Cinco flores coreanas

Capítulo 2: Viral

La Korea Seoul Munhwa Broadcasting (KSMB) era una de las cadenas de radio y televisión más importante de Corea del Sur, principal productora de contenido audiovisual a nivel nacional y además era la empresa acreedora de la red de distribución, nacional e internacional, más grande de todo el país. Con más de 25 años sirviendo como enlace entre Corea y Occidente, la KSMB poseía oficinas representantes en Alemania, Australia, Estados Unidos, Brasil, China y México. Su sede principal estaba ubicada en uno de los edificios más modernos e impresionantes emplazados en la ciudad de Seúl.

La recepción de la KSMB era un espacio amplio y acogedor decorado con buen gusto. Allí, Luna, Mia y Lia, solían ser el enlace de los visitantes con las dependencias de la empresa. Las tres recepcionistas compartían características en común: eran jóvenes y guapas.

Luna, la mayor, hablaba muy bien el mandarín. Mia era hija de madre japonesa y padre coreano, dominaba ambas lenguas. Lia, la más joven y con menos años en la empresa, dominaba el inglés y de las tres, era la más simpática.

En aquel instante, recostadas sobre el mostrador, las recepcionistas suspiraban al unísono observando al apuesto, alto y atlético PD Han(12), mientras este se desplazaba por el corredor, sonriente y confiado, saludando a todos a su paso. 

—¡Debió ser actor o modelo!— suspiró Lia.

—¡Sí! Nosotras seríamos sus fans— secundó Mia.

—¡Pero no olviden que Han está hecho para mí!— les advirtió la mayor.

Y es que Luna había arribado a los treinta. Sin aspiraciones profesionales más que los logros ya alcanzados en aquella recepción y habiendo entrado en la edad del matrimonio, Lee Luna había fijado sus ojos en Han hacía ya varios meses.  Como pasaba ella la mayor parte de sus días en aquella empresa, había analizado a todos los solteros disponibles que allí laboraban y había concluido que Han estaba hecho a su medida.  Luna llevaba mucho tiempo coqueteándole sin suerte. Mientras ella alimentaba la idea de un futuro junto al esbelto hombre, El PD Han no parecía reparar siquiera en su existencia.

Ante la advertencia de Luna, Mia y Lia rieron con picardía llamando la atención del productor.

—¡Viene hacia acá!— exclamó Luna.

Y de inmediato, las tres empezaron a acicalarse con las manos.

Han se dirigió hacia ellas con exagerado derroche de gracia al caminar.

—¿Cómo están chicas? ¿Poco trabajo hoy?

—¡Gracias por preguntar, PD Han!— sonrió Mia—. Con los cambios que ha sufrido la empresa en estos días, el ambiente está muy extraño... Muchas tensiones, muchas reuniones, pocas sonrisas— explicó Mia.

—Excepto la suya, PD Han. Su alegría nos contagia a todas— suspiró una vez más Luna. Y sus palabras eran tan ciertas que sus dos compañeras suspiraron después de ella.

—Gracias, chicas. Ustedes también alegran mi día.

Y con esta frase, Han derretía una vez más el corazón de las recepcionistas.

La primera en salir de su influjo fue Lia.

—PD Han....— comentó— y sabe acaso ¿qué pasó con el PD Rae?

—¡Sí!— asintió Mia interesada de pronto en el asunto.

—Esta mañana salió muy disgustado...

—Todos comentan que ha sido despedido.

—Pero yo no lo creo. Llevaba en la compañía más de 20 años... ¡cómo es posible que lo despidan de un día para otro!

—Por la misma razón es menos probable que haya renunciado. ¿No crees?

—¡Niñas!— interfirió Luna, quien permanecía perdida por las calles de Han-landia—. ¿Cómo hacen esas preguntas tan indiscretas a nuestro querido PD?— jugaba con su pelo sin apartar la vista del hombre—. Él está ocupado con cosas más importantes. ¿Cierto?

Han sonrió complacido.

—¡Ah, mi Luna! Tú siempre tan comedida. Es lo que me encanta de ti. 

Y fue todo para ella. Al escuchar a su amor platónico confesarle que siempre había notado sus detalles para con él, Luna abrió los ojos impactada por los espontáneos y fuertes latidos de su corazón.

Apenada por lo evidente de sus sentimientos, Luna desvió la mirada hacia el piso, arrancando otra sonrisa al productor, por el tierno gesto.

—El PD Rae fue jubilado— respondió Han a las curiosas Lia y Mia—.Y ya era hora, ¿no? Mientras sigan en la empresa todos esos dinosaurios, nosotros los aspirantes a ascender ¡no tenemos muchas oportunidades!

—¿Dinosaurios?— respingó Lia confundida— ¿Pero no es usted uno de los PD's más antiguos sin...?— Mia pisó intencionalmente el pie de Lia bajo el mostrador.

Ay!— gimió Lia sin atreverse a delatar a su compañera.  

—Admito que me he tardado un poco en obtener mis propios proyectos – se justificó Han con tono arrogante— pero ya que el PD Rae se fue, siento que este es mi momento.

—¡Claro que sí, PD Han! ¡Estamos segura de que este es su momento!— lo alentó Luna.

—De hecho— continuó Han con jactancia—, justo me dirijo a una reunión con el PD Kim. Él, personalmente, ha solicitado reunirse a solas conmigo. Ahora que Rae se fue, probablemente él ocupe su puesto y siendo yo el más antiguo productor de su equipo y su primer asistente, no podría llamarme para otra cosa más que para ofrecerme su lugar como jefe de proyectos dentro de la división. Y cuando eso ocurra, las invitaré a comer a todas— las mujeres aplaudieron jubilosas ante la oferta del productor—. Para mí sería un honor celebrar mi triunfo junto a ustedes, bellas damas— Han lanzó una mirada felina a Luna—.  Especialmente a tu lado, mi querida.

Devastada por completo, Luna perdió las fuerzas y se tambaleó. Lia y Mia corrieron a socorrerla evitando que se desplome impactada por el encanto del Romeo.

—Ya vuelvo, chicas. No me extrañen— concluyó Han y se alejó sin más.

—¿Escucharon eso, chicas? ¡Especialmente a mí!— exclamó Luna fuera de sí.

—¡Sí! ¡Sí!— expresó Mia llena de emoción.

—¡Te quiere de manera especial!— aseguró Lia.




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