Era el último año de preparatoria, mi mejor amigo estaba de novio con la persona más detestable del universo, bueno al menos para mí ya que no me caía bien porque me había quitado a mi amigo, aunque las personas nunca son de nadie, él lo era todo para mí. En ese momento James pasaba más tiempo con Fiama que conmigo, casi siempre estaban juntos y lo sentía cada vez más distante. Yo llevaba enamorada de él desde los dieciséis años, pero nunca tuvimos nada, nunca le dije que lo amaba, me daba miedo decirle lo que sentía y no quería perderlo.
Esta era la época en donde siempre íbamos a fiestas y no nos importaba ir al colegio después de estas, muchas veces los profesores llamaban a nuestros padres para que nos buscaran ya que no podían dar clases con multitud de borrachos. Las bromas eran lo mejor, ya que siempre competimos con el curso anterior al nuestro.
Después de la graduación Francis había puesto su casa para una despedida de temporada, donde todos los alumnos de ese último año iban a asistir y así fue.
Aunque su casa no era muy grande, toda la gente cabía en ese lugar, caminabas por el hogar y encontrabas a hombres y mujeres desde sótano hasta la terraza, algunas ebrias, otras besándose y otras fumando.
Mi amiga Becky me había acompañado, nos lucimos unos hermosos vestidos cortos que compramos en el shopping el día anterior, lo recuerdo bien ya que tenemos fotos de ese momento. Mi mejor amigo James, estaba muy guapo (camisa blanca y jeans negros) había llegado a la fiesta en un carro blanco que le había regalado su abuelo paterno por haber terminado el colegio. Esa noche saludó primero a su novia Fiama, luego a Becky y a mí, aunque ya estaba acostumbrada a verlos besarse, siempre me dolía el pecho de celos y tristeza, esos dos sentimientos siempre se juntaban.
Aquella noche, bailamos y bebimos hasta el amanecer, yo me embriagué hasta no poder caminar, aunque podía recordar. A mitad de la fiesta James me saca a bailar, obviamente a nadie le importaba ya que todos sabían que éramos muy amigos, nadie sabía que estaba enamorada de él excepto Becky. Mi mejor amigo tomó mi mano y me llevó hasta el baño, pensé que quería vomitar ya que estaba demasiado ebrio, pero el me comenzó a besar.
No era mi primer beso, pero era diferente al resto, en él podía sentir todo el amor que siempre quise transmitirle, por supuesto se lo seguí. Era tan suave e intenso, me apoyó sobre la puerta para que nadie entrara y siguio besandome hasta no respirar.
Él soltó un suspiro y me dijo —Lo siento, esto no está bien.
No pude contestarle ya que me corrió a un lado y salió del baño. Impactada y sin poder reaccionar de lo sucedido, me quedé parada allí por unos segundos tratando de procesar lo ocurrido. Salí a buscarlo, pregunté a todos los que conocía en la fiesta si lo habían visto, pero nadie lo hizo. Hasta que me dí cuenta que el se había marchado de la fiesta.
Luego de esa vez, no lo volví a ver, ya que al siguiente día él tenía que viajar a Boston por la universidad. Traté de hablar con él pero nunca pude, ya que siempre ponía una excusa de que estaba ocupado o debía estudiar, asique deje de insistir y me centré en mi vida, por supuesto que mis sentimientos nunca cambiaron, nunca se fueron y hasta el día de hoy lo sigo amando.
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Editado: 21.11.2019