Cohibición

03: Decaída

Anneliese. 

— Gracias Bryant 

— de nada linda 

— Linda mi trasero —alessandro él lanzó algo dentro del auto y este emprendió camino, lo mire con una sonrisa y este negó. 

— ¿Estás celoso de Bryant? 

— No 

Sonreí mientras entrabamos, miré a papá muy borracho mientras se tambaleaba, Alexandro me puso detrás suyo y subimos juntos, al llegar arriba me senté en la cama visualizando el arduo trabajo por delante que tenía el. 

Así estuve de un lado a otro, fui y me puse la pijama, regrese al cuarto de el y me senté en su cama, dormí un poco y despues me levante y el seguía en sus trazos. 

— Quiero dormir 

— Adelante 

— Pero no sola, ven conmigo —pedí en un puchero y el nego—. Vamos Alexandro, te necesito 

El se levanto y me abrazó, rápidamente busque si calor y ese aroma varonil me alucino. 

— Eres muy guapo 

— Ya basta Anny 

— El último ¿Si? 

El no respondió, me levanté un poco y lo tome del rostro, lo hice despacio para ver si me detenía, no lo hacía, así que me acerque un poco más y plasme mis labios en los suyos, suave y lento, el abrió sus labios y yo los míos, era nuevo para mi, el tomo un poco el control y lo disfruté. 

Pero por más que disfrutes no puedes evitar sentirte culpable. 

— No llores 

— Está prohibido Alexandro, ya no quiero sentir esto 

Me abrazo fuerte, él comenzó a tararear una canción,su voz gruesa y ronca es perfecta, deje de llorar y me dedique a escuchar. 

— Te amo Anneliese 

Guarde silencio, el beso mi frente y cerré los ojos, si no veía no me dolía, si nos sentía no me moría. 

**********

Ese día decidí irme sola al colegio, llegué y Clau con sus vibraciones al máximo me llegaron a contagiar un poco. 

— Fue espectacular, Martin es el chico ideal 

— ¿Qué hay de london? 

— Ay Anny, ya me arruinaste mi imaginación —dijo en puchero y sonríe 

La miré atragantarse de alimento, según ella debía estar más que preparada para el partido de esta tarde, me alegraba verla jugar, de hecho yo solo era parte de las porras y me permitían estar dentro de la cancha. 

El tiempo pasó rápido y el apetito empezó, ella jugando como siempre le ha gustado hacerlo, aunque es un poco competitiva logró derribar a más de tres, finalmente ganó el partido y obtuvo un brazo fracturado. 

Corría detrás de la camilla pero sus rosas me decían que estaba bien, entré a la sala de emergencias y ella estaba con el trofeo entre sus brazos. 

— ¡¡Ganamos Anny!! 

— Y ahora tienes un brazo roto 

— Es como dicen, romperte una pierna 

— ¡Pero no un brazo! 

— Joder Anny, no arruines mi triunfo, mejor dame la mano y déjame llorar en paz. 

Tome su mano buena y el doctor comenzó a examinar, el diagnóstico estuvo a su favor y ese brazo estaba más que sano, solo unos moretones y listo, no lo vendo ni nada. 

Pasamos la tarde en su casa ya que hoy era nuestro día libre, la tarea fue más fácil cuando Martin nos ayudó en matemáticas, entre risas y risas escuché el timbre y al ir Alexandro estaba de pie sonriendo forzosamente. 

— Sabía que estarías aquí 

— ¿Qué pasó? 

— Mamá tuvo un accidente 

El pecho se me comprimió, el me abrazo y solté a llorar desenfrenadamente, lo mire a los ojos y él me decía todo en una mirada vacía. 

— ¡Mi mamá! —exclame entre sollozos 

********** 

NARRADOR OMNISCIENTE

Como si fuera en cámara lenta se soltó de sus brazos para recibir a su mejor amiga,hermanas que compartían más que dolor, eran como hermanas que si a una la lastiman a la otra igual. 

Al llegar al hospital todo se mantuvo en un silencio sin descripción, su madre se encontraba en terapia intensiva a causa de un choque. 

Minutos antes el peritaje de la policía señaló que en el cuerpo de su madre se encontraban moretones de días anteriores y de ese mismo día, señalando que en una fuerte discusión su actual pareja la había golpeado hasta cansarse, en un intento de escape perdió el control y se estampó contra un poste de concreto. 

También se hizo señalar que había ingerido drogas como cocaína, marihuana, cristal entre otros más, su estado de salud es casi fatal pues su cuerpo no resiste medicamentos. 

— Ella estará bien ¿Verdad? —Aunque su madre fuera la causante de los amores golpes hacia ella, ella solo miraba por el bienestar de su madre 

— No lo sé Anny, no estoy seguro. 

La abrazó fuerte mientras esperaban en la sala de espera del hospital,fueron horas y horas de estrés colapsante que cuando el doctor llegó a dar la noticia los pies de Anneliese no aguantaron el peso de los hechos obligándola a caer por completo mientras su alma se rompía en mil pedazos. 

Ella gritó por su madre hasta que se cansó, le permitieron verla y abrazarla por última vez, su padre no había venido ni hablado, lo que más dolía era la ausencia al llegar a casa. Oliendo a alcohol y a cigarros Alexandro tomó una decisión que marcaría el camino hacia su vida.

— Toma tus cosas que nos vamos 

— ¿Adonde? 

— Solo hazlo Anneliese 

Ella haciendo caso a su orden fue y empacó lo primero que miro, entre cosas esenciales y algo de comer. 

— No tenemos dónde ir, ya es de noche 

Alexandro le mostró el dinero que había guardado para una ocasión así, ella aunque estaba llorando accedió a seguirlo, emprendieron partida entre el frío y la noche, caminaron por mucho tiempo hasta que el cuerpo de ella no resistió más y entre susurros temblorosos le pidió que se detuvieran. 

Pagaron una noche en un  hotel, la cabeza de él estaba hecha un caos con lo que hizo, sabía que podrían acusarlo de secuestro ya que es su hermana pero eso no quita que sea menor de edad, tampoco quita el hecho que la ame de una manera que no es permitida. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.