#2

Mi mente se burla de mí porque ya no tiene los barrotes que la mandaban a callar y mi corazón comienza a doler. Mierda, ¿por qué demonios duele tanto? Es un ardor, es el fuego que me mantenía cálida el que me está quemando por dentro, me está gritando, me esta culpado…

¿Por qué nos enviaste aquí?

Parte de mi mente se cabrea, se burla con gusto, y la otra pide a gritos que la detenga…

No dejes que se las lleven…

Pero ya es tarde para hacer algo. Él ya no está a mi lado. Ya no… Ya no está a mi lado. Entre la vaga idea de contarle mis escasas actividades del día, es donde la realidad me golpea, eso ya no sucederá jamás, y la ansiedad me corrompe, puedo sentirlo, la presión sobre el pecho comienza a costarme respirar.

¿El club?, ¿es un buen lugar? “no, sí, sí, no…”