yo. Pero, no es ese el caso, lo tuyo podría ser cualquier castigo. Y aún así ¿quieres arriesgarte?

Lo que decía su amigo era lo más acertado por ahora, aunque gracias a eso, a él se le ocurrió una idea. Sin embargo, debía decepcionar a José, como siempre para poder decirle.

—Sí, me arriesgaré, lo haré por mi, mi madre y hermana. Ellas también quieren volver a verlo y hacerle “quizás” muchas preguntas. Ahora, ya sabiendo eso debo continuar con las ideas para un plan ¿de acuerdo?

—Esta bien —suspiró resignado.

—Okey, si mi espejo me permite ver a cualquier condenado, quizás mañana, si entro otra vez, me muestre a otro y así sucesivamente. Si mi padre está ahí y jamás regresó a casa es porque también está atrapado y lo podré ver de alguna manera, solo que no debo pasarme de las tres horas —aunque Charlie sentía que algo se le estaba escapado… —. Oye, si mi padre no esta muerto, y entró gracias a un espejo, entonces, ¿dónde está el espejo que compró?

Sin embargo, no pudieron seguir con la conversación porque su hermana entró angustiada a su habitación.

—¿Qué sucede, Emilia? te ves como si hubieras visto un fantasma, ¿estás bien? —Charlie fue hacía ella, ya que Emilia estaba quieta en medio de la pieza. Charlie le tocó la frente con la palma de su mano para verificar si tenía fiebre, pero estaba bien. Luego la miró directo a los ojos para que ella le diera una respuesta. Su hermana estaba más pálida de lo normal. Ella era igual que Charlie, tez blanca, cabello negro y rizado; ojos azules con la única diferencia, de que, ella tenía un cuerpo más atlético y no delgado como el de él.

—¿Emilia…? ¡Emili! —después del segundo llamado, salió del trance en el que parecía haberse sumergido.

—¡Charlie, mamá no está! —exclamó asustada, tanto que había empezado a llorar —. ¡Tenemos que llamar a la policía!.

No sabía porqué, pero el había dado por sentado que su madre estaba en casa.  Intentó pensar de manera racional; su madre es una adulta, aunque se estaba demorando mucho, por el contrario, no habían recibido una llamada de ella, lo cuál era extraño.

—Hermano —balbuceo con voz muy baja, parecía ida.

—¿Qué sucede?

—¿Qué pasa si a mamá le pasó algo malo? —cuestionó Emilia, poniéndose a llorar otra vez. Estaba tan preocupada. Quizás su madre estaba muerta o siendo torturada. Emilia solo podía pensar en escenarios catastróficos.

—Primero que nada, tranquilízate, cálmate. Puede que a mamá no le haya pasado algo malo. Primero, llamemos a la policía y juntos la iremos a buscar ¿te parece? —ella miró a su hermano intentado creer en sus palabras y por su propio bien, se las creyó. Al ver como su hermana se tranquilizaba, la dejó y fue directo a realizar la llamada.

La policía se demoró diez minutos. Al llegar le solicitaron toda la información posible sobre su madre, como; la última vez que la vieron, como vestía, etc. Le dijeron a Charlie que iban a empezar una búsqueda para dar con su paradero y que estuvieran tranquilos. No obstante, también le dijieron que ellos por ser menores de edad, no podían estar sin supervisión de un adulto, así que, se contactaron con su Tía (hermana de su madre) y le consultaron si podía permitirse cuidar de los niños por un tiempo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.