Capitulo 2

Vitale frunció el seño al escuchar sobre los padres de Domenico. La ausencia de su familia le parecía un tema delicado.

Vitale no podía creer que la vida de su amigo había cambiado tanto.

—¿Y que has pensado? ¿Te vienes a trabajar conmigo o prefieres hacerlo por tu cuenta? —Dijo Domenico.

—La verdad es una buena opción.....lejos del mundo criminal, pero nose si es lo que realmente busco. Quiero buscar la forma de ganar dinero rápido. —Respondio encogiendose de hombros.

Domenico lo miro con curiosidad, como si lo evaluará.
—La única forma que conozco de ganar dinero rápido es haciendo el trabajo sucio....El mundo del crimen. —Dijo Domenico, con un tono grave que reflejaba su preocupación.

—Creo que no tengo más opción, lo único que deseo es destruir a Bellini —Manifesto, sus ojos destilando una mezcla de ira.

Domenico se preocupaba por Vitale pero estaba dispuesto a ayudarlo.
—Si eso es lo que deseas.... entonces hazlo, pero ten cuidado. Ya que esa mafia era de las más poderosas de la ciudad. —Advirtio, recordando cuando trabajaba allí.

—Si, lo recuerdo —Respondio Vitale apretando los puños— Pero no te preocupes ya que aún no pienso enfrentarlo. ¿Tienes algún contacto que pueda ayudarme?

La pregunta colgó en el aire como una sombra pesada, Domenico dudo un momento, consciente del riesgo que implica regresar a ese mundo.
—No se si debería...—Murmuro, la incertidumbre marcando su voz—. Pero si, tengo un contacto que podría ayudarte, aunque no se que tienes en mente Exactamente.

Vitale se inclino hacia adelante, su interés palpable.

—¿De verdad? Si es así, entonces dime cuánto antes —Dijo, su voz cargada de urgencia.

Domenico miro a su alrededor antes de susurrar el nombre y la dirección del hombre que tenía en mente y a qué se dedicaba.

—Estoy seguro de que podrá ayudarte —añadio con un tono cauteloso—. Pero ten cuidado: explícale que vas de parte mía y comparte tus experiencias pasadas.

Vitale sonrió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. La frase que un día su padre le dijo resonó en su mente: “Piensa las decisiones que tomes porque también afectan a los demas”
Ésa advertencia lo hizo dudar por un momento. Pero el ya estaba decidido.

Domenico al ver que la luz del día se desvanecia, le ofreció que pasará la noche allí. Vitale no quería al principio, Pero termino aceptando y decidió que iría a ver al hombre mañana por la mañana.

Vitale paso la noche allí, Logrando encontrar el sueño y una tranquilidad inesperada. Puso la alarma temprano, estaba quizá emocionado por qué sea el día de mañana y recuperar lo que algún día tuvo en la ciudad, “dinero y respeto”.

Finalmente amanecía en Cinderwood. La luz del sol reflejaba en las cortinas. Vitale se levantó y apagó su alarma, era una mañana fresca en la ciudad. Se estiro y se levantó.

Al salir de su habitación, se encontró con Domenico, quien ya estaba despierto en la cocina, preparando un desayuno humeante. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, mezcladose con el sonido del pan tostandose.

—¡Buenos días! —Saludó Domenico con una sonrisa—. He preparado algo para ti también. ¿Te gustaría desayunar juntos antes de que cada uno tome su camino?

La oferta era tentadora, Vitale asintió, sintiendo que compartir ese momento podía ser justo lo que necesitaba para enfrentar lo que venía y tener un desayuno normal. Luego de comer cosas desagradables en la prisión.

Mientras se sentaron en la mesa comenzaron a charlar sobre cosas triviales: Domenico le contó anécdotas divertidas sobre sus compañeros de trabajo, pasando un buen rato entre viejos amigos.

La mañana avanzaba y Vitale sabía que ya era hora de salir para comenzar un nuevo capítulo en su vida.

Terminaron de desayunar y se preparon para salir a su próximo destino. Se estrecharon las manos en un gesto de camaradería y partieron por distintos caminos: Domenico se dirigió a su trabajo, mientras que Vitale se encaminaba hacia la dirección que le dió Domenico.

La distancia parecía considerable, especialmente por que iba a pie. A medida que avanzaba, sus ojos recorrían la ciudad, asimilando los cambios que habían surgido en ella tras tantos años. Las calles que antes conocía tan bien ahora parecían diferentes: nuevos edificios se alzaban orgullosamente junto a otros que habían resistido el paso del tiempo.

Al estar observando la ciudad y no prestar atención, se dió cuenta que camino más rápido de lo normal. Había llegado a su destino. Se encontraba en medio de un extraño pasillo, era como un hotel bastante grande, pero las paredes estaban cubiertas de un tono verdoso, tal vez por el paso del tiempo o la falta de mantenimiento. Una sensación extraña flotaba en el aire.

Decidió entrar y se encontró con una sorpresa: juegos de mesa y una mesa de billar ocupaban el centro del lugar, donde varios hombre con aspecto rudo se agrupaban, riendo y lanzando bromas entre ellos. El ambiente estaba impregnado del sonido de las bolas chocando y el murmullo constante de conversaciónes.
Sin embargo, eso no preocupó a Vitale: era un tipo que, debido a su pasado, era más frío y resistente que cualquiera allí presente.

Uno de los jugadores dejo su palo sobre la mesa y comenzó a caminar lentamente hacia Vitale, atrayendo la atención de todos los presentes. La sala se silencio momentáneamente, como si la tensión flotara en el aire.

—¿Que buscas, muchacho? —Pregunto el hombre con una voz grave que resonó en el lugar.

Vitale lo miro directamente a los ojos, sintiendo la mirada penetrante del desconocido.

—Estoy buscando a Mark Blaze.....me dijeron que aquí lo podía encontrar —Respondio Vitale con calma, pero con un ligero tono de desafío en su voz.

El hombre lo estudió por un momento, evaluando la determinación en sus ojos.

—Este es el edificio de Mark. ¿para que lo buscas? —Pregunto, cruzando sus brazos.