Cicatrices de traición

Capitulo 5

El jueves por la mañana, Valeria se levantó temprano, ansiosa y lista para su sesión privada con Laura. Sabía que esta era una oportunidad importante para acercarse más a ella y obtener información valiosa. Se vistió con ropa cómoda y se dirigió al estudio de yoga, sintiendo la adrenalina correr por sus venas.

Laura la recibió con una sonrisa cálida.

—Hola, Valeria. Me alegra verte. Vamos a comenzar con algunos ejercicios de respiración y luego pasaremos a las posturas más avanzadas —dijo Laura, conduciéndola a una sala tranquila al fondo del estudio.

La sesión comenzó con una serie de ejercicios de respiración profunda y estiramientos suaves. Valeria siguió las instrucciones de Laura, permitiéndose relajarse y concentrarse en el momento. A medida que avanzaban, Laura ajustaba sus posturas, corrigiendo su alineación con toques suaves y precisos.

Después de una hora de práctica intensa, Laura sugirió una pausa.

—Estás haciendo un gran trabajo, Valeria. Tomemos un descanso y hablemos un poco —dijo, sentándose en el suelo con las piernas cruzadas.

Valeria se unió a ella, aprovechando la oportunidad para entablar una conversación más personal.

—Gracias, Laura. Realmente disfruto estas sesiones. Me has ayudado mucho a mejorar mi práctica —dijo Valeria con sinceridad.

Laura sonrió, agradecida.

—Me alegra escuchar eso. El yoga es una forma maravillosa de encontrar equilibrio y paz interior. ¿Qué te trajo a este pueblo, Valeria? No pareces ser de aquí.

Valeria se preparó para la pregunta, sabiendo que debía manejarla con cuidado.

—Me mudé hace poco por trabajo. Estoy escribiendo un artículo sobre empresarios locales y su impacto en la comunidad. Me pareció un lugar interesante para explorar.

Laura asintió, interesada.

—Eso suena fascinante. ¿Has conocido a mucha gente interesante hasta ahora?

—Sí, he tenido la oportunidad de hablar con varias personas influyentes, incluyendo a Javier y Alejandro. Son muy impresionantes en lo que hacen.

Laura se tensó ligeramente al escuchar los nombres, pero mantuvo su sonrisa.

—Sí, ellos han hecho mucho por este pueblo. Pero a veces, las apariencias pueden ser engañosas.

Valeria notó el cambio en el tono de Laura y decidió profundizar.

—¿A qué te refieres? ¿Hay algo que debería saber para mi artículo?

Laura dudó por un momento, pero luego sacudió la cabeza.

—No, nada específico. Solo que en cualquier comunidad pequeña, siempre hay historias detrás de las historias.

Valeria asintió, sabiendo que había tocado una fibra sensible.

—Entiendo. Es por eso que quiero asegurarme de contar la historia completa y justa. ¿Qué me puedes decir sobre tu experiencia trabajando con ellos?

Laura tomó un momento para responder, su mirada se volvió pensativa.

—Javier y Alejandro son muy dedicados a su trabajo y a su familia. Pero como cualquier persona exitosa, han tenido que tomar decisiones difíciles en el camino. A veces esas decisiones no son populares, pero ellos siempre creen que están haciendo lo correcto.

Valeria notó la ambigüedad en las palabras de Laura y decidió no presionar más por el momento.

—Gracias por compartir eso, Laura. Aprecio tu honestidad. Tal vez podamos hablar más sobre esto en otra ocasión.

Laura asintió, agradecida por el cambio de tema.

—Claro, cuando quieras. Ahora, ¿te gustaría continuar con la sesión?

Valeria asintió, y las dos retomaron la práctica, pero la mente de Valeria estaba trabajando a toda velocidad. Había algo en las palabras de Laura que indicaba que sabía más de lo que estaba dispuesta a admitir. Valeria necesitaba ganarse su confianza y descubrir esos secretos.

Después de la sesión, Valeria agradeció a Laura y se despidió, sintiéndose más decidida que nunca a seguir adelante con su plan. Laura era una pieza clave, y Valeria estaba dispuesta a utilizar todas sus habilidades para descubrir la verdad.

De regreso en su hotel, Valeria revisó sus notas y planeó su próxima movida. Decidió que necesitaba infiltrarse más en el círculo social de Alejandro y Javier para obtener información más directa. Recordó las reuniones sociales de Alejandro y pensó en asistir a otra, esta vez con un propósito más claro.

Esa noche, Valeria se dirigió a otra de las reuniones de Alejandro, asegurándose de vestirse adecuadamente para mezclarse con la élite del pueblo. Al llegar, fue recibida con la misma hospitalidad de siempre, pero esta vez tenía una misión clara.

Se mezcló con los invitados, escuchando conversaciones y observando interacciones. Notó a varias personas que parecían tener una conexión más cercana con Alejandro y Javier, y decidió acercarse a ellos.

Una de esas personas era Marco, un empresario local que parecía ser un amigo cercano de Alejandro. Valeria se acercó a él con una sonrisa.

—Hola, soy Valeria Montenegro. Me estoy quedando impresionada con la comunidad aquí y me encantaría saber más sobre ella.




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