Capítulo XXXX: Planes

– ¿Hola?– contesto el teléfono sin ver quien llamaba.

–Hola hermanita– dice Frank a través de la línea. – ¿Cómo estás?

– ¡Hermano! Hola bien ¿y tú?

–Bien, gracias– dice siempre tan cortante este hombre– La computadora llega hoy para que estés atenta a la puerta.

–Si Frankie, muchas gracias.

Frank me había comprado una laptop, lo cual agradeceré toda la vida, me ha apoyado tanto mi hermano en toda mi carrera, en serio no me puedo quejar del apoyo que me da mi familia.

Bueno el motivo de la inversión de mi hermano fue que mi computadora ya estaba muy lenta y mis maestros ya van a comenzar a pedir que me lleve una laptop para Excel y otras cosas, además mi compu ya era un equipo viejo y no se puede mover porque es de escritorio.

–De nada, Andy– dice inmediatamente– mientras te sirva no hay problema, tengo algo que contarte.

Esto último lo dice con seriedad, tenía tiempo que no lo veía porque siempre le alargan su estancia en Alemania, así que las navidades son más aburridas sin él.

–Dime.

–Parece que quieren que me quede otro año aquí– dice entre emocionado y triste– ¿Qué opinas?

–Uhmm está súper bien– digo sin poder evitar que se me corte la voz–Me alegro mucho por ti pero es otro año sin verte.

–Sobre eso… estaba platicando con mamá hace unos días y me pareció buena idea decirle que quizás las vacaciones de semana santa pudieras venir a visitarme.

No inventen.

– ¿En serio?– pregunto emocionada.

–Es en serio – dice y su voz no miente– Tendrás tiempo de arreglar tu pasaporte y de ahorrar al menos un poco, mi mamá me dice que ella paga los boletos de avión ¿entonces qué dices, te animas?

– ¿es broma? ¡Por supuesto que si me animo!– exclamo emocionada, no puedo creerlo.

–Te estaré avisando si en semana santa o en la vacaciones largas ¿sí?

–Sí, hermano eres el mejor.

–Te dejo porque tengo que ir a comprar unas cosas, te cuidas.

–Adiós hermanito, te quiero.

–yo también.

Cuelgo el teléfono y voy a mi cama, debo aprovechar mi última semana de vacaciones así que quiero dormir todo lo que pueda.

Dos horas después abro la puerta al hombre de la paquetería, firmo de recibido y recibo una caja, mis manos tiemblan de emoción y corro hasta la cocina donde mi mamá me espera expectante. Abro el paquete y veo la laptop que escogió mi hermano.

Al día siguiente prendo mi nueva laptop y me inscribo para mi siguiente semestre, escojo mis materias en el grupo que más me conviene y el que decidimos Gloria, Xiomara y yo.

Frunzo el ceño cuando veo que la materia de financiamiento no tiene maestro, en realidad dice “maestro por asignar”, me encojo de hombros y me doy de alta en esa materia porque el maestro del otro salón es muy payaso.

Mi horario queda medianamente normal, el del semestre pasado era peor pero este es aceptable.

Dante: ¿Qué tal tu horario?

Andrea: Pudo ser peor.

Dante: JAJAJA siempre tan pesimista.

Andrea: ¿Qué tal el tuyo?

Dante: Mejor que el del semestre pasado.

Dante: Espero que podamos vernos más tanto en casa como en el campus.

Andrea: Uhmmm sí.

Dante: Oh vamos, debemos conocernos más.

Andrea: Si J

Dante: ¿te he asustado?

Andrea: No

Dante: Andrea, en serio quiero algo bien contigo

Andrea: Si.

Dante: Agg, así no puedo, nos vemos el domingo.

Muerdo mi labio, he hablado todas las vacaciones con Dante, nos mandábamos fotos y largos audios, nos contestábamos historias de Instagram y nos etiquetábamos en memes.

Me gusta pero me asusta.

De hecho en varias ocasiones me manda indirectas, las cuales me ponían nerviosa, y una parte de mi agradecía que no fuera tan directo pero tampoco tan desinteresado ¿si me entienden? Creo que ni yo lo hago.

Andrea: Nos vemos el domingo <3

El sábado decido algo extremo, dirían en Facebook “cerrar ciclos”. Si tal como lo imaginaron voy a la estética y lo único que digo es:

–Lo quiero rubio.

Así que me encuentro bajando todos mis tiliches de nuevo, adentro ya está Dante y falta Oliver quien me comento que lo traerían sus padres porque trae una nueva estufa porque la de la casa estaba fallando.

–Hola hermosa– me saluda Dante dándome un beso en la mejilla y toma mi maleta– deja te ayudo con esto. Por cierto me encanta tu cabello.

–Gracias. –digo nerviosa.

Cuando mis cosas ya están dentro, Dante se dedica a hablar con Juan y los dos ríen muy cómodos, que raro.

Me despido de mi mamá, siempre es difícil esto pero ahora no me dejan sola sino con Dante y después llega Oliver con sus padres quienes nos saludan a Dante y a mi muy escuetamente y se van.

Raro.

Mis amigos instalan la estufa mientras que yo acomodo la comida en el refrigerador, el cual por primera vez estaba lleno, ojala así estuviera siempre.

Entrada la noche hago mi rutina, me lavo mi cara, me pongo mi pijama y activo cinco alarmas, porque a pesar de entrar a las 2:00 pm me quiero levantar temprano para hacer ejercicio y tener una buena rutina mañanera.

Las cosas con Dante fueron normales, no hizo ningún comentario y lo agradecí.

En la mañana, despierto gracias a la tercera alarma, no pienso mucho y me levanto de la cama, voy a mi closet y tomo unos leggins, un top y un suéter, después me calzo con unos tenis.