2022

Había entendido como funcionaban las piedras. Estas esperaban ser tomadas y cuando eso sucedía, se conectaban de alguna forma con la persona y sus emociones, una explicación que se ajustaba al hecho de que siempre aparecieron cuando experimentaba situaciones de conflicto. Además, entre más tiempo estuve en una época, resultaban más tentativas. Dicho de otra forma, planteaban o sugestionaban mi mente con ideas de insatisfacción, todo para que llegase a usar la última piedra y absorber toda mi energía vital. Aquello que creí una salvación, era un objeto diseñado, para manipular, un artefacto maligno, que debía evitar cayese en otras manos, pero en mi intento por destruirlo, sería descubierta por mi madre, que arrebatándolo de mis manos no me dejaba más escapatoria que usarlo. 

Así el plan de desaparecerle, tendría que convertirse en mi persona tomando la piedra de zafiro, para desear volver a la época de 2022. La época donde observe por última vez a Simón. Un último detalle, para conservar la realidad de una época, no puedes abandonarle. Razón que me hace una extraña ante sus ojos, sin embargo, eso no evitaría que me arrojará a sus brazos y con ello, ofrecerle mis últimas palabras. 

—Cinco veces tú, ¿escuchaste? —. Debí elegirte todas las veces. 

Luego de eso sería una occisa y seguramente él desconocía quién era la mujer que falleció en sus brazos, pero la autopsia le revelaría que soy Sarah. No tengo la apariencia de su joven enamorada, pero en este corazón de cuarenta y ocho años, solo él existió.