Día 0 – Incidente en Crystal Moon
Las brasas cubrían lo que alguna vez fue la academia Crystal Moon.
La sede más emblemática de la Sociedad Dorada del Mañana colapsaba lentamente, mientras una multitud se amontonaba para ver cómo los cimientos ardían.
Los pilares del “futuro brillante” se quebraban, pedazo a pedazo.
Y en lo más alto, de pie en el filo de la terraza… estaba él.
El hijo de la familia Restford.
Con los nudillos ensangrentados, jadeante, desorientado. Algunos testigos afirmaron que hablaba solo. Otros decían que reía. Pero todos lo vieron empujar a una chica desde la cima del edificio.
—¡Hazlo!
—¡Maldito asesino!
—¡Lánzate!
Yoshio Restford se giró lentamente. Su mirada estaba perdida.
Una frase se le escapó de los labios, apenas audible:
—Se ven… muy molestos…
Dio un paso hacia atrás. Tropezó.
Y cayó.
El impacto fue atroz. Un sonido seco, húmedo, terrible.
Sus huesos se partieron. Las costillas atravesaron sus pulmones.
La sangre llenó su garganta.
No podía gritar.
Solo se retorcía, ahogándose en su propia vitalidad.
La agonía duró varios segundos.
Suficientes para que todos vieran su muerte.
…
Desde las plantas superiores, entre el humo y las llamas, una figura femenina observaba.
Cabello largo. Pupilas púrpuras. Silencio absoluto.
Se llevó un dedo a los labios.
Un gesto.
Shhh…
Y entonces el cielo tembló.
Día 0 — Hora: 08:02
Los medios colapsaron.
Las redes se apagaron.
Las economías más poderosas del planeta se hundieron en menos de veinte minutos.
Los gobiernos no tardaron en perder el control.
Y así comenzó la anarquía.
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Editado: 16.06.2025