Cliché.

11.

Aquella semana pasó increíblemente rápida.
Nathaniel entrenaba día y noche para mejorar sus técnicas y Grettel consiguió lugar de prácticas en una cafetería.

Finalmente había llegado el dia de la cita quíntuple.
Nathaniel miraba el techo de su habitación, sus pensamientos revueltos como un torbellino. Había pasado una semans desde que le confesó a Grettel sus sentimientos, y todavía podía recordar cada detalle de su rostro, su expresión de sorpresa, sus ojos llenos de emoción.

"No tienes que decir nada ahora, Grettel", había dicho, tratando de ocultar sus propios nervios. Pero la incertidumbre lo estaba volviendo loco. ¿Qué pensaba ella realmente? ¿Cómo había tomado sus palabras? ¿Era un sentimiento mutuo?

Su celular vibró en la mesa de noche. Era un mensaje de Aarón.

Aarón: ¿Todo listo para la famosa cita quíntuple? Será épico 🤩🤩

Nathaniel no pudo evitar sonreír. La idea de pasar tiempo con Grettel fuera de la escuela le emocionaba, aunque también le ponía nervioso. ¿Y si las cosas no salían como esperaba?

Nathaniel: Si, estoy listo. Va a ser genial.

Quería parecer seguro, aunque por dentro tenía miedo. Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana. Miró hacía el cielo, pensando en Grettel. ¿Estaría pensando en él también?

Nathaniel decidió enviarle un mensaje. Hablar con ella siempre le daba tranquilidad.

Nathaniel: Hola, Grett. ¿Cómo estás? :)

Se quedó mirando la pantalla, esperando una respuesta. Sus pensamientos volvieron a la conversación que habían tenido el día anterior. La risa de ella se quedó grabada en su mente.

Mientras esperaba, decidió salir a correr. Siempre encontraba claridad en el ejercicio. Mientras corría por la avenida, se dió cuenta de lo mucho que Grettel significaba para él. No era solo atracción; era algo más profundo.

El celular vibró nuevamente.

Grettel: Holaaaa, estoy bien. ¿Y tú?

Nathaniel sonrió al leer el mensaje. Sus palabras, aunque simples, le daban una sensación de calma.

Nathaniel: Me alegra mucho! :D.
Nathaniel: También estoy bien. Pensando en la salida de hoy. ¿Emocionada?

Grettel: Sii, un poco nerviosa también. Pero emocionada :)

Nathaniel sintió una oleada de felicidad. Sabía que ambos estaban en el mismo barco, navegando por aguas desconocidas, pero juntos. Y eso era lo que realmente importaba.

Grettel se quedó mirando su celular, sintiendo una cálida emoción llenarla. Sabía que las cosas no serían fáciles, pero con Nathaniel a su lado, sentía que todo sería posible.

Mientras se preparaba para la cita, su corazón latía con nerviosismo.

Sus pensamientos volvían una y otra vez a Nathaniel. Desde el día anterior, no podía dejar de pensar en él. ¿Realmente estaba enamorado de ella? La idea la llenaba de emoción y miedo.

Se puso su mejor vestido y el suéter más lindo que tenia, se cepilló el cabello y se colocó el collar que le habia regalado Nath.

Nathaniel llegó al colegio. Su corazón latía con fuerza mientras buscaba a sus amigos. Aarón ya estaba allí, bromeando con Melissa y los demás.

—¡Nathaniel, por aquí!— gritó Aarón, saludándolo con entusiasmo.

Nathaniel se acercó, tratando de disimular su nerviosismo. Notó que Grettel aún no había llegado y eso le dio unos minutos para calmarse.

—¿Listo para la cita de tu vida?— Bromeó Aarón, dándole una palmada en la espalda.

Nathaniel sonrió, pero sus pensamientos estaban con Grettel. —Sí, listo.— respondió, intentando sonar despreocupado.

—Oye, necesito que me cuentes todo.

—¿Sobre que?

—Dios, Nathaniel. Estás enbobado por ella y no es justo que no me hayas contado como se conocieron.

Nathaniel rio. —Fue algo cliché.

Unos minutos después, Grettel apareció en la distancia. Nathaniel la vió acercarse, luciendo hermosa y radiante. Sus ojos se encontraron, y ambos sonrieron tímidamente. Ella comenzó a acercarse.
El corazón de él latía cada vez más. No podía verla, era demasiado para el.

—Hola, Nathaniel.— Dijo Grettel, con un tono que mezclaba nerviosismo y alegría.

—Hola, Grettel.— Respondió él, sintiendo cómo su corazón se aceleraba aún más.

Grettel llegó al colegio con el estómago lleno de mariposas. A lo lejos, vió a Nathaniel y a sus amigos. Tomó una respiración profunda y se unió al grupo.

—Hola a todos.— Saludó, tratando de sonar casual.

—¡Grettel, justo a tiempo!— dijo Melissa, abrazándola rápidamente.

Grettel notó la mirada de Nathaniel y le sonrió. —Hola, Nathaniel.

—Hola, Grettel.— Respondió él, su voz suave y cálida.

—Bueno, ya que todos están aquí. Creo que es momento de irnos.— Dijo Melissa señalando la van blanca.

Todos comenzaron a subir, buscando sus asientos con entusiasmo. Nathaniel y Grettel se quedaron al final, permitiendo que los demás eligieran primero.

—¿Te importa si me siento contigo?— Preguntó Nathaniel, su voz un poco más baja.

—Claro, me encantaría —respondió ella con una sonrisa.

Subieron a la van y se acomodaron en el asiento trasero. Nathaniel sentía una mezcla de nervios y emoción. Quería aprovechar cada momento con Grettel, pero también quería que ella se sintiera cómoda.

Grettel miró por la ventana, sentía el cosquilleo de la emoción en su estómago. Estar junto a Nathaniel la hacía sentir segura y feliz.

—¿Estás nerviosa?— Preguntó Nathaniel, rompiendo el silencio.

—Un poco.— Admitió Grettel, girándose para mirarlo. —Pero también estoy emocionada.

Nathaniel asintió, entendiendo perfectamente. —Estoy seguro de que será divertido.

—¡Vámonos!— Exclamó Melissa con alegría. La van comenzó a avanzar.

—¡No puedo creer que por fin vayamos al parque de diversiones! He estado esperando este día todo el fin de semana.— Dijo Melissa emocionada.




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