Hola Paraíso. Sé que estás leyendo esto con la confusión plasmada en tu rostro, preguntándote quien soy y porque me tomo el tiempo de hacer esto. ¿Quién soy? Eso no puedo respondértelo ahora, pero yo te conozco demasiado bien y tú a mí no, y con eso seguramente piensas que soy alguna clase de acosador o lunático. En las próximas cartas todas tus dudas se responderán, se paciente y veras que sí. Por ahora solo puedo responder lo que necesito de ti: ayuda. Estoy en algo que ya no hay vuelta atrás, es una especie de juego y tú debes salvarme. Te preguntaras ¿Cómo? Mediante pistas que dejare plasmadas en cartas. ¿Qué cartas? Si bien en la caja que te entrego hay solo dos cartas, la 1 y la 100, al final de esta encontraras la pista para hallar la segunda y así con las demás.
Por nada en el mundo leas la carta número 100, sé que la duda es grande, pero no entenderás nada y entonces todo lo que hice será en vano. Así que, por favor, no la abras, no la leas y si ya lo hiciste, te doy la oportunidad de retirarte, pero quiero que sepas que yo se cosas sobre ti y eso podría convertirse en un inconveniente.
Si quieres seguir leyendo te dejare unas pequeñas aclaraciones, debes seguirlas o si no habrá consecuencias:
Ahora, si no quieres seguir leyendo también deberás tener en cuenta lo siguiente:
Agradezco el que sigas leyendo, realmente no pensé que lo fueras a hacer. Una parte de mi decía que eres la indicada y la otra que no me fie, pero eres la nueva y no me conoces. Primera prueba ¿ayudarías a alguien que no conoces? Si a mí me llegara algo así diría que no, bueno, cada persona es diferente. Por eso agradezco tu ayuda. Deberás estar atenta a todo, más a la lectura, sé que podrá confundirte o pensar que estoy jugando contigo, veras que no y todo al final tomará forma.
Para encontrar la segunda carta deberás ir donde el oro se oculta por el occidente y las aguas suben, donde las hojas caen de los árboles y lo pintan todo, como si de una obra de arte se tratase; donde el aire sea diferente y la paz predomine. Enterrada donde las flores moradas crecen para reinar el verdoso césped, no hay que iguale la belleza. Encuéntrame.
Búscame, encuéntrame, sálvame.
Se despide
E. R-
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Editado: 13.10.2020