Capítulo X. Orígenes

“Por aquellos años de los mil setecientos treinta y ocho nació un pequeño niño en lo que eran los primeros años de vida de su nación, nació en una familia adinerada rival de los reyes de su país de aquel entonces, los Kalcuta, durante generaciones los Vanálarin fueron la sombra de aquella familia, eran perseguidos y ejecutados por ellos hasta que firmaron la paz y los Kalcuta fundaron Kelto, su país, desde pequeño Vincent fue criado con odio y rencor hacia el pueblo de Kalcuta, él era criticado por sus compañeros de clase, los profesores y cada segmento de la sociedad, sus padres preocupados por todo ese mal trato decidieron enviarlo a una escuela de combate para que aprendiera a defenderse, ahí Vincent aprendió el arte del esgrima y el combate cuerpo a cuerpo, no obstante nada curaba su sentimiento de odio y rencor, del cual se refugiaba pintando, Vincent nació con un don para la pintura lo que le apasiono desde pequeño. Ocupado con la pintura y las clases de combate, Vincent vivió una infancia feliz por un tiempo hasta que tuvo que ingresar a la escuela de mayor nivel, mientras más grandes los jóvenes, más insensibles y crueles se hacen, Vincent era tan molestado que se refugió en la biblioteca donde escondió uno de sus libros en el futuro, fue aquí donde otro joven se le acerco, su nombre era Edward Kalcuta, hijo heredero del reino que a diferencia de sus padres y familiares, tenía piedad por los Vanálarin y su destino tan lamentable, por lo que tratando de ser amigable con Vincent, se dedicó a pintar con él, así fue que sin saberlo Vincent se hizo gran amigo de su enemigo, Vincent trato de profundizar aún más en el arte, creando grandes obras de calidad inclusive superior para su época, la gente quedaba asombrada al ver su talento, no obstante su cara de impresión cambiaba a una de total desagrado al escuchar que tales obras de arte habían sido creadas por alguien de la familia Vanálarin, lo que desmotivaba tanto a Vincent, no obstante las alentadores palabras de su amigo Edward lo mantenían motivado para su gran objetivo, el concurso para encontrar al mejor pintor de la nación, el cual recibiría su pase automático a la universidad, Vincent quería demostrar el gran pintor que era por lo que puso todo su empeño y dedicación creando una de sus obras más famosas, “La cosecha” que se trataba de una pintura al óleo representando la finca de su familia, según los expertos de la época la pintura tenía el poder de teletransportarte a aquel lugar, la esencia de los años mil setecientos estaba plasmada ahí, no obstante para ese entonces no fue suficiente por su apellido, a la hora de la premiación Vincent ni siquiera quedo dentro de los finalistas, finalmente Edward Kalcuta fue el ganador, con una obra algo más simple pero igual de impecable, fue ahí que Vincent finalmente conoció quien era realmente su gran amigo, el hijo de los reyes, sus grandes enemigos, los Kalcuta, que además le había arrebatado su pase a la universidad, en ese momento el odio dentro de Vincent creció y juro vengarse de él y toda su familia, para su venganza Vincent comenzó a seguir a Edward para hallar alguna manera de asesinarlo sin que nadie se diese cuenta, pero lo que encontró fue aún peor para el destino del mundo, ya que una tarde luego de la escuela lo siguió hasta las proximidades del castillo, ahí Vincent fue interceptado por un soldado, que al ver que se trataba de un Vanálarin, no lo asesino, sino que por el contrario le permitió huir, al ver esto Vincent tomó aún más confianza para comenzar su venganza, a las pocas semanas había generado un sentimiento de rebelión entre varios pobladores, principalmente los más pobres, además con su talento del arte y la oratoria, fue convenciendo más y más gente hasta tener la capacidad de crear una revolución, la revolución de Kalcuta de mil setecientos cuarenta y cinco, siete años tardo en comenzar su venganza, sin embargo la historia de la revolución no es como la cuentan en los actuales libros de historia, para nada” - ¿Qué estás diciendo? La revolución duró tres años en la que las fuerzas rebeldes Catalinas fueron totalmente aplacadas por el reino de Kelto dijo Marco – Jajaja jovencito, estas tan equivocado, los Catalinas fueron inculpados, no tuvieron ni una pizca de culpa - le respondió el hombre “La revolución no duró ni tres años, en realidad duro apenas seis meses donde la fuerza popular verdaderamente conocida como la Rebelión Vanalarína se había levantado como vencedora, Vincent tomó el castillo y se coronó como emperador del antiguo imperio de Vania, asesinó a todos los lideres de Kelto a excepción de Edward quien quiso mantenerlo vivo para que viviese en carne propia el desprecio de la gente, Vincent había logrado limpiar el nombre de su familia, fundó museos y aumento la calidad de vida en general para las personas, en un principio fue un gran gobernante, pero como todo buen gobernante al final el poder lo corrompe, la avaricia de Vincent por conquistar más territorios lo hizo comenzar a realizar exploraciones marítimas conquistando islas a su paso” – ¿El inicio de la colonización insular? ¿Tampoco es obra de nuestra nación? – pregunto Marco – Es correcto, no es obra suya – “Entre todas islas conquistadas halló la única isla que aún tenía conocimiento de la magia, se trataba del pueblo de Jihi-te, ellos lograron defenderse utilizando el poder de la magia, al llegar la noticia a oídos de Vincent quedo intrigado sobre aquel poder, por lo que fue el mismo buscando forjar una alianza con ellos, para conocer aquel poder, los Jihi no aceptaron su petición, lo que decepciono a Vincent, no obstante Vincent durante aquella visita cometió el más grande sus crímenes, robo varios pergaminos de pueblo, pergaminos que Vincent estudio intensivamente, de tal forma que se convirtió en un gran mago, a partir de ese momento su sed de poder se descontroló, atacando países vecinos y conquistándolos junto a su ejército en instantes, poseía dos víboras aquello hizo preocupar a la gente de su propia nación, puesto que poco a poco dejaron de recibir el mismo trato, Edward que podía ver todo eso desde prisión, comenzó a preocuparse por el infinito poder del que alguna vez fue su amigo, sabía que si no hacia algo pronto conquistaría el mundo en un reino de tiranía, mientras Vincent conquistaba el país donde estamos nosotros ahora mismo, Edward se escapó de prisión y tras descubrir de donde había venido el poder de Vincent, se embarcó solo buscando la isla de los Jihi, tras varios días en altamar, finalmente los encontró, preocupado Edward les conto todo, el líder de los Jihi pidió que revisaran la biblioteca central y efectivamente tres pergaminos habían sido hurtados, de inmediato los Jihi se movilizaron volando hasta tierra y comenzaron a liberar a todos los pueblos del reinado de Vincent, al llegar la noticia a Vincent fue en su búsqueda para enfrentarlos, fue así que en el castillo de la nación los Jihi y Vincent se enfrentaron a muerte, fue una lucha más violenta de lo que se esperaba, Vincent usando el poder de sus dos serpientes podía defender se los Jihi, sin embargo tras ser herido por una daga mágica Vincent cayó al suelo – Esperen, no me maten así, solo buscaba el bien total, no soy malo, solo cúmplanme un último deseo – fueron las palabras de Vincent a las cuales el líder Jihi aceptó – Por favor cambien la historia para que no sea conocido como un genocida y en cambio, pueda ser reconocido por mis pinturas como lo quise en un inicio – Dijo Vincent, Edward le dio su palabra y entonces llegamos a la historia que ustedes conocen” - ¿pero que paso con el reino? – Pregunto Marco “Edward fundo nuevamente el reino de Kelto, siendo el rey, los Jihi le dieron la inmortalidad para que así mantuviera la paz eternamente, no obstante pasados unos años para evitar las tensiones entre familias, el abdico al trono y postulando unas elecciones para fomentar un nuevo tipo de gobierno, es así que frente a ustedes tienen a Edward Kalcuta” – Entonces tú, tú eres el último rey de nuestra nación – dijo sorprendida Cisne – el mismo que está condenado a vivir eternamente, díganme, ¿Ustedes saben que está sucediendo en Kalcuta? – pregunto Edward – Lo sabemos – dijo Cisne.