Prefacio

Hace años las placas tectónicas de la tierra se movieron de una forma inusual, el resultado fue el cambio de clima, dejando así solo dos estaciones, verano e invierno, el problema, es que no es una simple llovizna o un poco de sol, no, en invierno es casi imposible salir de casa , hay tormentas de nieve y el frío te cala los huesos, si pasa una noche en la intemperie seria tu fin, al día siguiente serias un helado sabor humano, el verano es aun peor, las temperaturas son muy altas,si te expones sin la protección adecuada seria imposible salir ileso , las quemaduras serian severas, como verter en tu cuerpo aceite hirviendo.

A pesar de todo, la humanidad logro encontrar la solución, la zona que antes fue estados unidos, el único lugar que se pudo recuperar, donde puedes encontrar agua, alimento y una especie de satélite que te protege al menos un poco de el cambio climático que ocurre a tu alrededor. Pero no todo es arcoiris, si bien encontramos la forma de protegernos hay una división que no se pudo resolver... Los científicos con diversas teorías, mientras unos afirmaban que la única forma de no extinguir la raza humana -y los pocos animales- era por medio de la tecnología, otros creyeron que lo mejor era ayudar a la naturaleza, de esa forma la naturaleza nos ayudaría, debido a que no llegaron a ningún acuerdo quedamos divididos, los Citizen y los Naturales. 

Cada año se hacen los llamados Juegos Por el Poder, consta de un grupo de Citizen y un grupo de Naturales que hacen una serie de pruebas, el grupo que gane es el espacio que ganara el poder, todos los años ganan los Citizen ¿Por que? Por que son unos tramposos, el grupo que gana decide las pruebas de los próximos juegos, ahí es donde entra su trampa, al crear las pruebas, los Citizen preparan al grupo que jugará, y ya todos sabemos el porque ganan cada año. 

La otra parte de la historia es que los Citizen al ganar obtienen total acceso al alimento que nosotros recolectamos y lo distribuyen a su modo, ellos tienen manjares mientras nosotros luchamos por comer en los seis meses de invierno donde no podemos recolectar absolutamente nada. Este año eso cambiará, jugaré y ganare, este año , mi gente no sufrirá. Este año veré caer al próximo heredero de City

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Las sombras, es lo único que rodea mi mundo, cuatro paredes para protegerme, soy una prisionera en un palacio, una jaula de oro me gusta llamarlo, pero jaula a final de cuentas.

Solo será hasta que tengas diez

Espera a los doce

Esas fueron las palabras de mi padre cuando le pregunte el porque no podía salir, porque el mundo no me conocía, mi reino, toda la comunidad Citizen. Un día lo descubrí, y fue lo mas doloroso que pudo haber.

Recuerdo que me escape de la casa blanca y me vestí con ropa de una temporada pasada, según los libros, así se vestían quienes pasaban desapercibidos. Camine por las calles de City, con una gran capa que no solo me cubría del frío sino también mi rostro, y fue ahí cuando lo supe, el porque estuve oculta todo este tiempo.

Las personas, todas tenían los mismos rasgos, justo como los asiáticos de los que leía tanto. Todos los Citizen eran de piel blanca, muy blanca, perfilados, elefantes, sus ojos eran azules, verdes o grises y sus cabellos rubios o pelirrojos.

Y se preguntarán ¿Y eso que tiene que ver contigo? Pues la cosa va así, no tengo todas las características de un Citizen, mi piel no es tan pálida como la de ellos, es mas bien blanca pero no tanto, mis ojos son azules igual que los de ellos, hasta aquí vamos bien... El problema es mi cabello, es castaño, ningún Citizen tiene el cabello castaño y aquí viene otro problema, las chicas normalmente son delgadas, pero yo, yo tengo curvas. 

Cuando descubrí eso recuerdo que llore a mas no poder, pero no termino ahí. Desesperada cruce la linea que jamas debí cruzar, las linea divisoria entre City y Nature, me encontré en el bosque, respiré el aire fresco y aprecie los arboles en un bello paisaje invernal, me sentí libre y feliz, me plantee la idea de pedirle a mi padre que me dejara vivir ahí, tenia trece en ese entonces. Todo fue bien, hasta que me encontré con el , un chico que estaba bajando de los arboles, asustada corrí como si mi vida dependiera de ello, no fue suficiente, el chico me atrapó

—Por favor no me hagas daño — pedí con mi voz temblorosa

—¿Quien eres? —dijo tranquilamente y yo no dejaba de temblar

—Cass — me limite a responder presa del miedo, el chico me sonrío y me levantó del suelo 

—Soy Nate — me sonrío y note unos lindos hoyuelos en sus mejillas— ¿Que hacías sola por aquí? Ya falta poco para el toque de queda, no será bonito si los jefes Citizen te encuentran — dijo con preocupación, yo me esforzaba por mantener mi vista abajo

—Gracias— susurré — Me iré ahora — avise y di media vuelta para volver a City

—¿A donde vas? — pregunto a mis espaldas, me siguió y cuando logro estar frente a mi quito la capa de mi cabeza.

Levante mi mirada y el miedo se hizo presente en sus ojos.

—¿Quien eres?— dijo saliendo de su asombro

—Soy una Citizen, nunca había salido de casa, por favor te ruego que no se lo digas a nadie — me arrodille ante el llorando. Sentí sus manos en mis mejillas y levanto mi cara para que lo viera. Todo un natural, ojos avellana, piel bronceada y robusto, no tenia mas de dieciocho años.