Chicle sabor frutilla

Capítulo 14

Narra Tehuel

«No quiero que te lleves mal con los chicos por mi culpa. Perdón.»

Decía el pedazo de hoja que me había pasado Eli mientras estábamos en clase. Lo miré, me miró un segundo y volvió a mirar su carpeta. Tenía la lapicera sobre un renglón, pero no estaba escribiendo nada.

«Somos amigos y no me gusta que te molesten.»

Se lo devolví.

«Pero son tus amigos.»

«No quiero que lo sean si te tratan mal.»

«¿Y si te molestan también?»

«No me importa.»

Dibujé una carita feliz después de esa oración y lo miré, él miró la hoja, me miró también con una sonrisita. Me empezaban a molestar de verdad Juanma y Vicente. Seguía sin entender por qué molestaban tanto a Eli, pero cada vez me importaba menos, prefería enojarme directamente con ellos. Los miré desde mi lugar, después volví a mirar a Eli, ahora estaba concentrado en su dibujo. Al menos no se preocupaba mucho por lo que le hicieran los chicos. La seño volvió a pararse adelante del pizarrón y empezó a hablar, Eli la miró dejando su dibujo abajo de la carpeta. Yo también la miré, pero no podía dejar de pensar en lo que había pasado, en lo mal que habían tratado a Eli. Sentí de repente su mano chocar con la mía, lo miré, después miré la mesa, me pasó el dibujo que ya había terminado, sonreí guardándolo en uno de los folios en los que tenía en uno de los separadores para las materias. Pensé en ponerlo al lado del primero que me había hecho, esperaba que no le molestara a mi tía que llenara de cosas la pared, no quería tenerlos guardado, Eli dibujaba muy bien para que los dejara en el folio.

Lo miré, ahora estaba concentrado copiando lo que la seño había puesto en el pizarrón. Volví a sonreír y me puse a copiar también, si llegaba sin nada en la carpeta, mi mamá me iba a matar. Me di cuenta, mientras escribía, que había alejado un poco su carpeta para no chocar nuestras manos, por ahí le molestaba que fuera zurdo. Normalmente me tenía que cambiar de lugar porque molestaba a mis compañeros. Él no había dicho eso la primera vez que nos sentamos juntos, ni antes del recreo, pero ahora tenía la carpeta casi en el borde. Decidí preguntarle después, ahora tenía que copiar rápido o la seño iba a borrar.

Cuando tocó el timbre del segundo recreo, guardé mi lapicera en la cartuchera y después adentro de la mochila con mi carpeta y los libros, después del recreo teníamos que cambiarnos de aula con el A. Me levanté y miré a los chicos, Eli estaba bastante callado, parecía que algo le pasaba. Mati se acercó y me empezó a hablar de algo que no presté atención, pero a él no le importaba, seguía hablando como si le estuviera preguntando cosas o algo así. Tomi le dijo algo al oído, Eli asintió antes de mirarnos y hacer una seña para que saliéramos al pasillo. Esperé que ellos salieran primero para quedarme atrás, después, en el pasillo, lo agarré del brazo, me miró.

—Tehuel, vení te tengo que decir algo.

Dijo Mili agarrándome de la parte de atrás de la campera. La miré soltando a Eli.

—Nos vemos después, Tehuel —dijo él.

Mili puso una cara de que no le prestara atención y me llevó al final de la fila de compañeros. Me llevó con Romina, que ni siquiera me había dado cuenta que estaba en el aula. Ella me miró con una sonrisita tímida, tenía la cara roja. Pensé en el otro colegio, ya me había pasado algo parecido con una amiga de Lu.

—Decile, Romi, dale, que tenemos que bajar.

Ella me miró, miró el piso y después el pasillo como si alguien tuviera que venir a buscarla. Se acomodó el buzo y metió las manos en el bolsillo grande de adelante, pero las volvió a sacar de nuevo.

—Dale, Romi —la apuró Mili.

—M-me gustás, Tehuel.

Sí, era lo mismo que había pasado en el otro colegio, la amiga de Lu me había dicho lo mismo.

—Quiere que le des un beso, Tehuel —volvió a decir Mili como si le molestara que su amiga no pudiera decir esas cosas. La cara de Romina se puso más roja todavía y me miraba con vergüenza.

—Sí, bueno.

Miré a los dos lados del pasillo esperando que nadie nos viera, me acerqué a ella y le di un pico que apenas sentí. Tampoco quería sentirlo, no lo estaba haciendo porque quería en realidad. Después me separé y caminé hasta el final del pasillo para ir donde estaba el escenario, pero antes de poder seguir caminando, Mati y Tomi salieron de atrás de la pared para asustarme.

—¡Te vimos, Tehuel! —si rió Mati—. Así que te gusta Romina.

—¡No me gusta!

—Le diste un beso.

—Me lo pidió, me daba pena decirle que no.

—¡Te gusta! —dijo Eli desde atrás, se reía, pero no como sus amigos.

—Romina es una de las más lindas.

—Y menos pesada, no es como Mili.

—Pero no me gusta.

—¿Quién te gusta?

—No sé, creo que nadie todavía.

—¿Ninguna de las chicas te parece linda?

—No.

—¿Y los chicos? —preguntó Tomi, los tres lo miramos sin decir nada—. ¿Qué? Mi primo más grande tiene novio.

—No me gusta nadie de acá. —Me empecé a poner nervioso, no quería que siguiéramos hablando de eso—. Tengo novia en el otro colegio. Se llama Lourdes.

—¿No dijiste que era tu mejor amiga?

—Sí, pero porque todavía no nos habíamos hecho novios.

Eli me miraba raro, no era como sus amigos que se seguían burlando de mí. ¿Y si a él le gustaba Romina y le molestaba haberme visto besarla? No quería que se enojara conmigo, nos llevábamos bien, demasiado bien, no quería arruinar nuestra amistad, pero sentía que ya lo había hecho. Intenté volver a prestarles atención a Tomi y a Mati, intenté seguirles el juego, pero ya no podía; no podía dejar de pensar en cómo me miraba Eli, en qué estaría pensando, en qué pensaría de mí.

Las horas hasta el mediodía se me hicieron larguísimas, parecía que no pasaba el tiempo para nada. A cada rato miraba a Eli, que estaba en otro grupo, hoy la seño nos había cambiado de grupo a todos. A él le había tocado con Vicente y Juanma, era obvio que no le gustaba estar ahí, pero al menos parecía que no lo habían molestado durante las dos horas. Cuando sonó el timbre para ir al comedor, escribí una notita que doblé a la mitad y se la llevé, en el recreo después del comedor, quería que habláramos de lo que pasó con Romina. No quería que nos lleváramos mal por culpa de ella.




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