Veo que en tí no caben los suspiros y en mí la soledad.
de rosas servido tu camino y te nada un manantial.
Mientras que me sirven peces muertos y me grulle tempestad.
Ya que puedo ser honesta, diré que me está matando tu libertad, me esta ahogando tu amor por ella, y que tus ojos no me miren más.
Que más que verte envuelto en otros brazos, para que duela el alma y los recuerdos, aunque duela más despertar.
Solo tuve un sueño, que tus promesas fueran de verdad, hoy ya disuelta en tristezas y una mustia soledad que lloro loca, desde lo alto de un volcán.
Soledad que digo en versos, acabáme de matar.