Codo a Codo ©

Capítulo 13: Código de Amistad

Canción 1: https://youtu.be/hDG6k417uoY (Nick Jonas, Robin Schulz - Right Now)

1

Peyton aún no comprendía cómo es que Dean la había convencido de ir a aquella fiesta en la fraternidad de su Universidad; frases como "Nadie te conoce", "Puedes ser quien quieras, incluso Alice" y "¿No te gustaría experimentar lo que es ser universitaria", quizás, habían tenido que ver con su decisión.

Fuera lo que fuera, ya estaban allí, y en cuanto cruzaron la puerta, todos esos problemas que la abrumaban, desaparecieron como una burbuja al ser reventada.

La música sonaba a todo volumen, y las personas allí dentro, se encontraban borrachas, besándose uno a los otros como en una orgía Espartana.

Tenía que admitir, que todo eso que estaba ocurriendo ahí, no la sorprendía, su pasado tocaba la puerta de la memoria, y durante un par de segundos, se sintió avergonzada al reconocer, obviamente, para ella misma, que había sido participe de aquellas orgías de besos que ahora, le daban un poco de nauseas.

Claro que eso, era algo que nadie debía enterarse, mucho menos Dean, o Scott.

La joven aún llevaba puesto su uniforme escolar, pero nadie, al parecer, le importaba, solo había cruzado miradas con tres personas, y ninguna de ellas, había bajado la mirada para ver su atuendo.

Quizás en la universidad la gente no era tan prejuiciosa.

Peyton mantenía su trasero sobre un gran sillón donde también, se encontraban dos parejas a sus extremos besándose apasionadamente.

La incomodidad la estaba consumiendo, y en cuanto se puso de pie, sus ojos se encontraron con los azules del pelinegro, al que se acercó casi corriendo.

El chico le demostró una sonrisa y le dio uno de los dos vasos rojos que tenía en sus manos. Era cerveza, una helada cerveza.

La castaña mostró una sonrisa, la cerveza era su bebida favorita, bueno, después de la malteada de Vainilla con Chocolate claro, tomó gran sorbo mientras comenzaba a moverse con lentitud, la canción pedía a gritos ser bailada, y ella no iba a rechazar aquella petición.

Las caderas de Peyton comenzaron a moverse con la música mientras ella, se metía cada vez más en la fiesta; el ambiente le gustaba, nunca había ido a una fiesta universitaria, y siendo completamente sincera, sus expectativas estaban siendo superadas enormemente.

Unas manos se posaron alrededor de su cintura, y cuando movió su cuello hacia un costado, pudo ver a Dean, sonriéndole y comenzando a bailar muy apegado a ella.

Pero Peyton dejó de bailar al instante, seguía con aquella idea de no darle ilusiones al joven, pues, de ninguna manera, iba a convertirse en una de las tantas chicas de Dean Miller.

La sonrisa del pelinegro desapareció en pocos segundos, y Peyton, no pudo decir más que un «No puedo hacer esto».

La castaña dio media vuelta para alejarse, necesitaba pensar, o más bien, salir de esa situación incómoda. Solo que no pudo hacerlo, Dean la acababa de tomar de la muñeca, y con suavidad, la obligó a acercarse a él.

—Dean quiero...

—Jeremy, ella es Peyton —Pronunció el de ojos azules, mirando a un chico de cabello pelirrojo, muy alto, casi como un basquetbolista profesional, y con unos ojos color marrón claro. —Es mi...

—Soy su amiga —Se apresuró a decir ella, acercando su mano a la del joven.

El pelirrojo frunció el ceño y tomó la mano de la chica, presionándola con suavidad.

—Soy Jeremy Flynn, compañero de este cabeza de alcornoque.

—Un gusto —Ella sonrió.

—Con que, ¿Son amigos? —El chico arqueó una ceja, incrédulo.

—En efecto querido Jeremy —Peyton lanzó una carcajada.

—Y no crees que es no sé, un poco... ¿Sexy? —Le susurró lo suficientemente fuerte para que los tres escucharan.

—Ni un poco —Rió.

—Si... Pienso lo mismo, no sé que le ven las demás... —Jeremy volvió a susurrarle, divertido.

—¡Oigan estoy parado frente a ustedes! —Se quejó Dean.

—Oye amigo tranquilo, ¿No ves que estoy hablando con una bella señorita? —Le respondió guiñando su ojo derecho en dirección a Peyton.

—Oh, ¿Cree que soy bella Sr. Flynn? —Peyton se hizo la coqueta. —¿Acaso no tendrá una habitación dónde podamos charlar más tranquilos?

—De hecho tengo una arriba —Contestó con tono seductor.

—¡Suficiente! —Exclamó Dean eufórico.

El chico estaba completamente celoso, por lo que tomó a Peyton de los hombros y sin hacerle daño, la alejó de su compañero de cuarto.

—¿A dónde me llevas? —Preguntó la chica con una sonrisa.

—Iremos a jugar Beer Pong... —Respondió el pelinegro sin parar de caminar. 

—¡Espero que nos volvamos a ver! —Gritó Jeremy entre risas.

Peyton miró hacia atrás y lo saludó divertida.

—Tu amigo es gracioso, me agrada... —Le dijo sin parar de reír, sabiendo muy bien, que los celos lo consumían.




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