—Ellen... —sentí las manos de madre acariciando mi rostro.
Con mucha fuerza de voluntad logré por fin abrir mis ojos para encontrar a mi madre sentada sobre mi cama con una sonrisa.
Aileen Dorota von Hochadel, mi madre. Toca el piano y el órgano en su orquesta privada. Dueña de las cuatro salas de concierto más populares de Unique. Ama a su familia y los cuida como la gran protectora. Ella es de gran bondad y alegría. Es alta y de cabellos rojizos con una buena figura.
—¿Mi hija no quería ir a la escuela? —dijo levantando una cartera con delicados adornos de diamante y perlas.
—¿Es para mí? —me emocioné tanto que olvidé el sueño que tenía hace instantes.
—Claro hija, es un regalo por tu primer día de escuela —me entregó el bolso.
—Te amo, muchas gracias mamá —dije mientras acomodaba mi cabello y me levantaba para comenzar a vestirme.
Y ahora mi parte favorita del día. La hora del cambio de ropa. Cuando entro a mi clóset y escojo mi atuendo. Ese momento que tengo a solas con mis vestidos, zapatos y carteras. Como discutiendo quien será el escogido para la pasarela. Y ya que estamos con una cartera nueva voy a estrenar el vestido que diseñó Evadine Gredel solo para mí en la Primavera pasada.
Evadine Gredel von Briefadel. Diseñadora de moda más prestigiosa de Unique. Es la dueña de las cinco pasarelas más importantes del pueblo. Y es la madre de mi mejor amiga Charlotte Io III.
Aún no termino. Los buenos zapatos te llevarán a buenos lugares. Eso dice mi madre. Pues los de la colección de Primavera son perfectos para la ocasión.
Abrí las grandes puertas de mi dormitorio y caminé por el pasillo mirando otra vez el paisaje. Hermoso pero...
—¿En que piensas hermana? —dijo el pequeño mientras apoyaba su mano sobre el marco de la ventana para hacerse notar.
—¡Cassian! —corrí a abrazar a mi hermanito —Te extrañé.
—¿Vas a algún lado? Quería mostrarte lo que aprendí.
Cassian Evander von Hochadel. Hijo de Aileen Dorota y Dion Cosmo von Hochadel. Hermanito de Ellen Anastasia. Le gusta aprender y descubrir cosas nuevas. Es pequeño, con el cabello rojo y ondulado.
—Voy al colegio.
—¿Colegio? ¿Porqué? Si puedes aprender aquí mucho más.
—Entiendo que estés celoso pero tienes que dejar ir a tu hermanita —le dí unas palmaditas en la cabeza y sonreí —nos veremos más tarde.
Bajé las escaleras que daban al gran salón principal. Abrí los portones, el carruaje me estaba esperando.
—Anastasia hija, desayuna antes de irte —dijo mi padre con el delantal y un poco de crema en la mejilla.
Dion Cosmo von Hochadel. Padre de Cassian y Ellen. Chef profesional, dueño de seis prestigiosos restaurantes de Unique llamados Anastasia & Evander. Tiene el cabello oscuro con betas blancas por la vejez y ojos oscuros. Le gusta llamarnos por nuestros segundos nombres porque casi nadie lo hace.
—¡Claro papá! —le limpié la mejilla.
—¿Anastasia, segura de que quieres ir a esa escuela llena de personas? —dijo con cara de cachorrito mojado.
—Si papá...
—Pero aquí puedes disfrutar de mi comida... —dijo para encubrir sus segundas intenciones.
—¿A si? Yo creo que solo tienes miedo de que tu hijita encuentre un chico con quien comprometerse —reí mientras admiraba su cara de preocupación.
—Tranquilo padre... Si ustedes no deciden comprometerme yo no lo haré —le dí un beso en la mejilla —nos vemos en la tarde.
—Espera... —dijo mientras mostraba una cajita de madera con una Rosa hermosamente tallada.
—¿Qué es eso?
—El cuento del legado familiar... No acababa ahí —abrió la Caja dejando ver un anillo extraño pero hermoso a la vez.
"Hochadel en un anillo su secreto guardó. Y ahí permaneció por el resto de la eternidad... hasta que un día un desconocido mostró la verdad que el pueblo ocultó. Y luego salvar otra vez a quien merece ser salvado."
—Wow... ahora si entiendo porqué nadie cree en el legado familiar —reí.
—Pero es hermoso el anillo ¿no?
—Tienes razón —lo tomé y me lo puse. Me quedaba genial con mi atuendo.
Me levanté de la mesa, tomé mi cartera y fuí hacia el carruaje. Mi nueva vida me espera.
El paisaje de las calles y las tiendas era tal y como lo recordaba.
Al fin llegamos a la escuela. Bajé del carruaje y caminé hacia las puertas. Veía nobles llegar, encontrar a sus amigos y entrar alegremente. Pero yo no sabía que hacer, hacia donde caminar o cómo ver a mis amigas.
—¿Disculpe? —dijo alguien detrás de mí.
—¿Qué ocurre? —lo miré. Era un chico muy apuesto con una mirada fría y distante.
—Estas bloqueando el basurero... —dijo mientras levantaba una bolsa que traía en sus manos.
—Oh, disculpa... —me corrí hacia un lado. Pude ver lo que estaba desechando. Eran cartas perfumadas que se usan comúnmente para Cartas de Amor. Parece que él era muy popular.
—¡Ellen! —oí a la distancia. Era Galatea que bajaba de su carruaje.
Galatea Ianthe von Niederer Adel. Amiga de Ellen y Charlotte. Hija del dueño y director de la escuela. Tiene cabellos rubios y ojos azules con una tez muy blanca.
—¿Tú eres Ellen Anastasia? —me preguntó aquel chico.
—¡Ellen! ¡Que bueno que viniste! —dice Galatea mientras me abraza.
—No llevo tanto tiempo sin verte Galatea... —miro de nuevo hacia donde estaba aquel chico, pero ya se había ido.
—Arian... Es tan guapo como frío.
Arian Antonio zum Neuenthurm. El chico más popular del colegio. Tiene fama de rompecorazones y ser muy cruel con las personas. Su popularidad es a causa de su hermoso rostro, ojos esmeralda y cabellos lacios café.
—Ya ví —me arreglé la cinta del vestido que se había estropeado con el abrazo de Galatea.
—Vamos a la Oficina de padre para que te dé tus horarios y tu salón —me tomó del brazo y se me acercó al oído —y en el camino te voy mostrando a los estudiantes más importantes.
Nos adentramos en la escuela. En frente habían un gran salon con un pasillo a cada lado.